Este artículo se publicó hace 3 años.
Extrema derecha IsraelLa sombra del radical Kahane vuela sobre Israel: Netanyahu busca apoyo en el ultra Ben Gvir para seguir en el Ejecutivo
Con las elecciones de marzo cerca, Israel se juega la continuidad de Benjamín Netanyahu. El primer ministro sabe que pueden ser los comicios más ajustados de la historia, de modo que intenta buscar apoyos por todas partes. Sus ojos se han posado en Itamar Ben Gvir, un aventajado discípulo del rabino radical Meir Kahane, asesinado en 1990.
Eugenio García Gascón
A poco más de tres semanas para las elecciones, los partidos que concurren andan liados con la campaña. En el fragor de la lucha, varias pequeñas formaciones podrían decidir si Benjamín Netanyahu continúa como primer ministro, o si finalmente es desbancado y sustituido por otro candidato, algo que los sondeos no terminan de decidir.
Extremadamente ajustadas, las encuestas señalan que un solo diputado podría inclinar la balanza en un sentido u otro. En este contexto, uno de los partidos que se esfuerza por sobrepasar la barrera del 3,25% de los votos necesarios para entrar en la Kneset, que le daría cuatro diputados, es Otzma Yehudit (Potencia Judía), liderado por Itamar Ben Gvir.
Potencia Judía es un partido de extrema derecha, de un nacionalismo feroz y sectario hasta el racismo, que si consigue su objetivo se pondrá al servicio del Likud de Netanyahu, otra formación de radical. De hecho, el mismo Netanyahu ha negociado con Potencia Judía su incorporación a la coalición Sionismo Religioso formada con otro partido de ideología similar con el fin de que sus votos no se desperdicien puesto que solo no llegaría al mínimo requerido.
Varios líderes del Likud han mostrado su rechazo a Potencia Judía, a la que califican como racista
Algunos líderes del Likud han mostrado su disgusto con las maniobras de Netanyahu con Itamar Ben Gvir, calificando a Potencia Judía de racista o diciendo que no comparten su ideario, pero el grueso del Likud está encantado con una alianza que el 23 de marzo podría ser determinante. Los mismos medios de la derecha, como Maariv o Makor Rishon, han santificado a Ben Gvir.
A sus 44 años, Ben Gvir es un abogado seguidor de las doctrinas racistas de Meir Kahane, un rabino americano-israelí que fue asesinado por un egipcio-americano en Estados Unidos en 1990. Kahane fue toda su vida una figura controvertida, a quien incluso se llegó a impedir que entrara en la Kneset. Sus seguidores son populares dentro y fuera de los territorios ocupados y corean consignas como "Kahane tenía razón" o "Kahane vive".
Ben Gvir era un adolescente de 14 años cuando asesinaron a Kahane pero a esa edad ya apuntaba maneras. Recientemente, quizás alentado por Netanyahu, simuló querer desentenderse de Kahane, pero añadió que Kahane "fue un hombre santo, un hombre justo, que luchó por el pueblo judío y fue asesinado para santificación del nombre de Dios".
Nacido en Nueva York, Kahane fundó la controvertida Liga de Defensa Judía y estuvo implicado en una campaña terrorista en Estados Unidos. Fabricó explosivos destinados a un atentado contra la embajada soviética en Washington y también planeó desde Israel volar la embajada libia en Bruselas, por lo que fue condenado sin llegar a entrar en prisión.
Kahane fundó la Liga de Defensa Judía y estuvo implicado en una campaña terrorista en Estados Unidos
En los años setenta emigró a Israel tratando de salir elegido para la Kneset, lo que logró en 1984 con el partido Kach. Desde el podio de la Kneset alentó la expulsión de los no judíos, es decir de los árabes y de los palestinos de los territorios ocupados, y clamó por la sustitución de la democracia israelí por la ley religiosa, y la penalización de las relaciones sexuales entre judíos y no judíos. Dos años antes de ser asesinado, en 1988, el Tribunal Supremo prohibió el partido Kach.
Tras la muerte de Kahane, el partido se escindió en dos ramas, una de ellas, formada por su discípulo Baruch Marzel, un notorio colono, cristalizó en 2012 en Otzma le-Israel (Potencia de Israel), en la que militó Ben Gvir, y que posteriormente recibió su actual nombre de Potencia Judía.
La familia donde nació y creció Ben Gvir era secular y residía en Mevaseret Zion, en las afueras de Jerusalén, pero desde adolescente se vinculó al movimiento de Kahane. En una ocasión apareció en televisión portando un ornamento que había arrancado al Cadillac del primer ministro laborista Yitzhak Rabin. "Tenemos el coche y también tendremos a Rabin", amenazó ante las cámaras. Unas semanas después, en noviembre de 1995, Rabin fue asesinado en Tel Aviv.
Ben Gvir es una figura popular en Israel. Después de obtener el título de abogado, sus clientes han sido casi todos los judíos sospechosos de realizar actos terroristas contra palestinos, y él sale en televisión continuamente defendiendo a sus clientes. En esa popularidad se fundamentan los votos que piensa obtener en marzo y que podrían ser cruciales para Netanyahu, quien no es la primera vez que apoya las ambiciones políticas de Ben Gvir. Los sondeos le atribuyen entre cuatro y seis asientos en el Parlamento.
El programa de Sionismo Religioso, plantea la expulsión de todos los "no judíos" que no quieran declarar lealtad al Estado
El programa de la coalición Sionismo Religioso, donde está integrada Potencia Judía, plantea la expulsión de todos los palestinos de los territorios ocupados y de los árabes de Israel que no quieran declarar lealtad al Estado judío y que no acepten vivir según las normas segregacionistas y racistas que forman parte de las conocidas ideas del rabino Kahane.
A lo largo de todos estos años, Ben Gvir ha participado en innumerables actos en defensa del legado de Kahane, y un gran número de medios impresos, radio, televisión e Internet le dan cobertura mediática, lo que le permite transmitir sus ideas a la población y sentirse arropado por un gran número de israelíes. Cualquier usuario de Internet tiene acceso a sus discursos y entrevistas.
En opinión de Ben Gvir, su entrada en la Kneset remediaría la "injusticia histórica" que se cometió con Kahane, pero lo más significativo que es que es posible que diera la mayoría a Netanyahu, lo que le permitiría al primer ministro afrontar con ventaja sus procesos por corrupción y continuar con las controvertidas políticas de la última década.
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