Ángel Mullera, debutante en unos Juegos Olímpicos por el recurso que presentó ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) contra su exclusión del equipo español por sospechas de dopaje, aseguró que en estas dos semanas se había 'sentido como un perro'.

Mullera, que tras caerse en la primera serie de 3.000 metros obstáculos acabó undécimo, antepenúltimo y eliminado, explicó ante los periodistas en la zona mixta del Estadio Olímpico que 'no eran las dos semanas mejores' de su vida.

En primer lugar, aseguró, en el plano deportivo, que 'no iba nada mal, iba atrás porque quería bien el obstáculo', pero que por desgracia se cayó y que decidió seguir luchando hasta el final. El Comité de Competición de la Federación Española de Atletismo no halló motivos ayer para suspender a Mullera tras examinar la nueva información aportada por el Consejo Superior de Deportes (CSD).

Mullera fue reintegrado por resolución del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) al equipo español, del que había sido apartado tras publicarse su correspondencia electrónica con un preparador anónimo que le recomendaba productos dopantes y la forma de no dar positivo.

'Si tienes sentimientos, te tiene que afectar, por muy frío que seas. Te afecta muchísimo. Venía muy bien desde Mataró, donde hice 8.17 y podía haber hecho menos de 8.15. Venía fresco, pero estas dos semanas han sido infernales', admitió.

'He conseguido entrenar, he salido adelante. Incluso hasta ayer a las 9 noche no sabía si iba a correr. Me quería aislar, pero no es la manera de preparar una Olimpiada', apuntó Mullera, quien manifestó que 'si el TAS y el COI no dijeron nada y me dejaron correr no se por qué han insistido. Realmente me he sentido como un perro', aseguró.

'He llegado por mi padre. Hoy hacía diez años que falleció y sólo pensaba en eso'

Mullera había llegado a las seis de la tarde en solitario, con un billete pagado por la Federación, 'sin ropa ni nada', y se enteró que podía correr por un mensaje de su representante y que aunque ha dormido bien es poco tiempo entre la noticia y la prueba.

'Llegar a las 6 con una carrera tan dura, que se ha ganado con 8.16, tienes que estar al 100 por cien. Quizá tampoco tenía el día, pero no para hacer 8.38', dijo Mullera, quien destacó que había 'luchado' para 'poder cumplir' su 'sueño'.

'He llegado por mi padre. Hoy hacía diez años que falleció y sólo pensaba en eso, llegar por él. He podido al menos ganar al alemán y al portugués, que es el mini objetivo que me he marcado cuando he tenido la caída', aseveró.

Insistió en que se ha sentido muy 'mal' tratado. 'Cómo me puedo sentir yo, un deportista que no he sido nada polémico, que no tengo la culpa que un periódico publique cosas de mí y no explique las cosas como las tiene que explicar. Si no, no hubiera sido noticia', aseguró.

Mullera añadió que no entiende 'por qué han insistido' en apartarle de los juegos, porque su caso, según explicó, es muy sencillo: 'Esa persona se pone en contacto conmigo y no acepto nada de nada. Si hice 8.16, para qué voy a aceptar, ¿para hacer 8.17?', cuestionó.

Mullera se atenía a su notable registro de 8:17.98 conseguido el 8 de julio en Mataró para intentar meterse en la final. Pero necesitaba acabar entre los cuatro primeros, y para colmo, a seis vueltas del final se fue al suelo al tropezar, a la salida de un obstáculo, con el atleta que le precedía, que había caído, a su vez.

Descolgado del grupo delantero, el gerundense hubo de resignarse a formar el furgón de cola y batirse por evitar el último puesto con el portugués Alberto Paulo y el alemán Steffen Uliczka. Lo consiguió, apretando en las dos últimas vueltas. Undécimo con 8:38.07. Ahora le espera un expediente disciplinario.

El Comité de Competición de la Federación Española de Atletismo no halló motivos ayer para suspender a Ángel Mullera tras examinar la nueva información aportada por el Consejo Superior de Deportes, de modo que el gerundense pudo competir en la primera serie de 3.000 metros obstáculos aunque de poco le ha servido.

Tampoco tuvieron mejor suerte los otros dos españoles que corrían para acceder a la final de la prueba, Víctor García y Aldelaziz Merzoughi. 

Con la confianza que le daba su reciente medalla de bronce en los Europeos de Helsinki y su marca de 8:15.20 conseguida antes en Huelva, Víctor García, el mejor español por ránking, salió en la tercera y última serie en busca de un puesto en la final.

Sólo pasaban los cuatro primeros, y tres más por tiempos en la repesca. La carrera salió rápida, al ritmo marcado por el estadounidense Donald Cabral (2:46.00 el primer kilómetro). García, que aportaba el tercer mejor tiempo de los participantes, se cebó con los de cabeza y empezó a sufrir a cuatro vueltas del final. Al entrar en el último kilómetro se entregó. Los adversarios más rezagados le fueron adelantando uno tras otro, y en el penúltimo paso por meta optó por abandonar.

Abdelaziz Merzoughi, otro debutante olímpico, actual subcampeón de Europa sub 23, se presentaba con una marca de 8:18.03, la quinta mejor de la segunda serie, lanzada por el ugandés Jacob Araptany (2:50.48 el primer mil). A tres vueltas del final, el español se quedó cortado cuando iba décimo. Luego perdió otras dos posiciones y terminó duodécimo con 8:58.20. Duodécimo y último, porque el etíope Birhan Getahun, que iba detrás de Merzoughi, acabó por ser retirado en camilla, sin cruzar la meta, después de intentar recuperarse, asido al último obstáculo.