Renfe ha lanzado el concurso público para comprar 211 nuevos trenes de Cercanías que además serán trenes de gran capacidad, esto es, que transportarán al menos 900 viajeros, un macropedido valorado en un total de 2.726 millones de euros.

El contrato incluye el posterior mantenimiento de los vehículos durante quince años y, además, la opción de que la operadora ferroviaria encargue hasta 120 trenes más.

Se trata por tanto del pedido estrella del plan de compra de nuevo material rodante que Renfe prevé acometer en la primera mitad de este año por un importe total de 3.000 millones de euros. Su licitación se aprobó este la reunión del consejo de administración de la compañía de este lunes.

Con este pedido, Renfe tiene ya en marcha el grueso de este programa de renovación de material rodante, dado que ya ha lanzado otros dos contratos que suman 700 millones, el de adquisición de vehículos de vía estrecha y el de locomotoras AVE con cambio de ancho.

Con el megapedido que promueve ahora, la compañía ferroviaria pretende renovar el parque de trenes con que explota el servicio de Cercanías y, al tiempo, dotarse de un nuevo tipo de tren, de vehículos de gran capacidad, esto es, que puedan transportar mayor número de pasajeros en un mismo trayecto.

En concreto, los nuevos trenes deberán tener capacidad para, al menos, 900 pasajeros. Los vehículos tendrán además que contar con conexión inalámbrica a Internet (WiFi), medidas de accesibilidad y espacio para bicicletas y carritos infantiles, entre otras dotaciones.

Renfe saca a concurso el contrato en dos lotes, uno de 176 trenes de cien metros de longitud y para 900 viajeros, y un segundo lote por los 35 trenes restantes que serán incluso de mayor tamaño, de 200 metros de longitud y, por lo tanto, capaces de transportar más de un millar de pasajeros.

Así, la compañía ferroviaria calcula que la capacidad de su parque de trenes de Cercanías aumentará en un 20% en comparación con la actual. Los nuevos vehículos se destinarán fundamentalmente a "maximizar la capacidad de transporte" en los grandes núcleos como son Madrid y Barcelona.

La compra de estos trenes está también vinculada a los planes de mejora de las redes de Cercanías que Fomento ha puesto en marcha en las principales ciudades donde Renfe presta este servicio, como son Madrid, Barcelona o Valencia. Además de la incorporación de nuevos trenes, estos planes contemplan obras de mejora de ampliación de las infraestructuras y las estaciones.

Monopolio asegurado

Renfe puso en marcha a comienzos de este año este programa de inversión en trenes, toda vez que a finales de 2018 se garantizó el monopolio en la explotación de los servicios de Cercanías y los de Media Distancia (regionales) durante al menos diez años más.

Se trata de los trenes que tienen consideración de servicio público, y por tanto reciben una subvención anual del Estado de unos 1.000 millones de euros, y que quedarán al margen de la apertura a la competencia del transporte de viajeros en tren programada para diciembre de 2020. Renfe sólo afrontará la entrada de otros operadores en el AVE y la Larga Distancia.