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CGT, CNT y Solidaridad Obrera confluyen por primera vez para luchar de forma conjunta

Las tres organizaciones se unen para hacer frente a un futuro que empeorará las condiciones de vida de la clase trabajadora si esta no se organiza. 

Confluencia anarcosindical
José Luis Carretero, secretario general de Solidaridad Obrera; Antonio Díaz, secretario general de CNT, y Maribel Ramírez, secretaria de Acción Sindical de CGT. Cedida por Álvaro Minguito

Tan cierto es que el estar dividido debilita como que la unión hace la fuerza. Bajo esa premisa, las tres principales organizaciones anarcosindicalistas del Estado español han decidido emprender un camino nuevo, nunca explorado hasta la fecha. La CNT, CGT y Solidaridad Obrera se dan la mano y superan enfrentamientos pretéritos para hacer frente a las luchas que vendrán: defensa de las pensiones y servicios públicos, crisis económica y ecológica, y denuncia de la represión hacia los movimientos sociales.

Más de 30 años después del conflicto que descompuso a la primigenia Confederación Nacional del Trabajo (CNT), esta centenaria organización anarcosindical estrecha lazos con la Confederación General del Trabajo (CGT) y Solidaridad Obrera. Los tres sindicatos dejan atrás viejas rencillas del pasado para materializar en mesas de diálogo lo que ya era una realidad a pie de calle: "Nos veíamos en las mismas movilizaciones y nos solidarizábamos ante la represión que sufría cada una, pero no hablábamos entre nosotras. No hablar entre las organizaciones que buscamos un mismo fin no trae ningún beneficio al fin que buscamos", relata Maribel Ramírez, secretaria de Acción Sindical en CGT a nivel confederal.

"A la clase trabajadora. Por la movilización y la confluencia" ha sido el titular que las tres entidades han puesto a su hermanamiento. Así pues, estas organizaciones se reconocen como "herederas de la tradición obrera del anarcosindicalismo", que aseguran que mantienen, y señalan que fomentan "la memoria de quienes lucharon por la construcción del movimiento obrero en el territorio" que comparten. "Y que tenemos en común el objetivo de construir una sociedad libertaria, en la que la explotación y la opresión hayan desaparecido", tal y como reza el texto mediante el que dieron a conocer la confluencia.

Maribel Ramírez: "La base de las organizaciones es el respeto y la solidaridad"

Ramírez, la militante de CGT, considera que este acuerdo tendría que haber llegado antes: "La base de las organizaciones es el respeto y la solidaridad. En diferentes ámbitos, ya se había producido cierto acercamiento ante cualquier tipo de opresión. Si eso ya se hacía, ¿por qué no hablar claramente?", se pregunta.

Antonio Díaz, el secretario general de la CNT a nivel confederal, enfatiza que, por el momento, la confluencia se encuentra en una fase en la que están recabando información y propuestas. "La anarcosindical es asamblearia por definición y perfilar todas las luchas a las que nos enfrentaremos llevará algo de tiempo", en sus propios términos.

Unión y solidaridad

José Luis Carretero: "Vemos la unidad de acción con una mirada distinta a la de quienes nos antecedieron"

La unión, a su vez, parece que procede de un cambio generacional en la militancia de estas tres organizaciones. "Vemos la unidad de acción con una mirada distinta a la de quienes nos antecedieron, aunque hasta cierto punto hayamos heredado, y ya superado, esos resquemores, odios y sectarismos del pasado", describe José Luis Carretero, secretario general de Solidaridad Obrera a nivel estatal. Y continúa: "Vivimos un escenario completamente nuevo. Era difícil que la generación del conflicto en los años 70 y 80, en los que se hicieron todo tipo de cosas extremadamente desagradables, generara un nuevo proceso de unificación teniendo en cuenta los precedentes".

Sin ir más lejos, Díaz ya había saboreado esa unión entre organizaciones, aunque hasta el momento no se hubiera materializado. Díaz pertenece a CNT Madrid, sindicato de la ciudad que acogió la multitudinaria manifestación en favor de las represaliadas por el caso de La Suiza, una pastelería de Gijón. En la marcha, tanto CGT como Solidaridad Obrera estuvieron presentes. "Tenemos nuestras diferencias, pero estamos transitando un camino basado en el respeto. Cada cual tiene sus maneras de hacer las cosas y eso nos permite confluir en los puntos más generales y trabajar en ellos", añade el mismo Díaz.

Confluencia anarcosindical
Maribel Ramírez, secretaria de Acción Sindical de CGT; Antonio Díaz, secretario general de CNT, y José Luis Carretero, secretario general de Solidaridad Obrera. Cedida por Álvaro Minguito

En defensa de los intereses de la clase trabajadora

Entre sus luchas destacan la defensa de las pensiones, los servicios públicos o la vivienda de la clase trabajadora

Una vez superado aquello, estos sindicatos todavía no se han marcado un calendario específico de acciones, aunque lo que sí es seguro es que se llevarán a cabo más movilizaciones de forma conjunta. Por ejemplo, ya trabajan en un acto en memoria de Melchor Rodríguez. De todas formas, la confluencia anarcosindical también mira hacia el presente.

La primera reivindicación que aparece en su comunicado conjunto, de hecho, señala la necesidad de defender las pensiones públicas, "teniendo bien presente que los recortes planificados en las mismas son una agresión, no tan solo contra los y las pensionistas, sino contra el conjunto de la clase trabajadora". Asimismo, mencionan "la defensa de los servicios públicos, exigiendo la reversión de los servicios privatizados y de las leyes que lo permiten, así como el aumento de las plantillas y de los presupuestos destinados a servicios como la sanidad, la educación o la dependencia".

El segundo punto que las tres organizaciones consensuaron escribir en su comunicado se refiere a "la defensa de la igualdad en los centros de trabajo, garantizando la desaparición de la brecha salarial entre hombres y mujeres y la prevención de riesgos frente a las patologías laborales que afectan en mayor medida a las mujeres". De la misma forma, hacen hincapié en la defensa del derecho a la vivienda de la clase trabajadora, la defensa de la naturaleza y el fin de la participación española en cualquiera de las guerras en las que está participando, incluida la de Ucrania.

"Reclamamos la libertad de todas las personas que están siendo represaliadas por participar en las luchas sociales"

No pasa desapercibida la represión que el Estado, tanto a nivel policial como judicial, está llevando a cabo contra activistas. Por eso, los tres sindicatos demandan "el fin de la represión contra los movimientos sociales y contra el movimiento obrero. (...) Reclamamos la libertad de todas las personas que están siendo represaliadas por participar en las luchas sociales".

Enfrentar una crisis de crisis

Carretero opina que todas estas luchas ya están aquí y que deben leerse en presente: "Tenemos encima unas crisis en las que se cruzan una serie de crisis puntuales interdependientes que se han desplegado en los últimos años. Ahora tenemos una crisis ecológica desatándose en la que tendremos que ver hasta qué punto el proceso de transición ecológica de las clases dirigentes la puede remediar. También la crisis de Ucrania, lo que puede ser el pistoletazo de salida a una serie de guerras frías y calientes entre el norte y sur global", desarrolla el militante de Solidaridad Obrera. A todo ello se suma una crisis económica larvada, como ese viejo topo que una y otra vez vuelve a enseñar la cabeza.

"Nosotros somos el sindicalismo con mayúsculas, no el que está hecho con prebendas por parte del Estado o a través de la contratación, el acuerdo con los empresarios y la estabilización del sistema", aduce el propio Carretero. Él describe a CNT, CGT y Solidaridad Obrera como el sindicalismo originario, "el que piensa que, para cambiar el mundo, es imprescindible la autorganización de los trabajadores y trabajadoras".

CNT, CGT, Solidaridad Obrera
Rueda de prensa conjunta presentando públicamente la confluencia.  Cedida por Álvaro Minguito

A pesar de las buenas intenciones y de que se trata de un acuerdo a nivel estatal, no todos los militantes de estas organizaciones verán con buenos ojos la confluencia. Ramírez, secretaria general de Acción Sindical CGT, tiene unas palabras para ellos: "El no confluir no nos llevaba a nada. Antes no hablábamos entre nosotros y no sacábamos ningún beneficio de aquello". Esta unión, dice, es esencial para hacer frente a la crisis que se avecina sobre unas necesidades básicas ya recortadas. "Pensamos que el capitalismo seguirá empujando, que dará un paso más, porque nunca le es bastante, y nosotros y nosotras tenemos que estar preparados para hacerle frente", finaliza Ramírez.

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