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El 12 de octubre en América Latina: nada que celebrar

En el Día de la Hispanidad se celebra la "efeméride histórica" en la que España "inicia un período de proyección lingüística y cultural más allá" de Europa. Una visión colonialista que dista del legado que dejó.

Varias personas participan en una manifestación contra el Día de la Hispanidad, el pasado 12 de octubre de 2021.
Varias personas participan en una manifestación contra el Día de la Hispanidad, el pasado 12 de octubre de 2021. Isabel Infantes / Europa Press

12 de octubre. En España es el Día de la Hispanidad, la jornada en la que se celebra la Fiesta Nacional. Un enfoque que dista mucho de la concepción que se tiene de esta fecha en América Latina. Allí, la efeméride se define como el día de la colonización y posterior exterminio de su cultura indígena.

Según recoge el Boletín Oficial del Estado (BOE), lo que se conmemora este miércoles es una "efeméride histórica" en la que España "inicia un período de proyección lingüística y cultural más allá de los límites europeos". Coincide con el día en el que Cristóbal Colón fondeó la nave Santa María frente a la isla caribeña de Guanahaní. Arrancaba así una etapa en la que los territorios de América Latina fueron expoliados y saqueados. Sus habitantes fueron masacrados, esclavizados y vendidos a personas que aprovecharon la coyuntura para enriquecerse.

Quien gana la batalla escribe la historia y tiende a maquillarla y engalanarla. Por ello, los colectivos indigenistas reivindican que el 12 de octubre no hay "nada que celebrar". El mal llamado "encuentro de dos mundos" no fue sino una violentísima embestida bendecida por la cruz evangelizadora de la Cristiandad, tal y como lo define el periodista César G. Calero. Sin embargo, en España, ese día continúa rememorándose con un gran desfile militar que exacerba los valores colonialistas.

Un desfile militar que el guionista peruano Eduardo Adrianzén define como una "trivialización de los imaginarios violentos". Algo que achaca principalmente a las derechas, a las que acusa, y en concreto a Vox, de llevar la figura del imperio español a "un nivel de tebeo".

La invasión de América fue, según Adrianzén, un "choque de culturas" y una "guerra bacteriológica". "Un 75% de la población peruana murió por contagios" de enfermedades que no existían en su territorio hasta la llegada española, narra. Una visión que choca directamente con el discurso de la grandeza militar del imperio español, que la ultraderecha utiliza para un "nacionalismo forzado".

En el acto que este miércoles tiene a las Fuerzas Armadas como protagonista, además, acudirán todos los presidentes autonómicos a excepción del catalán, Pere Aragonès, y el lehendakari vasco, Iñigo Urkullu. Además de los líderes de los Ejecutivos autonómicos, el acto estará presidido por los reyes de España, Felipe VI y Letizia. Precisamente el jefe de Estado protagonizó hace unas semanas una polémica en la que fue criticado por un gesto que, a juicio de muchos, demostraba el pensamiento colonial y supremacista de la Corona. 

Felipe VI asistió a la ceremonia de posesión de Gustavo Petro como nuevo presidente de Colombia y se quedó sentado cuando pasó la espada de Simón Bolívar por delate de él. Se trata de uno de los símbolos de las campañas que dieron la independencia del imperio español a varias naciones americanas y por ello, los asistentes al acto se levantaron a su paso. Sobre el gesto de Felipe VI, el historiador colombiano Vladimir Zabala ha ironizado: "No tiene sentido. Si hay una figura hispánica esa es la de Simón Bolívar".

Un día resignificado en América Latina

El 12 de octubre ha sido un día cuyo significado ha ido cambiando en los países latinoamericanos, especialmente en aquellos con mayor presencia nativa. Alrededor del año 1992, unos 500 años después de la llegada de los colonizadores, se comenzó a hablar de invasión a América, según cuenta en declaraciones a Público el historiador colombiano.

La variedad de población provocada por la migración constante a lo largo de la historia, genera distintos discursos en torno al 12 de octubre. La población indígena es la que mayor resistencia muestra a este día y la que reivindica con mayor fuerza el movimiento anticolonialista. Según narra Zabala, la posición sobre el papel de España en Colombia es un "reflejo de la influencia española". "Las posiciones de derechas son más monárquicas y las de izquierdas, republicanas", cuenta.

