Este artículo se publicó hace 4 años.
Impacto de la Covid-19El encierro dispara la violencia contra las mujeres en América Latina
América Latina es el continente en el que está previsto un mayor incremento de contagios durante las próximas semanas. La cuarentena ha provocado también un incremento en las denuncias por violencia machista.
Alberto Pradilla
Ciudad De México-
Una mujer se marcha de casa con sus tres hijos en el Estado de México. Tiene golpes y una herida de navaja en el costado. Antes de salir, marca al teléfono de la Red Nacional de Refugios. Le dirigen hacia una oficina de gobierno para que le atienda. La mujer ha aprovechado que su agresor no está en casa para escapar rápidamente. Sin embargo, al llegar a la sede oficial le dicen que no pueden atenderle, que no está la persona que debería levantar la denuncia. Así que la Red, una organización de la sociedad civil que protege a mujeres víctimas de la violencia machista, envía un coche particular a rescatarla. Primero la atienden de emergencia. Le curan las heridas, le dan de comer. De ahí la envían a un refugio. Ya está a salvo.
Esta escena es real y tuvo lugar la semana pasada, en plena emergencia por Covid19, en un municipio del Estado de México, uno de los territorios más castigados por la violencia feminicida desatada en el país norteamericano. Quien la relata es Wendy Figueroa, directora de la Red Nacional de Refugios. Se trata de uno de los 19 rescates urgentes que la organización ha tenido que lanzar desde que inició la emergencia por Covid19 en México.
América Latina es el continente en el que está previsto un mayor incremento de contagios durante las próximas semanas. La cuarentena ha provocado también un incremento en las denuncias por violencia machista.
La pandemia por Sars-Cov-2 se extiende por América Latina, el continente en el que está previsto un mayor incremento de contagios durante las próximas semanas. La cuarentena ha provocado también un incremento en las denuncias por violencia machista.
El primer caso en el continente se detectó el 26 de febrero en un hombre de 61 años en Brasil. En ese momento, América Latina estaba en ebullición: una ola feminista la atravesaba desde México hasta Argentina. Ahora, sin embargo, la pandemia agrava otra de las enfermedades crónicas de la región: la violencia contra las mujeres. El confinamiento es un riesgo en sí mismo porque obliga a las víctimas a estar en manos de los agresores. Además, a mayor contacto hay mayor control, lo que puede provocar a la larga un descenso en el número de denuncias, no porque no se registren agresiones, sino por la imposibilidad de avisar.
"Las medidas de prevención y mitigación de la propagación del Covid19, tales como la cuarentena, el aislamiento o el distanciamiento social, y las restricciones de movilidad, exacerbarán la violencia contra las mujeres y niñas que ocurre en los hogares", advierte un documento hecho público por ONU Mujeres.
Con algo más de un mes de confinamiento en la región, todavía no hay estudios definitivos. Pero las primeras cifras son alarmantes.
En México, donde 10 mujeres son asesinadas cada día, la Fiscalía Especializada en Feminicidios y Delitos contra las Mujeres reportó un aumento de más del 30% en las denuncias de violencia machista.
En México, donde 10 mujeres son asesinadas cada día, la Fiscalía Especializada en Feminicidios y Delitos contra las Mujeres reportó un aumento de más del 30% en las denuncias de violencia machista
Desde principios de año, el país registra un auge de las movilizaciones feministas. Denuncian el altísimo índice de asesinatos de mujeres y cuestionan al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, al que acusan de no haberse tomado en serio los feminicidios.
El informe del mes de marzo de la secretaría de Seguridad Pública registra también que se han disparado los casos de "violencia familiar" y delitos sexuales.
"Tenemos datos alarmantes. 155 mujeres han pedido auxilio cada hora a través del 911. Esto significa que se ha incrementado la violencia contra las mujeres", explica Wendy Figueroa, de la Red Nacional de Refugios. Según explica, en el último año se han registrado 209 feminicidios.
