Con un discurso en Fort Bragg (Carolina del Sur) el presidente Barack Obama selló este miércoles simbólicamente el final de la guerra en Irak y dio por terminada la intervención que lanzó su predecesor, George Bush, el 20 de marzo de 2003.

'Hay algo profundo en terminar una guerra que ha durado tanto tiempo', dijo el mandatario. Obama recordó que, en total, un millón y medio de estadounidenses habían servido en Irak, un conflicto que ha costado un billón de dólares, 4.500 muertos estadounidenses, 30.000 heridos y más de 100.000 víctimas iraquíes.

Washington no logra que sus soldados sigan en suelo iraquí con plena inmunidad

'El último soldado estadounidense cruzará la frontera con la cabeza alta' enfatizó el presidente al apuntar que 'el futuro de Irak' estaba ahora en manos de su pueblo. Obama también subrayó que al llegar a la Casa Blanca había prometido acabar con un conflicto al que ya se había opuesto siendo senador, en 2008.

El presidente estadounidense se reunió el lunes con el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, con el que abordó el futuro del país tras el fin de la presencia militar de EEUU y el comienzo de un 'nuevo capítulo' en la relación bilateral.

Era el primer encuentro de los dos responsables desde que Obama anunciara el repliegue de las tropas el pasado octubre después de que Washington no consiguiera alcanzar un acuerdo con Bagdad para mantener un contingente más allá del 31 de diciembre y para el que pedía inmunidad diplomática.

Los veteranos de la guerra suman uno de cada cinco suicidios en EEUU

A día de hoy quedan algo más de 5.000 soldados, de los 170.000 que lucharon en los momentos más duros de la contienda.

La guerra de Irak ya ha pasado al olvido en EEUU. Las encuestas aseguran que tres de cada cuatro estadounidenses apoya la retirada. Para los veteranos, las cosas no son muy fáciles. La crisis económica ha endurecido la realidad de los que han vuelto a casa.

La tasa de paro entre los que regresan del frente (11,1%) es superior a la del resto del país (8.7%) y, debido a muchos de los traumas padecidos durante el conflicto, los veteranos suman uno de cada cinco suicidios en EEUU, un tema que los candidatos a las primarias republicanas han usado para criticar al Gobierno.