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El fútbol también entiende de gangas

El ejemplo de jugadores como Diego Costa, que triunfa sin apenas coste para el Atlético, contrasta con la política derrochadora de Mourinho.'Paso noches sin dormir buscando jugadores gratis', confiesa Felipe Miñambres,

ALFREDO VARONA

En el fútbol no todo es fichar a golpe de talonario o formar jugadores en la cantera. También existen las gangas. Jugadores capaces de marcar grandes diferencias sin previo aviso. Jugadores como ahora Diego Costa en el Atlético o todos esos que este año han colocado al Rayo Vallecano, al presupuesto más bajo de Primera División, a sólo dos puntos de los puestos de Champions. 'Son excepciones que confirman la regla', explica Felipe Miñambres, el director deportivo y el creador de este Rayo en el que ya lleva seis años y en el que 'nunca hemos pagado nada por un futbolista, todos nuestros fichajes han sido a coste cero'.

El contraste más brutal es el del Real Madrid donde los deseos de Mourinho siempre se han resuelto con dinero en estos tres años. El último ha sido la adquisición de Diego López para la portería, 3,5 millones de euros por un hombre de 31 años. El Rayo Vallecano no pagó el año pasado ese dinero ni por Michu, que hoy es un héroe de la Premier. 'Vino gratis, en plena Ley Concursal', recuerda Felipe, 'y sólo por el deseo de jugar en Primera'.

La leyenda demuestra que las gangas siempre existieron en el fútbol. No ha habido que esperar a la crisis o a que Felipe llegase a la dirección deportiva del Rayo Vallecano. El Atlético de Antic logró un doblete bajo el gobierno de Pantic, un futbolista que vino del Panionios griego como si fuese un saldo. El Madrid de Valdano ganó una Liga con Amavisca y Zamorano, dos futbolistas que de entrada ni siquiera tenían el visto bueno del entrenador.

Por eso el caso de Diego Costa, un jugador al que el Atlético ha cedido hasta cuatro veces, antes de llegar Simeone, no es tan novedoso. 'A veces, sólo es cuestión de esperar o de encontrar el momento', explica Felipe, que el año pasado ya logró la cesión de Diego Costa para el Rayo Vallecano. 'Te he ido a ver a los entrenamientos del Atlético y quiero que vengas a mi equipo', le dijo Sandoval, que entonces era el técnico rayista, al futbolista. 'Confía en mí, porque yo confío en tí'. Y Diego, que entonces tenía 23 años, aceptó el desafío del Rayo. 'Nadie me había hablado así en mi vida', confesaba el delantero. Ni siquiera en 2007 cuando el Atlético le fichó por un dinero prácticamente simbólico del Braga portugués.

Diego Costa es hoy el símbolo de las gangas. Ahora mismo, es tan decisivo en el Atlético como Falcao. Ha logrado más goles que cualquier delantero del Madrid excepto Cristiano. La paradoja es que su precio no se acerca ni de lejos a los 35 que costó Benzema, a los 24 de Di María o a los 13 que el Madrid pagó a River Plate por Higuaín con 18 años. En realidad, Diego Costa es la prueba de que el dinero no lo es todo ni siquiera en el fútbol. De lo contrario, el Levante jamás hubiera liderado durante dos meses la Liga BBVA el año pasado y el Rayo jamás jugaría en Primera. 'Tengo que agudizar el ingenio a la hora de fichar', explica Felipe, 'porque, en mi caso, no puedo arriesgar un dinero que no tenemos'. Y el ingenio claro que es importante. 'Yo siempre digo que paso noches sin dormir buscando jugadores gratis', bromea.

Sin embargo, el Madrid es todo lo contrario. Fichar gratis es algo que casi ni se le pasa por la cabeza a la cúpula de Concha Espina a no ser que el jugador tenga una fortísima amistad con Mourinho, caso de Essien. En su plantilla existen futbolistas como Coentrao, que costó 30 millones o Modric que se fue a los 35 y es suplente. ¿Acaso eso no le parece un cuento de hadas a Felipe que, a día de hoy, está a dos puntos de la Champions con el Rayo Vallecano? 'No, porque esto son las paradojas de la vida', explica. 'Mañana mismo tu puedes gastar un dineral en un traje, en unos zapatos y no sentirte a gusto con ellos. De alguna manera esto también pasa en el fútbol. El hecho de que arriesgues mucho dinero significa que tienes grandes posibilidades de triunfar como ha pasado con Varanne en el Madrid, que costó 10 millones de euros. Pero eso tampoco quiere decir que siempre vayas a acertar con seguridad. El mercado puede ser muy caprichoso'.

La realidad es que las gangas existen. A veces, sólo es cuestión de dejar actuar a ese tipo de futbolistas que, en principio, no parten como favoritos para nadie. Es lo que ha hecho Simeone con Diego Costa. De hecho, el técnico ya lo advirtió este verano: 'Costa es una bestia humana, un jugador con mucha hambre de fútbol y de triunfo'. Y después le han ayudado las circunstancias, 'que también son importantes', porque no todos los años son iguales. La prueba es Adrián en el propio Atlético. Sin un gran motivo, el año pasado fue un descubrimiento brutal. Y este, en el que se congregaban todos los motivos, ya no lo es. Por eso las gangas en el fútbol también poseen su parte imprevisible. En realidad, tienen ese derecho al no tener un precio que pueda volverse en contra suya. Aparecen cuando menos se les espera y, eso sí, no en el Madrid de Mourinho. Ni siquiera en situaciones angustiosas como la de ahora en las que siempre se puede hacer uso del dinero. El portero Diego López ha sido la última prueba.

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