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'Riders', hostelería y trabajadores sin contrato: precariedad en tiempo de coronavirus

Uber Eats ha mandado un correo a todos sus usuarios regalando 15 euros en el primer pedido bajo el lema "No te la juegues"

Repartidor de Glovo
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alejandra de la fuente

La crisis del coronavirus ha propiciado una ola de preocupación entre los españoles. Desde hace días es era prácticamente imposible encontrar mascarillas y desinfectantes. Ahora, tras los anuncios de varias comunidades autónomas del cierre de la comunidad educativa durante, al menos quince días, mucha gente ha tomado la decisión de hacer acopio de comida durante una temporada.

Algunas empresas no han dudado en aprovechar la coyuntura, como es el caso de Uber Eats que ha mandado un correo a todos sus usuarios regalando 15 euros en el primer pedido bajo el lema "No te la juegues" , incitando a sus clientes a pedir comida a casa. 

Anuncio de Uber Eats
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Ahora se vislumbra un nuevo escenario para muchos trabajadores de este tipo de empresas de reparto. Muchos tendrán que elegir si seguir trabajando, pese a las recomendaciones del Gobierno de teletrabajar, o de lo contrario parar su producción y con ello su inyección de dinero mensual.

Los riders son ejemplo de ello. Si no trabajan no cobran y, además, pierden puntos en la App que les proporciona los pedidos. Es muy posible que durante una temporada impere la ley del más fuerte, o, mejor dicho, la ley de los más precarios.

Riders, limpiadoras, autónomos… tendrán que elegir qué decisión tomar de cara a esta crisis.

De nuevo son los más precarios los que se expondrán más al virus. Ya no sólo hablamos de personas autónomas o que trabajan sin seguridad social, también hablamos de aquellos que trabajan de cara al público.

España es un país en el que el sector servicios tiene mucha fuerza y la hostelería, que a su vez es un sector bastante precarizado, no existe la posibilidad de teletrabajar.

Francisco es rider en Madrid y confiesa que no le hace "ninguna gracia la situación". "Cuando vi la publicidad de Uber Eats me sentí profundamente mal. Yo trabajo en esto porque no tengo otra cosa y aunque entiendo que estas empresas se nutren de eso, el descaro es lo que me molesta", explica a Público.

"Tengo un bote de gel desinfectante y me lo echo siempre que toco algo, pero aún así…", cuenta.

Varios riders han explicado a Público que han notado un incremento de pedidos en los últimos días. "Yo sólo espero que, si me la tengo que jugar sí o sí, por lo menos aumenten el número de comandas y así poder meter más dinero en casa", confiesa.

"No te voy a decir que no tengo miedo, que claro que lo tengo… lo que más me preocupa es dejar a los niños con los abuelos si te soy sincera", explica Miriam, una camarera madrileña.

"Ahora con el buen tiempo va a venir muchísima gente al bar, como de hecho ya estamos notando. Yo cojo vasos de los que bebe la gente, tenedores, platos… y no tengo la opción de teletrabajar evidentemente", añade.

"Tengo una compañera que se niega a dejar a sus hijas con sus abuelos porque le da mucho miedo. Ha hablado con la hija de una vecina y se va a quedar con ellas, pero no le puede pagar mucho, creo que le va a pagar 4 euros la hora. Si es así, me estoy planteando en hacer lo mismo, por una parte, me da rabia porque no puedo pagar más, pero ¿qué hago?", añade.

"Me da mucha pena porque, efectivamente, somos los pobres los más desprotegidos", finaliza Miriam.

El último estudio de Infojobs demuestra que sólo 2 de cada 10 empleados pueden teletrabajar mostrando que España se coloca a diez puntos por debajo de la media de la Unión Europea.

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