Este artículo se publicó hace 3 años.
Recuperan los restos de 50 soldados muertos en Batalla del Ebro
La única pista para intentar identificar a los combatientes que se están recuperando es una libreta en la que uno de los médicos del hospital anotó el nombre de una treintena que murieron durante la estancia en el Mas de Santa Magdalena.
Móra D'ebre (Tarragona)-
Los restos de 54 soldados republicanos fallecidos en la Batalla del Ebro durante la Guerra Civil han sido recuperados en una fosa situada en Móra d'Ebre (Tarragona).
La fosa se encuentra situada en la sierra de Cavalls, en las afueras de la capital de la Ribera d'Ebre, cuyos trabajos corren a cargo de la Dirección General de Memoria Democrática, del departamento de Justicia de la Generalitat.
Los arqueólogos han abierto 14 de las más de 60 zanjas o zonas de enterramiento que hay en la finca, y se prevé que los trabajos continuarán durante dos o tres meses y que aparezcan, por lo tanto, más cuerpos.
El ejército republicano utilizó el Mas de Santa Magdalena como hospital de guerra durante al menos agosto y septiembre de 1938, en plena Batalla del Ebro.
Los médicos operaban de urgencia a los soldados más graves, y el resto se trasladaban a los hospitales situados en la retaguardia, pero había combatientes que ya llegaban muertos y otros que no sobrevivían a las operaciones, por lo que esos cadáveres se enterraban en la fosa anexa a la Masía.
La única pista para intentar identificar a los soldados que se están recuperando es una libreta en la que uno de los médicos del hospital, el doctor Miquel Gras Artero, anotó el nombre de una treintena que murieron durante la estancia en el Mas.
La libreta la ha facilitado la asociación No Jubilem la Memoria, del Priorat y las investigaciones han permitido, de momento, localizar a los familiares de dos soldados cuyo nombre está en la libreta del doctor Gras.
Se trata de Josep Aubeso y Joan Urgell, y ahora los cruces genéticos deberán confirmar si los dos hombres están entre los individuos que se están recuperando a la fosa.
La Dirección General de Memoria Democrática también está en trámites para adquirir un fondo del fotógrafo Alec Wainman, un brigadista británico que captó imágenes del momento en que se cavaban las zanjas de Santa Magdalena.
Las fotos están en manos de su hijo, que vive en Canadá, y aparte de su valor histórico y documental, podrían permitir descubrir nuevos puntos de enterramiento.
Alec Wainman hizo de conductor de ambulancias durante la Guerra Civil y documentó episodios como el frente de Aragón o la Batalla del Ebro.
La fosa del Mas de Santa Magdalena es la 34 actuación del Plan de fosas, el programa que desde de 2017 planifica y calendariza la apertura de fosas y los trabajos para identificar a las víctimas.
El plan ha facilitado la recuperación de los restos de 393 personas, de las que nueve han sido identificadas con el programa de identificación genética, que es el sistema que dispone de una base de datos con los perfiles genéticos de los familiares de las víctimas y de los restos localizados en las fosas, por lo que se cruzan para ver si hay una coincidencia genética.
Además de estas nueve personas, el Programa también ha facilitado la identificación de un vecino de Salamanca recuperado de una fosa de Pamplona,
a raíz de un convenio firmado entre los gobiernos de Cataluña y Navarra para compartir el ADN.
El Programa de identificación genética dispone actualmente de unas 2.500 muestras de ADN de donantes vivos y de unos 300 perfiles genéticos de restos de fosas.
El censo de personas desaparecidas dispone de unos 6.000 casos inscritos, de los que unos 1.500 corresponden a personas del resto de España que murieron o desaparecieron en Cataluña.
Se calcula que en Cataluña hay unas 20.000 personas enterradas en fosas de la Guerra Civil, y la Dirección General de Memoria Democrática tiene documentadas 527 fosas.
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