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Anna Castillo interpreta a Nati en 'Fácil', una serie de Movistar+.
Anna Castillo interpreta a Nati en 'Fácil', una serie de Movistar+.
Anna Castillo, en un fotograma de 'Girasoles Silvestres'. — AContracorriente Films
Anna Castillo, en un fotograma de 'Girasoles Silvestres'. — AContracorriente Films

Anna Castillo: «El sistema oprime a las madres, sobre todo, cuando son jóvenes y no tienen recursos»

La temporada de nominaciones acaba de empezar y Anna Castillo ya se postula a Los Goya y a Los Feroz como mejor actriz protagonista por su papel en ‘Girasoles silvestres’. En la pequeña pantalla, acaba de estrenar ‘Fácil’. Hablamos con ella sobre las mujeres en las que ha transitado para estos proyectos.

Aurora Muñoz

Anna Castillo ya tiene un cabezón en casa. Y no cualquiera. En 2017, ganó el Goya a Mejor Actriz Revelación por dar vida a Alma en la película El Olivo, de Icíar Bollaín. Entonces, tenía 24 años y los críticos veteranos, muy aficionados a alimentar las supersticiones que ya huelen a polvo de telón de cine antiguo, advertían sobre la terrible maldición de la ganadora de ese galardón que, por lo visto, hace pasar sin pena ni gloria a sus receptoras. Ella, que es más del lema de Los Javis, aplicó aquello de «lo hacemos y ya vemos». A tirar millas.

En estos cinco años de caminata fílmica, ha seguido sumando nominaciones y premios a su palmarés, como quién hace muescas en la madera. Parece fácil, como el título de la nueva serie que estrena como protagonista en Movistar+, pero nada lo es. La actriz catalana contempla las llamas incendiarias de las redes sociales desde lejos, sin preocuparse de que le alcance el fuego. Va con su verdad puesta a las entrevistas y a los sets de rodaje. No es mal traje ignífugo.

Estos días se lo ha llevado consigo a Grecia, donde acaba de comenzar la grabación de Un cuento perfecto, la nueva miniserie de Netflix basada en la novela homónima de Elísabet Benavent. Durante esta entrevista, se sacude por un rato la comedia romántica y charla con UwU sobre anarquismo, maternidad precoz, discapacidad, sexo sin complejos y precariedad. Aquí nos va el punk.

El lunes 19 de diciembre es la cena de nominados a los Goya. Ya tienes prácticamente el plato calentito sobre la mesa y no podemos dejar de preguntarte por Girasoles Silvestres. Vuelves a tratar el tema de la maternidad después de Viaje al cuarto de una madre, pero con el rol invertido. ¿Cómo se lleva este cambio de perspectiva?

Para mí ha sido un viaje bastante increíble. Hablar de una maternidad como la de Julia, que es una chica muy joven, con pocas herramientas emocionales y con casi menos recursos económicos, ha sido ha sido bastante revelador para mí. Siempre he visto a mi alrededor madres sufriendo el peso de la carga mental, pero nunca había sido consciente de manera tan dolorosa y evidente que todas las mujeres con las que he crecido han sufrido algo muy parecido a ella. Ya no hablo de relaciones de malos tratos, pero sí de cómo este tipo de maternidad patriarcal les ha marcado. Hace relativamente poco que empecé a darme cuenta de que la maternidad también puede ser feminista y haciendo esta película comprendí que Julia es la representación y la consecuencia de un sistema que oprime a las madres, sobre todo, cuando son jóvenes y no tienen recursos.

El Olivo trata de otro vínculo familiar muy intenso: el de una nieta con su abuelo. También tiene un punto ecologista, de defensa de lo autóctono. Pongámonos un poco Macaco, ¿te preocupa la deriva que llevamos con la Pachamama?

Uf, me agobia muchísimo pensar en lo que se queda, pero tengo la sensación de que todo eso se me escapa y no sé qué hay que hacer. Ese es el gran tema ahora mismo. Estamos todos con la sensación de que debemos dejar de comer carne, reciclar, consumir de forma más consciente; pero parece que esto ya no tiene solución. ¿Qué hacemos?, ¿cómo lo resolvemos?.

En una entrevista a SModa, confesabas recientemente que lo de TikTok no va contigo. ¿Te sientes una viejoven, en cierto modo?

¡Tampoco es eso! Los Zeta me gustan mucho, me caen genial, pero es como si hubiera una brecha generacional o, por lo menos, a mí me ha pasado. En teoría, yo soy una millennial, ¿no?, y ya me doy cuenta de que mi generación no tiene nada que ver con la suya. Es cosa de cinco años de diferencia solo, ¿eh?, pero se nota. El otro día estaba viendo la serie Autodefensa de Filmin y pensaba: «Joder, qué guay, pero… ¿Qué ha pasado? ¿Cómo puedo sentirme tan distinta a ellas?».  Yo me siento más identificada con toda la cultura pop de los 2000, Instagram y estas vainas, pero TikTok y los youtubers no son lo mío.

