Frontex reconoce la devolución en caliente de la Policía griega que abandonó a Hamoudi en el mar
La Agencia de la UE enfrenta una demanda por inacción al no frenar la devolución en caliente del ciudadano sirio Alaa Hamoudi. Pese a reconocer la veracidad de las pruebas presentadas por Hamoudi, niega su vinculación con los hechos sin aportar ninguna evidencia.

Madrid--Actualizado a
"No se trata de refutar que esto haya sucedido [...], en cuanto a los hechos, estamos en la misma página". Estas son las palabras con las que, el pasado 5 de febrero, el abogado de Frontex, Bertrand Wägenbaur, reconoció ante el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) que el Gobierno griego había llevado a cabo una devolución en caliente en abril de 2020. En concreto, se refiere al momento en el que la Policía griega empujó hacia aguas turcas al sirio Alaa Hamoudi y a otras 21 personas, en una barca sin motor, a la espera de que Turquía se hiciera cargo de ellos. O de que naufragaran.
Esta es la primera vez que Frontex reconoce públicamente y asume que esta devolución en caliente -pushback, en inglés- se produjo. Así ha podido comprobarlo Público tras consultar la emisión de la vista en el TJUE. Dicha confirmación deja a la Agencia en una situación complicada porque, según una investigación del diario alemán Der Spiegel, poco después de la maniobra de la Policía griega, un avión de Frontex peinaba el estrecho de Mykali, donde se encontraban los migrantes a la deriva. De acuerdo con la publicación, el avión de Frontex con matrícula G-WKTH realizó dos vuelos sobre la zona en la que se encontraba Hamoudi en la madrugada del 29 de abril.
El aeroplano estaba equipado con una cámara MX-15 que, según el periódico, permite identificar pequeños objetos en el mar, incluso en condiciones de poca luz. Estas grabaciones son remitidas en directo a Varsovia (Polonia), donde se encuentra la sede central de Frontex, con la intención de registrarlas y llevar a cabo alguna operación de rescate. Aquella noche, en cambio, Frontex no hizo nada.
Por este motivo, el ciudadano sirio Alaa Hamoudi y la organización Front-LEX, presentaron una denuncia por inacción contra Frontex ante el TJUE. Después de ser rechazada en primera instancia por el Tribunal General del TJUE, la acusación apeló y el caso volvió a ser examinado en Luxemburgo, sede de la máxima autoridad judicial, a principios de febrero.
Sobre el papel, la Agencia de fronteras de la UE tiene la responsabilidad de velar por la legalidad en los confines de los 27 Estados. Esto incluye impedir o dar parte de las devoluciones en caliente realizadas por los Estados miembros, una práctica ilegal según el derecho humanitario internacional que la UE presume de acatar. Pero lo cierto es que Frontex ha desatendido esta tarea en numerosas ocasiones, como han demostrado varias investigaciones gubernamentales y periodísticas.
Probablemente la más importante de todas fue la realizada por la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF) entre 2021 y 2022. Inicialmente, la investigación versaba sobre las irregularidades en la gestión de la agencia por parte de su anterior director, Fabrice Leggeri. Pero, además de esto, el informe, al que ha tenido acceso este periódico, demostró que Frontex había permitido numerosas devoluciones en caliente por parte de la Policía griega en el Egeo. No sólo eso, sino que financió a las unidades fronterizas griegas que llevaron a cabo estos delitos.
Esta información salió a la palestra pública a mediados de 2022 y forzó la dimisión de Fabrice Leggeri como director de Frontex, quien se ha reconvertido en eurodiputado de Agrupación Nacional, la formación francesa de extrema derecha que capitanea Marine Le Pen.
Los precedentes demostraban que Frontex había permitido o ignorado las devoluciones en caliente de Grecia a terceros países. El hecho de que uno de sus aviones se encontrara en el lugar en el que se produjo el abandono en el mar de Hamoudi ha sido uno de los argumentos que vertebran la denuncia presentada contra la Agencia.
Frontex no ha confirmado ni desmentido su presencia durante la devolución de Hamoudi
Durante la vista en Luxemburgo, Frontex no ha confirmado ni desmentido su presencia durante la devolución de Hamoudi. Su estrategia ha consistido en pasar por encima de la evidencias recogidas en el informe de la OLAF y la publicación de Der Spiegel, a las que se ha referido como "la historia de un avión". Contra esto, además, Front-LEX ha presentado "una nota filtrada de noviembre de 2020 que confirma la presencia de la aeronave" y "siete declaraciones contradictorias de Frontex sobre la simple cuestión de si su avión estaba allí o no", informa a Público el asesor jurídico de la acusación, Iftach Cohen.
