El escaparate luce tan reluciente como siempre. Para el negocio y la mercadotecnia, los ejecutivos de la NBA son unos maestros. El lote se vende a precio de metal precioso, aunque no sea oro todo lo que reluce. Mañana se abre el telón de una competición seguida por millones de personas de los cinco continentes.

La liga de baloncesto más glamourosa del planeta se vio obligada a salir de compras fuera de Estados Unidos para mantener en el pico más alto el nivel competitivo; la jugada ha salido perfecta, la llegada de jugadores de internacionales ha convertido a la NBA en la competición deportiva que mejor ha asumido los preceptos de la doctrina globalizadora. Un alemán, Dirk Nowitzki, fue designado mejor jugador de la liga regular. Tony Parker,  francés, se coronó como el más destacado de las finales.

La temporada cuenta con alicientes interesantes. San antonio Spurs suma tres títulos en las últimas cinco temporadas. Su dinastía en la primera década del siglo XXI sucede a las de los Bulls en los 90 y los Lakers y  Celtics en los 80.

Un equipo de leyenda pero sin tantos adeptos como los de Jordan, Bird o Magic. Tim Duncan, la estrella silenciosa, no es el jugador que vende más camisetas, no transmite como otros, pero su eficacia en la pista es insuperable. Con lugartenientes tan solventes como Parker, Ginobili u Horry, los Spurs son los principales candidatos para hacerse con un nuevo anillo.

Aspirantes al anillo

Lebron James y sus Cleveland Cavaliers son los máximos aspirantes del Oeste. La joven estrella, casi sin ayuda, llevó a su equipo hasta las finales del año pasado. Tendrá la competencia de los Celtics. Ray Allen y Kevin Garnett llegan a una franquicia histórica en busca de poner un anillo en su dedo. Junto con Paul Pierce, si la guerra de egos no estalla, son candidatos a lo máximo.

La competencia en el Oeste será brutal. Phoenix y Dallas no han conseguido traducir su apuesta por el buen gusto baloncestístico en títulos. Nash y Nowitzki están ante una nueva oportunidad de conseguir algo más que menciones individuales. Houston Rockets tiene también muy buena pinta tras llegar Rick Adelman al banquillo, pendiente siempre del estado físico de Yao Ming y Tracy Mcgrady. Scola puede ser un gran complemento.