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Vehículos diésel El diésel pincha: la venta de vehículos de gasóleo se desploma en España

El aumento del precio del combustible y las restricciones por sus efectos contaminantes hacen que pierda en dos años un tercio de su cuota de mercado.

Tráfico de salida de Madrid por la A1. /EFE

La venta de vehículos diésel ha pinchado en España, donde en dos años y medio, ante la pérdida de la ventaja competitiva que suponían los bajos precios del gasóleo y las expectativas de restricciones a su circulación por sus efectos contaminantes, ha perdido prácticamente un tercio de su cuota de mercado y ha cedido el primer puesto a los motores de gasolina por primera vez en décadas.

Los datos sobre el Impuesto de Matriculación de la Agencia Tributaria reducen la cuota de mercado de los automóviles con motor diésel al 43,3%. diez puntos menos que el año anterior (53,22%) y más de 17 por debajo de la cota de 2016, cuando alcanzaba el 60,9%

Entre 2008 y 2014 los vehículos de gasóleo copaban más de dos tercios de las ventas del mercado español, con el récord en el 2011 cuando más de siete de cada diez coches, furgonetas y camiones llevaban ese tipo de motores.

¿Cuáles han sido los motivos de este desplome? Hay, básicamente, dos razones. "El diésel ya no tiene un precio tan competitivo al haber aumentado los precios del combustible y, por otro lado, muchas ciudades europeas se plantean restringir la circulación de este tipo de vehículos por los efectos contaminantes de sus emisiones de Nox y de partículas sólidas", explica Mónica Vidal, de Ecodes (Fundación Ecología y Desarrollo). "Se están restringiendo los incentivos al diésel y hay temor a que no puedan circular", señala.

Sube el precio del gasóleo

El precio medio del gasóleo de automoción era esta semana apenas diez céntimos inferior al de la gasolina sin plomo Eurosúper-95 (1,25 por 1,35 euros) y 22 menor que la Eurosúper-98 (1,47). Hace tres años, la diferencia era de alrededor de 20 y de 30 céntimos, respectivamente.

Y la brecha se reducirá más todavía si el Gobierno materializa su anuncio de nuevas subidas impositivas para desincentivar su uso, con la excepción del combustible destinado al transporte de mercancías y a usos agrícolas, y de reducir las ventajas para los vehículos con motor de gasóleo en el Impuesto de Matriculación.

En cuanto a las emisiones contaminantes, si bien los motores diésel lanzan menos CO2 que los de gasolina, los primeros prácticamente cuadruplican, con una media de 210 miligramos por kilómetro frente a 59, la generación de NOx, un grupo genérico de gases reactivos que contienen oxígeno y nitrógeno como el dióxido de nitrógeno (NO2) y el óxido nítrico (NO).

"El problema principal del diésel es que tiene asociadas unas emisiones muy elevadas de NOx, agente ligado directamente con enfermedades respiratorias. En este caso estamos hablando de una problemática ambiental local que ha hecho que diferentes ciudades se estén planteando la limitación de circulación de vehículos con este combustible", explica Vidal, que rebate uno de los argumentos a favor del diésel que defiende la industria: "Muchos fabricantes dicen que las emisiones de CO2 de los vehículos están aumentando porque se vende menos diésel y más gasolina, pero si realmente están aumentando es porque cada vez publicitan y por tanto venden, vehículos más grandes y con motores más potentes".

El efecto de los 'todocaminos'

La venta de vehículos diésel sigue en volúmenes elevados en España pese a la pérdida de cuota de mercado. De enero a junio se vendieron 312.000, un promedio inferior, en cualquier caso, tanto a los 677.000 del año anterior como a las cifras de 2016 (712.000) y 2015 (676.000), los tres primeros ejercicios en los que, desde 2008, se colocaban en el país más de un millón de automóviles.

El sostenimiento de las ventas de vehículos con motor diésel en los últimos años se debe a la política comercial de la industria, con la promoción de los llamados SUV o ‘todocaminos’, que el año pasado supusieron más de la mitad del negocio, con más de 400.000 unidades y un crecimiento de más de 150.000 frente a 2015 y de casi 300.000 con respecto a 2012.

La mayor comercialización de este tipo de automóviles, cuyas emisiones de CO2 son más intensas que las de los utilitarios por la mayor potencia de sus motores, ha sido clave en el aumento del precio medio de los diésel, que pasó de 17.679 euros por vehículo en 2015 a 19.238 en el primer semestre de este año.

El nuevo sistema de homologación

Y este año ha entrado juego un factor de control ambiental al que los concesionarios han respondido con una política comercial de automatriculaciones y descuentos en julio y agosto.

El 1 de septiembre, tras dos años de negociaciones entre la Comisión, el Parlamento y el Consejo europeos, entra en vigor el nuevo sistema de homologación de vehículos WLTP, establecido como reacción al escándalo del fraude en las emisiones conocido como 'dieselgate', que incluye mediciones reales de los automóviles y que es muy restrictivo con los motores de gasóleo.

Eso hará que muchos de los vehículos en stock a partir de esa fecha no vayan a superar los controles por lo que los concesionarios han optado por ponerlos a la venta con grandes rebajas, de hasta el 35% en algunos casos, y por matricularlos ellos mismos para tratar de colocarlos después como coches de ‘kilómetro cero’.

La homologación se produce en el momento de la matriculación, por lo que sus mayores emisiones contaminantes no supondrían ninguna traba a su circulación si han sido dados de alta antes de esa fecha. Otra cosa es que, más adelante, en caso de establecerse nuevas condiciones más restrictivas, puedan no superar las revisiones de la ITV.

Fuentes de Faconauto, la principal federación de concesionarios de automóviles de España, cuyos datos rebajan la cuota de mercado del diésel al 37,33% entre enero y junio, declinaron pronunciarse.

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