"En nuestro caso se ha incrementado un 80% las solicitudes de auxilio, que se concentran mayoritariamente en la Ciudad de México y el Estado de México", dice, para añadir que una de cada cinco mujeres que buscó apoyo tras ser agredida ya había denunciado previamente ser víctima de violencia.
No es un fenómeno exclusivo de México
Este no es un fenómeno exclusivo de México. En Argentina, por ejemplo, el promedio diario de consultas a la línea 144, que es la que atiende la violencia de género, se incrementó un 39% la segunda mitad de marzo respecto a la primera. Esto implica que, desde el 21 de marzo, cuando comenzó la cuarentena obligatoria, se dispararon las denuncias.
"El COVID-19 está teniendo grandes impactos en las sociedades latinoamericanas, pero afecta de un modo desproporcionado a las mujeres. Un ejemplo de ello es la intensificación de las tareas de cuidado ante el cierre de escuelas y centros de atención (dando lugar a una doble, y en ocasiones triple jornada); así como el incremento de las situaciones de violencia contra las mujeres", dice Lucía Martelotte, coordinadora de programas de ONU Mujeres en Argentina.
Esta institución está apoyando en planes como promover la perspectiva de género en los comités de crisis lanzados por el gobierno de Alberto Fernández.
En Colombia, 12 mujeres fueron asesinadas entre el 20 de marzo y el 4 de abril. Además, según la Consejera Presidencial para la Equidad de la Mujer, durante los primeros días de la cuarentena se registró un aumento del 51% en la violencia intrafamiliar contra las mujeres.
En Brasil, solo en Río de Janeiro, se registró un incremento del 50% en las denuncias por violencia machista
Aquí se puso en marcha un mecanismo conocido como "pico y género" por el cual se limitaban las salidas de casa dependiendo del sexo. Es decir, había unas jornadas en el que podían salir las mujeres y otro los hombres. El objetivo era, según las autoridades, evitar las aglomeraciones.
Este plan fue aplicado también en dos países de la región, Perú y Panamá. En el país andino la medida se abandonó después de una semana, mientras que en el país centroamericano sigue vigente. Lunes, miércoles y viernes salen las mujeres. Martes, jueves y sábados, los hombres.
El sistema generó el rechazo de organizaciones feministas, así como LGTBI. Por ejemplo, en Panamá fue arrestada una activista trans por salir a la calle el día que correspondía a las mujeres.
En Brasil, solo en Río de Janeiro, se registró un incremento del 50% en las denuncias por violencia machista.
"Las familias están experimentando una situación sin precedentes. El encierro, junto con los problemas sociales, está causando otro tipo de relación familiar y conyugal, y en este nuevo modelo, las viejas prácticas están presentes. Las mujeres que ya sufrieron violencia doméstica continúan sufriéndola y las que no sufrieron, pueden comenzar a padecerla", asegura Valeria Alves, doctora en Antropología Social.
"Hay algunas encuestas que dicen que el número de quejas ha aumentado", dice Alves, que reconoce que todavía es pronto para disponer de datos absolutos. "Pero es innegable que las incertidumbres del trabajo, el salario, la comida, la falta de espacio dentro de las casas, el miedo a contraer el virus y no tener un lugar para tratar con dignidad, el aumento de las tensiones en los hogares con esto, es posible pensar que la violencia ha aumentado", afirma.
Recientemente se hicieron virales las imágenes de seguidores del presidente, Jair Bolsonaro, agrediendo a un grupo de mujeres descontentas con las (escasas) políticas del líder derechista en relación al coronavirus.
"La política adoptada por el presidente desde su campaña es la política del odio. No adoptará ninguna política que favorezca a las mujeres u otros grupos sociales que todavía se llaman minorías", dice Alves, que recuerda la política negacionista de Bolsonaro, que se ha manifestado incluso contrario a las medidas de distanciamiento social propuestas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Las consecuencias de la pandemia son, por ahora, imprevisibles y habrá que analizar su impacto sobre las mujeres en un continente que, hasta la llegada de la pandemia, se encontraba en plena ola feminista.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.