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Ley D'Hondt Italia mira a España para su nueva Ley Electoral

Italia no está preparada ni para un sistema proporcional puro, ni para uno mayoritario. Necesita un modelo proporcional que le aporte estabilidad en los 5 años que dura una legislatura. Para el socialista PD, socio del actual Gobierno, "el modelo electoral más justo es el español" porque garantiza "simplificación" evitando una "excesiva fragmentación". Por eso Italia apunta al sistema D'Hondt aplicado en España.

El parlamento italiano. REUTERS/Archivo.

MANUEL TORI

¿Se puede tener una Ley Electoral cada dos años? En Italia sí, ya que ha cambiado siete veces las reglas de sus elecciones generales en los últimos 15 años: Porcellum (2005), Consultellum (2013), Italicum (2015), Legalicum (2017), Rosatellum (2017), Tedeschellum (2017) y Rosatellum Bis (2017). Así pues, la forma en la que un Estado transalpino organiza sus urnas vuelve a ser el talón de Aquiles de una democracia italiana en constante búsqueda de estabilidad no sólo política, sino también institucional. Las Leyes Electorales son el reflejo del cortoplacismo de la política italiana.

Por esta razón Italia está mirando a España para inspirarse en su próxima Ley Electoral. El número dos del socialista Partido Democrático (PD), Andrea Orlando, en una reciente entrevista con el célebre diario Corriere della Sera ha explicado recientemente que "el modelo electoral más justo es el español". La política transalpina tiene una gran tradición de sistemas electorales proporcionales, lo cual siempre ha incidido negativamente en su gobernabilidad –más de 60 Ejecutivos en 70 años– y la obligaba a establecer coaliciones.

"El sistema electoral español es el que puede garantizar una mejor simplificación evitando a la vez una excesiva fragmentación política", explica Orlando, consciente del actual papel que tiene el PD como socio destacado del actual Ejecutivo de Conte: "El sistema español premia las formaciones enraizadas en determinados territorios. Y, según cómo se diseñen los distritos electorales, asegura a todos el derecho de ser representados". Andrea Orlando, no está haciendo otra cosa que elogiar el célebre sistema de D'Hondt, usado en muchos países del mundo: "En España hay grandes distritos urbanos donde se puede tener representatividad también con un porcentaje muy bajo".

El proyecto de la nueva Ley Electoral podría estar listo el próximo mes de diciembre

La cuestión es que Italia no está preparada ni para un sistema puramente proporcional, ni tampoco para uno puramente mayoritario. Por eso se está tratando de estudiar un modelo proporcional que garantice estabilidad para una misma mayoría de Gobierno a lo largo de los cinco años que dura una legislatura en el país con forma de bota. Igualmente, según el vicesecretario general del PD, Andrea Orlando: "No tenemos que renunciar a un panorama político en dos bloques y resignarnos a la fragmentación propia del sistema proporcional sin ningún correctivo". Según informa la prensa del país, el proyecto de la nueva Ley Electoral podría estar listo el próximo mes de diciembre.

En todo esto, la soberanista Liga de Matteo Salvini también está haciendo su propio juego para cambiar a su gusto las reglas electorales. Hace un par de semanas, los leguistas han depositado una petición en el Tribunal Supremo italiano para abrogar la actual Ley Electoral con un referéndum. El objetivo, haciendo uso de una consulta popular, es el de eliminar el contenido proporcional de la ley, dejando sólo el mayoritario. La petición ha sido firmada también por 8 regiones –Véneto, Cerdeña, Lombardía, Friuli, Piamonte, Abruzzo, Liguria y Basilicata– gobernadas por la Liga o por el centro derecha. Esta petición no es casual, porque actualmente 1 de cada 3 italiano votaría a la formación soberanista, y un sistema mayoritario ayudaría a aumentar su peso en el Parlamento y reducir el de los pequeños aliados.

Así pues, la elaboración de la nueva Ley Electoral será uno de los grandes escollos del actual Gobierno de Giuseppe Conte, quien a principios de septiembre repitió en el cargo con una coalición radicalmente distinta, que ve unidos en la necesidad el Movimiento 5 Estrellas (M5E) de Luigi Di Maio y el Partido Democrático (PD) de Nicola Zingaretti. Todo ello, en un clima donde la Liga de Salvini ha pasado del Gobierno a la oposición mantendiéndose siempre el primer partido del país. La reforma electoral, así pues, será un tema pendiente de resolver en los próximos meses, entre otras cosas porque hace 15 días el Parlamento italiano aprobó, por primera vez en su historia republicana –y casi por unanimidad–, la reducción de diputados y senadores que, en conjunto, pasarán de 945 a 600 parlamentarios.

Los leguistas apuestan, así pues, por un sistema electoral de tipo mayoritario, que premie a los partidos más votados. Todo lo contrario que el ex presidente del Gobierno, Matteo Renzi, quien se vería más favorecido por un sistema proporcional, ya que por el momento es tan sólo el sexto partido del país. Pero Renzi es consciente de que la falta de liderazgo de Di Maio y Zingaretti, un día, podría convertirlo en el futuro líder de la coalición de centro izquierda. Lo confirma el hecho de que el pasado martes, Matteo Renzi y Matteo Salvini protagonizaron un debate cara a cara que en Italia hacía 13 años que no se veía en televisión.

La Liga, líder en encuestas

Atendiendo a la media de los últimos sondeos, la Liga de Matteo Salvini permanece estable, aunque en ligero descenso, con el 31,6% de los votos. En situación de empate quedarían los dos socios principales del actual Gobierno de Giuseppe Conte, el Movimiento 5 Estrellas (M5E) de Luigi Di Maio y el Partido Democrático (PD) de Nicola Zingaretti, ambas formaciones con el 19,6% de los consensos. Muy por detrás quedaría Hermanos de Italia de la soberanista Giorgia Meloni, que lograría el 7,8% de votos si hoy mismo hubiera unas nuevas elecciones generales. El progresivo declive de Forza Italia, el partido de Silvio Berlusconi, se justifica con un 6,6% en los sondeos en una tendencia a la baja constante.

Números aceptables para el recién fundado partido del ex primer ministro Matteo Renzi, quien con su formación Italia Viva, resultado de la escisión del PD, obtendría el 4,6% ante unas eventuales urnas. La coalición de centro derecha –Liga, Hermanos de Italia y Forza Italia– y la de centro izquierda –Movimiento 5 Estrellas, Partido Democrático, Libres e Iguales y otros– lograrían por igual un total del 46% de los votos, aunque el liderazgo neto de la Liga de Salvini como primer partido, ante unas nuevas elecciones por ahora lejanas, podrían cambiar las cartas sobre la mesa. En principio, todos pretenden cambiar la Ley Electoral italiana. Habrá que ver, en la práctica si estarán de verdad dispuestos a hacerlo.

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