La herencia colonial española sigue rigiendo en algunos países, como la "economía terrateniente" o la Constitución colombiana, a la que Zabala define como "pseudomonárquica". "Según el país la mentalidad es distinta", cuenta el historiador, que señala que el movimiento anticolonial es más fuerte en países con mayor población indígena. "En México dicen que provienen de los aztecas o los mayas, en Argentina, de los barcos", pone como ejemplo.

En algunos países latinoamericanos se habla de Día de la Raza para conmemorar el 12 de octubre, en homenaje a la población indígena que murió en la invasión española. "En Colombia se mantiene como día festivo, pero apenas se realizan actos", cuenta Zabala.

Para Eduardo Adrianzén esta conmemoración debería verse con una "distancia histórica". El guionista considera que "nada va a borrar nada", pero que las celebraciones que se llevan a cabo en España deberían realizarse "en términos históricos y no militares o políticos".

De la Corona a la derecha: el discurso colonialista, latente

El gesto del rey con la espada de Bolívar no es el único que demuestra cómo el pensamiento colonialista pervive en la política española y lo profesa la derecha y la ultraderecha. Representantes del PP cargaron, hace algo más de un año, contra el indigenismo siguiendo una ola que generó el que fuera presidente del Gobierno y actual presidente de la Fundación FAES, José María Aznar. En concreto, Aznar tildó al "indigenismo en Iberoamérica" de "amenaza" y lo igualó al "populismo", al "autoritarismo", además de al "nuevo comunismo" y al "islamismo radical".

La que no dudó en sumarse a esta idea fue la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. La mandataria, que hizo campaña para las últimas elecciones autonómicas con el lema "comunismo o libertad", dijo que "el indigenismo es el nuevo comunismo". Además, en una visita a Washington, Ayuso señaló que entre sus objetivos está defender el legado de España en América frente a lo que ha calificado como "leyenda negra" y "revisión maniquea de la Historia".

Evitar pedir perdón

No es todo. En su discurso contra el indigenismo la derecha defiende a toda costa que España no debe pedir perdón. El Papa Francisco instó a "reconocer los errores cometidos en el pasado, que han sido muy dolorosos" por los errores cometidos por la Iglesia católica en México. Las declaraciones de la máxima autoridad de la iglesia católica llegaron después de que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, insistiera en que el rey Felipe VI debe pedir disculpas a los pueblos indígenas. Una petición que no fue atendida por la diplomacia española y tras la que el líder del Ejecutivo mexicano planteó "pausar" las relaciones con España.

Esta crisis diplomática tampoco hizo tambalearse los principios de la derecha. "España no tiene que pedir perdón a nadie ni por nada; al revés, nos deben dar las gracias por nuestra contribución a América con el acontecimiento más importante de la humanidad, después de la romanización, que es la Hispanidad", proclamó el que entonces era líder del PP, Pablo Casado, en la Convención Nacional celebrada en septiembre del pasado año. No era la primera vez que Casado sacaba a colación esta cuestión preguntando en un acto de campaña si hay otro país en el mundo que pueda decir que haya descubierto un continente y que haya cambiado el ciclo de la historia.

Ayuso, por su parte se mostró sorprendida porque el Papa "hablara así" del legado que los colonizadores dejaron en el continente americano. También Vox quiso participar en este debate y su portavoz, Iván Espinosa de los Monteros, señaló que no entendía "muy bien qué hace un papa de nacionalidad argentina disculpándose en nombre de los demás". La formación de ultraderecha insistió en esa tesis a través de su perfil de Twitter el pasado 12 de octubre: "España tiene mucho que celebrar y nada de lo que arrepentirse". Reflejaban así su visión "de tebeo" de una historia de España que no dudaron en caricaturizar ellos mismos en su reciente evento, el Viva 22, donde redujeron la cultura española a disfraces de reyes, toreros y monjes, coreografías forzadas y actuaciones de función de colegio.

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