Irene Montero, sobre Ana Obregón y los vientres de alquiler: "Es violencia contra las mujeres"

La ministra de Igualdad, Irene Montero, se ha mostrado muy crítica con la decisión de Ana Obregón de comprar un bebé en Miami. La representante de Unidas Podemos, preguntada por la prensa, ha respondido de forma tajante: "La gestación subrogada es violencia contra las mujeres". De esta manera, Montero ha condenado los vientres de alquiler y ha recordado "el sesgo de discriminación por pobreza" que hay detrás de este tipo de prácticas.

La revista Hola publicaba este miércoles la noticia, junto a unas fotografías de la actriz y presentadora con la recién nacida en brazos. Las imágenes han provocado la indignación de las redes sociales, que no han ocultado su oposición al negocio con el cuerpo de las mujeres. La polémica ha llegado a los pasillos del Congreso, donde la responsable de Igualdad ha recordado que "la gestación subrogada no es legal en España".

La ley sobre técnicas de reproducción asistida, aprobada en 2006, también considera nulos los contratos realizados en otros países en los que los vientres de alquiler están permitidos. Irene Montero ha aprovechado su intervención para lanzar un mensaje a los medios de comunicación: "Les pido que nunca se olviden de mostrar la realidad de las mujeres que hay detrás".

Por su parte, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha reiterado su disconformidad con la actuación de Ana Obregón. "No estamos de acuerdo y así lo hemos expresado en nuestros programas políticos", ha explicado la socialista. Sobre si se puede evitar que un menor nacido por métodos de este tipo resida en España, ha señalado que, aunque los textos jurídicos tratan de impedir estas situaciones, "cada caso hay que analizarlo de forma concreta".

El portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, también ha expresado su oposición a los vientres de alquiler: "Estamos en contra de todas estas cosas". Una postura que ha secundado el presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos, Enrique Santiago, que ha reiterado su negativa a que "se mercantilicen los embarazos" y se utilice el cuerpo de las mujeres con fines económicos.