Hemos hablado del feminismo con hijos, siendo zeta y cuando no te da la cuenta a final de mes, pero el movimiento es aún más transversal. Fácil, la serie que acabas de estrenar en Movistar Plus+ aborda la discapacidad con gafas moradas para hacer un retrato que puede parecer transgresor a los que no quieren ver la realidad. Discapacitadas o no, ¿crees que la sociedad patriarcal todavía nos quiere imponer una tutela a las mujeres?

Sí, creo que a las mujeres se nos infantiliza, en general, y a las mujeres con discapacidad, todavía más. El personaje de Marga se pregunta por qué le molesta tanto a la gente que se toque ‘su coño’ y tiene toda la lógica que no lo entienda, porque es su cuerpo. Se llega a plantear que le aten las trompas para que no pueda quedarse embarazada. Todo esto es real. Nosotras estuvimos en varios pisos tutelados durante el proceso y nos encontramos con que el tema de la maternidad era muy fuerte para muchas de ellas. Cuando les preguntábamos por el deseo de tener hijos, algunas no querían ni contestar, porque las habían operado y les daba mucha pena. Me pareció terrible.

¿Qué le dirías a la gente que aún no conoce a Nati y espera encontrarse otro Campeones?

Campeones es una película muy chula, muy luminosa y muy tierna, pero Fácil no tiene nada que ver, sobre todo porque el protagonista de Campeones es Javier Gutiérrez y la mirada es desde él hacia el grupo de chicos. En Fácil, la mirada está situada en ellas, observamos lo que sucede desde el punto de vista de las cuatro protagonistas con discapacidad intelectual. Solamente por eso, el código es completamente distinto. Es una serie muy punki, es divertida, a la vez tiene cosas terriblemente duras y algo que también es muy importante: lleva mucha información. Anna R. Costa ha hecho un trabajo brillante de guion y de tono, porque entra perfectamente desde la comedia.

¡Tremendo melón que se abre con el guion! Cristina Morales, la autora de Lectura Fácilel libro en el que se inspira la serie, galardonado con el Premio Nacional de Narrativa—, escribió una columna de opinión donde se quejaba del tratamiento que se ha dado a la historia. En concreto, considera que se ha desdibujado el anarquismo y que se pierde parte de su visión crítica a los servicios sociales. ¿Estás de acuerdo con ella?

Lectura Fácil es una obra brillante y admiro mucho a Cristina. Ella es una antisistema, con una mente brutal, pero creo que no conoce la industria. El libro está compuesto por cuatro monólogos y llevarlo al lenguaje audiovisual era muy difícil. Anna R. Costa dejó muy claro que la novela era un punto de partida y que este producto solo se podía hacer así. Estamos hablando de una serie que se integra en una plataforma como Movistar+, lo que supone unos tiempos y una producción muy determinados.

Anna Marchessi es la única de las cuatro actrices que protagonizáis la serie con una discapacidad [física]. ¿Cómo habéis trabajado vuestros personajes para tratar de no caer en la caricatura?

Las personas con discapacidad intelectual pueden ser grandes actores y actrices, pero mi papel, específicamente, hubiera sido imposible de interpretar por una persona con diversidad cognitiva. Fue un asunto que hablamos con mucha gente durante el proceso de creación. Nati es un personaje que está es muy ficcionado, no hay una discapacidad idéntica a la suya. La serie plantea una discapacidad sobrevenida, a causa de un accidente. Ella guarda la educación de antes de ese traumatismo frontal, pero con un bloqueo emocional.

'Fácil', una serie de Movistar+.
Coria Castillo, Natalia de Molina, Anna Marchessi y Anna Castillo en una escena de ‘Fácil’, una serie de Movistar+.

Estuve investigando muchísimo sobre casos en los que puede perderse la parte empática y Anna R. Costa trabajó sobre el guión cómo podíamos hacer que fuese creíble. No queríamos perder su esencia. Es una persona con un discurso político y social muy claro, una tía que se entera de todo, que sabe lo que pasa, pero solo se inmuta ante las cosas que le molestan. Estudié mi corporalidad para encontrar un movimiento que tuviera sentido conforme al guion. Para mí, el texto era lo más importante. Otras compañeras, como Natalia de Molina, pudieron contar con el acompañamiento de una logopeda. Ella, por ejemplo, preparó su papel junto a Alma, que tiene el mismo tipo de discapacidad intelectual que Marga.

Lo mejor de las cuatro es que sus historias te atrapan. La serie consigue que haya un momento en el que dejas de pensar en su discapacidad. Simplemente las conoces y te dejas llevar por sus tramas. Se quedan dentro.