¿Cuál es la asignatura pendiente de la movilidad en España?

La igualdad en el acceso. Hay que potenciar la movilidad interurbana e incentivar los desplazamientos periféricos porque las actividades se están descentralizando. Hay que conseguir una sociedad cohesionada y el transporte, cuyo objetivo principal es el civismo, es una herramienta perfecta para lograrlo.

¿Cómo valora la introducción del tranvía y el metro ligero?

El tranvía es un símbolo del transporte público, que nunca tendría que haber desaparecido de España. Pero su implantación requiere una buena articulación con la red de autobuses, que no siempre se da. El metro ligero cubre otro tipo de demanda, ofrece más frecuencia, más velocidad y menos interferencias en las calles, lo cual fomenta la movilidad sostenible.

Los Cercanías y el AVE han sido focos de polémica. ¿Tenemos un buen transporte ferroviario?

En todo se puede mejorar, pero nuestra red de Cercanías es muy completa y el AVE, además de ofrecer un servicio eficiente, ha hecho que mucha gente vuelva a desplazarse en tren y que mucha otra descubra este medio de transporte.

4

Los ciudadanos critican los precios del transporte.

El transporte público quita coches de las carreteras, reduce las emisiones de CO2 y permite el ahorro de energía. Estos beneficios que otros sectores obtienen gracias a él debería invertirse en su financiación.

¿El transporte en España se adapta a las necesidades de los ciudadanos?

Las autoridades piensan sólo en la manera en la que se desplaza la sociedad hoy y olvidan el medio plazo. Aunque la oferta de movilidad se está adaptando al ritmo de los ciudadanos, que cada vez hacen desplazamientos más largos, me preocupa que los gerentes piensen más en las infraestructuras que en la esencia del transporte.