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La china Evergrande se hunde en Bolsa ante una eventual reestructuración de su elevada deuda

La compañía, que en en su día fue la promotora inmobiliaria más importante del gigante asiático, anuncia que es posible que no pueda hacer frente a toda su deuda. El grupo tiene que hacer frente a un pasivo de más de 300.000 millones de dólares.

La sede central del gigante inmobiliario chino Evergrande, en Shenzhen, en la provincia de Guangdong. REUTERS/Aly Song
La sede central del gigante inmobiliario chino Evergrande, en Shenzhen, en la provincia de Guangdong. Aly Song / REUTERS

Las acciones del endeudado gigante inmobiliario chino Evergrande en la bolsa de Hong Kong cayeron este lunes a su nivel más bajo desde mediados de 2010 después de que la compañía anunciase que es posible que no pueda hacer frente a toda su deuda y que negociará un plan de reestructuración con sus acreedores offshore (en moneda extranjera). Los títulos se han dejado en la jornada más de un 13%, y en lo que va de año ya han perdido más de un 85% de su valor.

Este lunes, además, era la fecha límite de las prórrogas para pagar un total de 82,5 millones de dólares en concepto de intereses de dos paquetes de bonos offshore, uno con vencimiento en noviembre de 2022 y otro, un año después.

Evergrande debía haber abonado esas cantidades el pasado 6 de noviembre, pero las cláusulas de sus bonos incluyen una prórroga de 30 días naturales tras la fecha de pago antes de que se pueda considerar que la compañía ha incurrido oficialmente en impago. En las últimos meses, el grupo ha estado haciendo frente a sus pagos de deuda en el último momento.

El viernes pasado, la compañía, que fue en su día la promotora inmobiliaria más importante de China, reconoció en un comunicado que que "no hay ninguna garantía" de que disponga de fondos suficientes para cumplir con sus obligaciones financieras ante su crisis de liquidez, causada en parte por las restricciones impuestas por Pekín al acceso a la financiación bancaria para las promotoras más endeudadas, al tiempo que avanzaba el posible impago de 260 millones de dólares de un aval.

En ese comunicado, el grupo anunció su intención de negociar con sus acreedores un plan "viable" para la reestructuración de su deuda offshore.

El portal de noticias económicas Caixin apuntó que el impago podría generar una situación de cross-default ("insolvencia cruzada"), en la que el incumplimiento con un solo acreedor basta para que otros puedan reclamar la devolución de sus préstamos. Ese medio recordó que la deuda offshore de Evergrande es de más de 19.000 millones de dólares, frente a los 300.000 millones del pasivo total del grupo (aunque según las autoridades chinas solo un tercio de esa cantidad se corresponde a obligaciones financieras).

Los comentarios pesimistas que ha hecho la promotora inmobiliaria alimentan las expectativas de que el Estado intervenga directamente. La quiebra de Evergrande podría repercutir en el conjunto del sector inmobiliario y en otros ámbitos de la economía china.

Al comunicado de la compañía del viernes le siguió otro de las autoridades de la provincia donde tiene su sede, Guangdong, en la que decían que enviarían un grupo de trabajo a Evergrande a petición de la promotora para supervisar la gestión de riesgos, reforzar el control interno y mantener las operaciones.

El banco central chino, el regulador bancario y de seguros, y el regulador del mercado de valores también hicieron declaraciones, diciendo que el riesgo de contagio de la crisis de Evergrande para otras compañías del sector es "controlable" y que "no tendrá un impacto negativo" en el sistema financiero del país.

Los analistas dijeron que el esfuerzo concertado de las autoridades indicaba que Evergrande probablemente ya ha entrado en un proceso gestionado de reestructuración de activos de deuda para reducir el riesgo sistémico. Morgan Stanley señaló en una nota que dicho proceso implicaría la coordinación entre las autoridades para mantener el funcionamiento normal de los proyectos inmobiliarios, y la negociación con los acreedores internos para garantizar la financiación del desarrollo y la finalización de los mismos.

Los reguladores también facilitarían probablemente la discusión de la reestructuración de la deuda con los acreedores en el extranjero después de que las operaciones comerciales comiencen a estabilizarse, dijo el banco de inversión estadounidense. 

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