"Tenemos que entender las amenazas aparte del populismo, del autoritarismo... el nuevo comunismo o el indigenismo en Iberoamérica o el islamismo radical, que volverá a golpear si tiene oportunidad. Tenemos que afrontarlo con coraje y liderazgo". Son palabras del expresidente del Gobierno, José María Aznar. El exdirigente popular y presidente de la Fundación FAES pronunció un discurso el pasado 24 de septiembre en el cierre del Campus de su think tank que pasó desapercibido para el gran público. A partir de ahí, la sucesión de declaraciones similares por cargos del PP y afines amplificaron su mensaje, coincidiendo especialmente con la Convención Nacional de los populares. Aprovechando el 12 de Octubre, es buen momento para recordar el discurso con aires racistas y colonialistas que se han producido con intensidad durante los últimos días. 

La siguiente en hacer bandera de la crítica al "indigenismo" e incluirlo en esta especie de "eje del mal" mundial fue la presidenta madrileñ, Isabel Díaz Ayuso. En su viaje a EEUU, tomó el relevo de Aznar y dijo que "el indigenismo es el nuevo comunismo". Desde Washington, explicó que entre sus objetivos está defender el legado de España en América frente a lo que ha calificado como "leyenda negra" y "revisión maniquea de la Historia".

La dirigente madrileña mantuvo un brevísimo encuentro con el "Caucus Hispano", formado por representantes parlamentarios con orígenes latinoamericanos. Según informó la Agencia Efe, uno de ellos, el demócrata Raúl Ruiz, nacido en Zacatecas (México), manifestó su desacuerdo con algunos de los comentarios realizado por Ayuso. 

Además, estas declaraciones se relacionaban con unas palabras del Papa Francisco que causaron cierto revuelo en la derecha. El pontífice dijo que había que "reconocer los errores cometidos en el pasado, que han sido muy dolorosos. Tanto mis antecesores como yo mismo hemos pedido perdón por los pecados personales y sociales, por todas las acciones u omisiones que no contribuyeron a la evangelización", destacó, en un momento en el que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, había solicitado a la Iglesia en varias ocasiones ese "perdón".

Pero las palabras del Papa no sentaron bien en la derecha y ultraderecha españolas. Ayuso dijo estar "sorprendida" con sus declaraciones. De forma parecida se expresó el portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, quien dijo "no entender muy bien qué hace un Papa de nacionalidad argentina pidiendo perdón en nombre de los demás". Y añadió que uno de sus objetivos es "promover los valores de la Hispanidad".

Unos "valores" que han sido resaltados también hasta la extenuación por los líderes del PP durante su Convención Nacional. Así lo hizo el presidente del partido, Pablo Casado, sentado al lado del expresidente mexicano Felipe Calderón. Aunque comenzó modulando su discurso, Casado terminó reivindicando la Hispanidad y sumándose a la negativa de pedir perdón. "Desde España no tenemos que pedir perdón pero tenemos que dar las gracias a una historia común que ha sido en mi opinión el mayor hito de la humanidad después de Roma, la Hispanidad", dijo.

El día de antes, Aznar había vuelto a abrir el camino. Con una actitud retadora, afirmó lo siguiente: "En esta época en la que se pide perdón por todo, no voy a engrosar las filas de los que piden perdón. Lo diga quien lo diga". Subiendo un poco más el tono, volvió a arremeter contra los pueblos indígenas. "El indigenismo solo puede ir contra España, no contra los EEUU, solo contra España. Lo tienen que saber si queremos hacer algo al respecto", señaló. Además, ridiculizó al presidente mexicano por el origen de sus apellido, algo que provocó furibundas reacciones en las redes sociales de aquel país. 

Más comedido en sus críticas fue el escritor y Premio Nobel Mario Vargas Llosa, quien en la convención del PP anunció su apoyo al partido. En todo caso, se quejó de que "los latinoamericanos no votan bien" y criticó a algunos de los Gobiernos actuales del continente. En Perú, Vargas Llosa había apoyado a Keiko Fujimori frente al actual presidente, Pedro Castillo, apoyado por los pueblos indígenas del país. 

Casado tampoco dejó pasar la oportunidad de reivindicar la conquista de América en su día grande celebrado en València. En el discurso de cierre de la Convención Nacional, ante una Plaza de Toros llena, reiteró su mensaje: "España no tiene que pedir perdón a nadie ni por nada; al revés, nos deben dar las gracias por nuestra contribución a América con el acontecimiento más importante de la humanidad, después de la romanización, que es la Hispanidad. Se acabaron las leyendas negras y esa cultura de cancelación suicida a la que ponen los coros desde el propio Gobierno". 

Cabe mencionar en este punto el papel y la influencia en este tipo de discursos de Atlas Network. Esta organización ultracapitalista y anticomunista tiene fuertes vínculos con FAES y con el PP, también con Casado, como informó este medio. Muchos de sus dirigentes principales, por cierto, han aparecido estos días en los Papeles de Pandora. 

Toni Cantó y el "poder caníbal"

El broche final, de momento, a toda esta cascada de declaraciones lo ha puesto el director de la Oficina del Español de la Comunidad de Madrid, Toni Cantó. Y de qué manera. En una Comisión de Cultura celebrada en la Asamblea de Madrid, el expolítico de UPyD y Cs realizó un discurso muy criticado y comentado. Según su particular punto de vista, los españoles "liberaron el continente, no lo conquistaron" porque fue liberado de un poder "absolutamente brutal, salvaje, incluso caníbal".

Cantó defendió que no cree que los españoles "seamos colonizadores, ni conquistadores, ni nada parecido". "Yo creo que España cuando llegó a aquel continente lo liberó", añadió. Además, anunció que hay que dar la "batalla cultural" en este asunto para defender el Día de la Hispanidad porque "no nos podemos fustigar solo con las sombras, sino que hay que celebrar las luces, que son muchas".

Precisamente la primera y, hasta el momento única actividad conocida de la Oficina del Español creada ad hoc para él es un Festival de la Hispanidad. Durante estos días se han celebrado diferentes actividades culturales porque, según Cantó o Ayuso, el español está perseguido y censurado en algunas regiones.

La derecha ha mostrado ya sus cartas para dar esa batalla cultural e histórica que, a su vez, aleja a sus dirigentes de una gran cantidad de población latinoamericana. Y es que son varios los países que desde hace años celebran de otra manera el 12 de Octubre, especialmente reivindicando la diversidad o las identidades indígenas que conviven allí.