Sobre todo esto, la Agencia ha guardado silencio. Esta actitud ha sido afeada por el presidente del TJUE, Koen Lenaerts, quien ha interpelado a la defensa de Frontex pidiéndole que entregue alguna prueba para confrontar los hechos por los que ha sido demandada: "¿No debería Frontex explicar, en este caso concreto, que estaba completamente ausente, o lo que sea?"
La defensa de la Agencia también se ha negado a mostrar dos anexos de carácter confidencial incluidos en el informe de la OLAF y a los que ni la acusación ni los jueces del TJUE han tenido acceso. Los anexos corresponden a dos informes elaborados por dos equipos internos de Frontex: el RAU, encargado del análisis estratégico de las operaciones de Frontex, y el VAU, que evalúa la vulnerabilidad en las operaciones de la Agencia. "¿Cómo podemos aceptar la afirmación de Frontex de que las pruebas reunidas por la RAU y la VAU sólo confirman el retroceso de los días 28 y 29 de abril de 2020, pero no muestran ninguna implicación de Frontex?", ha señalado Cohen.
Frontex peina el estrecho de Mykali, pero no ve nada
Pese a que la Agencia de fronteras de la UE no ha afirmado ni negado que su avión se encontrara en el lugar de los hechos, uno de sus abogados, Rares Popa, ha esbozado la posibilidad de que, de encontrarse en el punto del Egeo donde se estaban cometiendo los delitos contra Hamoudi y el resto de migrantes, los agentes que condujeran el avión podrían no haber visto nada.
Sin embargo, sí hay evidencias de otros casos en los que Frontex retiró la vigilancia aérea del Egeo para no tener que registrar las violaciones de derechos humanos que cometía la Policía griega al devolver a los migrantes a Turquía. Este modus operandi también fue revelado en el informe de la OLAF.
La hipótesis de la acusación es que, si Frontex tenía que retirarse del lugar en el que ocurrían las devoluciones en caliente para no verlas, no sería descabellado pensar que, al estar presente en el área en el que se produjo la devolución de Hamoudi, podría haberla visto. Pero en vez de entrar en esta cuestión o de negar la presencia del avión de Frontex en Mykali, Popa ha esgrimido que "los activos de Frontex son limitados por naturaleza" y que "la zona de operaciones es extraordinariamente grande". Por tanto, ha continuado, "no puede estar presente en todos y cada uno de los posibles incidentes que puedan ocurrir en esta área geográfica tan vasta".
Cabe decir que la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas es la que más ha crecido desde su creación en el año 2004, pasando de seis millones de euros de presupuesto anual a 845 millones en 2023, según sus propios datos. De hecho, según un informe del Tribunal de Cuentas Europeo, alrededor del 80% de los presupuestos de Frontex se invierten en las rutas de migración irregular más importantes de la UE, entre las que se nombra, concretamente, la Operación Poseidón, en el Egeo.
Negar la mayor: dudar de la presencia de Hamoudi
En un intento por desacreditar el testimonio de Alaa Hamoudi, Frontex ha sugerido que el joven sirio no se encontraba entre las personas que habían sido devueltas al mar el 28 y 29 de abril del 2020. Los abogados de la defensa no han aportado ninguna prueba que respalde esta hipótesis, sino que se han limitado a sugerir que Hamoudi podría haber visto el informe de la OLAF y haber construido un personaje alrededor de los hechos que en él se recoge.
De esta manera, Frontex ha ignorado otra de las pruebas presentadas por la acusación: la investigación periodística publicada por Bellingcat y Lighthouse Reports a mediados de 2020. De hecho, según reconoció el propio autor de las informaciones, Bashar Deeb, Hamoudi es una de las dos fuentes cuyos testimonios impulsaron la investigación periodística. Posteriormente, la OLAF confirmó en su informe la veracidad de los hechos que en ellos se mostraban.
Por esta razón, el abogado de Front-LEX, Iftach Cohen, arguye que "Hamoudi no es cualquiera [como hacen referencia a él los abogados de Frontex]". Como contó a Público a principios de febrero, Hamoudi mostró al periodista fotografías y vídeos que tomó en la mañana del 28 de abril de 2020, cuando tocó tierra en Samos (Grecia). "Estas imágenes le muestran justo antes de ser acorralado por individuos que llevaban máscaras negras y de que le confiscaran su teléfono móvil y sus pertenencias", continúa Cohen. Todas estas imágenes fueron la base de la investigación de Bellingcat y que ahora Frontex pone en duda.
Los 27 jueces que componen el TJUE decidirán si aceptar finalmente a trámite la causa el próximo 10 de abril. La respuesta no podrá ser apelada por ninguna de las partes.


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