Público
Público

Máxima expectación por el caso de Sara Morales

El pozo donde se buscan sus huesos quedará vacío este miércoles

SUSANA HIDALGO

Nieves Hernández tuvo hoy tanta angustia que quiso tomar el aire y salió de su casa en el barrio de Escaleritas, en Las Palmas de Gran Canaria. Se fue con su marido a comer y a dar un paseo para desconectar del mundo. A Nieves, en los últimos días, le falta el aliento. La mujer, madre de la adolescente Sara Morales, quiere saber 'ya' si los restos óseos que hay dentro de una bolsa metida en un pozo en Jinámar, en la capital grancanaria, corresponden, o no, a su hija, desaparecida el 30 de julio de 2006, cuando tenía 14 años.

Para Nieves, estos últimos días están siendo 'una pasada'. Hoy, por lo menos, el subdelegado del Gobierno en Las Palmas, Vicente Oliva, cerró el calendario de espera. 'En 24 horas el pozo estará vacío de agua y podremos sacar la bolsa con los restos óseos', señaló Oliva, a las 19.30 hora peninsular, al medio centenar de medios y vecinos que hacían guardia delante de la zona de búsqueda. Algunos residentes auparon a sus hijos a los hombros para que siguiesen la improvisada rueda de prensa.

La espera es angustiosa y larga. El pozo, ubicado dentro de una casona abandonada, tiene tal cantidad de agua y de basura que hoy fue necesario traer una bomba de extracción más potente para poder acometer los trabajos. Hasta ahora, las otras bombas utilizadas drenaban el agua, pero no a la suficiente velocidad. El problema es que, mientras se vacía el pozo, el agua entra a través de unas galerías subterráneas, y la oquedad vuelve a llenarse de nuevo. Así que se necesitaba un aparato más potente. 'Que saca 30 litros de agua por segundo', apostilló Oliva. E insistió en que la extracción de los restos 'se ha empezado tan pronto como se ha podido'.

Los operarios colocaron con esmero las tuberías y una especie de cubo con redecilla para filtrar el agua y acumular así posibles pruebas. Pero, al comienzo del drenaje, el líquido salió con tanta fuerza que se llevó por delante el cubo y quedó esparcido por los terrenos. Esta y el resto de operaciones de la Policía Nacional y el ejército fueron seguidas con gran expectación por los vecinos.

Ante la imposibilidad de acercarse a la casona, muchos curiosos optaron por subirse ladera arriba hasta lo alto de una montaña para tener mejores vistas. 'Mamá, no veo la bomba', decía un niño mientras se ponía de puntillas. La madre comentaba: 'Es mucho mejor verlo aquí que por la tele, es tan diferente'. Otra mujer aprovechó la aglomeración de gente para hacer negocio y vender cupones de Lotería.

Cuando la bolsa sea sacada del pozo, queda determinar si su contenido se corresponde con restos óseos humanos, y si estos corresponden a Sara o a otra persona. La Policía Nacional mostrará los huesos a un grupo de forenses de Madrid que tiene previsto volar este miércoles a Las Palmas. Si son o no de Sara, tardará algo más en saberse.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias