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Un alto cargo de la OTAN sugiere que Kiev ceda terreno a Rusia y desata la ira de Ucrania

"¿Mercadear territorio por tener el paraguas de la OTAN? Es ridículo", responde el asesor de Zelenski después de que el jefe de gabinete de Stoltenberg abriese la puerta a sacrificar suelo para poner fin a la guerra.

16/8/23 Zelensky entrega una medalla a un soldado herido el pasado 15 de agosto en un hospital de Zaporiya.
Zelensky entrega una medalla a un soldado herido el pasado 15 de agosto en un hospital de Zaporiya. Oficina del la Presidencia de Ucrania / EFE

Ucrania siempre ha dejado claro que no contempla el escenario de ceder territorio a Rusia ni el de una guerra congelada sine die. Por su parte, la OTAN siempre ha defendido que será Kiev quien imponga las condiciones para la paz. Pero en las últimas horas, unas declaraciones sin precedentes de un alto oficial de la Alianza Atlántica dibujan una nueva alternativa: la de entregar territorio a cambio de la entrada en el foro militar, un planteamiento recibido con cólera en las filas que capitanea Volodimir Zelenski.

Stian Jenssen, jefe de gabinete y hombre de confianza de Jens Stoltenberg, aseguraba el martes en un evento en Noruega que una solución para poner fin a los 18 meses de guerra podría ser que "Ucrania ceda territorio y recibir a cambio la entrada en la OTAN". Unas palabas que han provocado una agria reacción en Kiev, que insiste en su posición retorno a las fronteras previas a 2014, regreso de los exiliados y refugiados, reconstrucción de sus infraestructuras y economía, ingreso en la UE y la OTAN y condenas a los responsables de la agresión.

"Presuponemos que la Alianza, al igual que Ucrania, no mercadea con territorios", ha afirmado en Facebook el portavoz de Exteriores ucraniano, Oleh Nikolenko. El responsable de Seguridad Nacional, Oleksiy Danilov, mostró el desconcierto calificando las palabras de Jenssen de un "movimiento extraño". "Es un mensaje totalmente confuso", aseguró en una intervención en televisión.

Pero la reacción más dura ha llegado de la mano de Mykhailo Podoliak, uno de los hombres más cercanos y de confianza del presidente ucraniano. "¿Mercadear territorio por tener el paraguas de la OTAN? Es ridículo (…) Si Putin no sufre una gran derrota, el régimen político de Rusia no cambiará, los criminales de guerra no serán castigados y la guerra regresará con el apetito insaciable de Moscú para más", criticó a través de Twitter.

"Si Putin no sufre una gran derrota los criminales de guerra no serán castigados y la guerra regresará"

Este último encontronazo se produce en el marco de un enfriamiento de algunos líderes occidentales con Ucrania. Desde Polonia hasta el Reino Unido han reprochado a Kiev recientemente "falta de gratitud" al apoyo militar otorgado hasta la fecha. Algo que ha desembocado en rifirrafes diplomáticos. Ben Wallace, responsable de Exteriores británico, llegó a transmitir a Zelenski que su país no era un "almacén de Amazon" cuando éste le entregó una lista con sus necesidades bélicas.

La contraofensiva no despega

El mensaje que los aliados han transmitido a lo largo de este año y medio de combates es que será Ucrania y nadie más que Ucrania quien decida los parámetros sobre los que se sentará a negociar la paz. Desde Bruselas, tanto la UE como la OTAN, insisten en proteger el "apoyo inquebrantable" y "durante el tiempo que sea necesario" para que el país gane la guerra y llegue lo más fuerte posible a la mesa de negociación.

El profesor de Relaciones Internacional de Johns Hopkins Josef Joffe explicaba hace unos meses en la revista Time que el gran dilema que afronta Occidente es que "Putin no debe ganar, pero Zelenski no debe ganar demasiado". Unos comentarios que coinciden con los reproducidos por el presidente francés, Emmanuel Macron, durante los primeros compases de la guerra sobre no  "humillar ni arrinconar a Putin".

Por lo pronto, el objetivo último es no replicar el desenlace de los acuerdos de Minsk, que no fueron buenos para los intereses ucranianos y que han dejado, siete años después, nulos avances y un conflicto congelado en el Donbás.

08/08/2023 El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, pronuncia un discurso a su llegada al Palacio Mariinski
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, pronuncia un discurso a su llegada al Palacio Mariinski. David Melero / Europa Press

Con el fin de evitar este escenario por segunda ocasión, la UE ha destinado más de 70.000 millones de euros en asistir al país financiera, humanitaria y militarmente. Además, a finales de este mes, los 27 ministros de Asuntos Exteriores abordarán el plan de Josep Borrell, jefe de la diplomacia europea, para invertir 20.000 millones de euros en los próximos años en un fondo de defensa para Ucrania.

Sobre el terreno, todo llega en medio de la esperada contraofensiva ucraniana, que arrancó en junio y no termina de dar grandes resultados. En los cuarteles generales no creen que las filas ucranianas sean capaces de generar un gran cambio de rumbo a la contienda con este contraataque. En buena parte debido a las duras líneas de defensa establecidas por los soldados rusos.

En los cuarteles generales no creen que Ucrania vaya a ser capaz de generar un gran cambio de rumbo a la contienda

Con gran presión de fondo y con las lentas entregas de material bélico por parte de Occidente, Zelenski pospuso el inicio de este ataque en numerosas ocasiones y ya en la antesala del asalto sus altos mandos rebajaron la euforia. "Las expectativas de nuestra contraofensiva se están sobredimensionando en el mundo (…) Mucha gente está esperando algo enorme" lo que "puede desembocar en una decepción emocional", aseguró poco antes del arranque de la operación el ministro de Defensa ucraniano, Oleksii Reznikov, en entrevista con el Washington Post.

Opinión pública

A pesar de los comentarios recientes de Jenssen, el debate sobre las negociaciones de paz continúa ausente. La visión que impera en Ucrania y en sus aliados es que Rusia aprovecharía cualquier alto al fuego para rearmarse y reorganizarse. En la capital comunitaria creen que Vladimir Putin busca prolongar el conflicto lo máximo posible para provocar un hastío en Occidente además de un posible cambio de Gobierno en Estados Unidos, que celebra elecciones el próximo año.

Podoliak ha llegado a asegurar que Putin planea una campaña internacional de desprestigio para "erosionar" a la opinión pública occidental.

Mantener el apoyo de la sociedad occidental al envío de armas y paquetes económicos a Ucrania es ya uno de los principales retos del bando transatlántico. Estos 18 meses de guerra han dejado 11 paquetes de sanciones de la UE al Kremlin, el descalabro de la economía, el aumento de los tipos de interés y precios récord de la energía y los alimentos. Y todo ello amenaza con desinflar la simpatía de la sociedad.

 Según una encuesta reciente de la cadena CNN, una mayoría de estadounidenses se oponen ya al envío de más ayuda a Ucrania. En España, los altos precios desatados por las consecuencias de la guerra son la mayor preocupación de los ciudadanos y grosso modo, a nivel comunitario, la mayoría de los europeos reconocen que su nivel de vida ha empeorado tras el 24 de febrero de 2022, día en el que la guerra abierta regresó al Viejo Continente.

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