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Ayuso defiende en Chile el sistema ultraliberal económico de Pinochet

En un encuentro organizado por la conservadora patronal chilena (Sofofa), la presidenta madrileña ha alabado un sistema en el que el Estado tenga una presencia lo más reducida posible y las leyes las marque el mercado.

22/3/24 - La presidenta de la Comunidad de Madrid (España), Isabel Díaz Ayuso, habla durante un encuentro organizado este viernes por la conservadora patronal chilena (Sofofa), en Santiago (Chile).
La presidenta de la Comunidad de Madrid (España), Isabel Díaz Ayuso, habla durante un encuentro organizado este viernes por la conservadora patronal chilena (Sofofa), en Santiago (Chile). Elvis González / EFE

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, hizo hoy en Chile una defensa a ultranza del sistema ultraliberal económico, que instauró en este país sudamericano la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1989) en colaboración con la escuela conocida como los "Chicago Boys".

En una intervención en el centro de convenciones de la Sociedad Fabril de Fomento (Sofofa), que reúne a la patronal chilena, la líder del Partido Popular (PP) madrileño alabó un sistema en el que el Estado tenga una presencia lo más reducida posible y las leyes las marque el mercado, y presumió que ese es el que también quiere para Madrid.

"Nosotros pensamos y confiamos en la responsabilidad y en la libertad personal de cada uno para llegar tan lejos como se proponga, y que las administraciones ni lo tutelen ni lo dirijan a capricho del político, sino simplemente que estemos ahí cuando el ciudadano lo necesita", afirmó ante un puñado de empresarios.

En este sentido, dijo que en su ideario no creen "en las falsas banderas identitarias que solo traen miseria y degradación y que están cada vez más instaladas en las agendas políticas por todo el mundo, dividiendo falsamente al hombre y a la mujer cuando somos compañeros de vida, dividiendo al rico del pobre, buscando una lucha pretendida de clases en lugar de reducir la pobreza, e igualar a la baja a todo el mundo", afirmó ante un auditorio entregado.

"También buscando el enfrentamiento directo siempre entre izquierdas y derechas, cuando no se trata de eso. Ni tampoco el enfrentamiento entre lo público y lo privado. Es muy fácil dividir, siempre hay algo que nos diferencia de otros, lo interesante es buscar lo que te une y cómo crecer juntos", añadió.

Al hilo de este argumento, Ayuso apostó por un papel marginal del Estado, dedicado únicamente a la burocracia, y evitar así que pueda acabar "con el incentivo y con las ganas a través de la cultura de la subvención por la subvención que lo único que hace es empobrecer masivamente a la gente y que al final no le rente contratar, esforzarse o emprender".

La presidenta quiere ese modelo para Madrid

Ayuso señaló a los empresarios que esos son los principios que caracterizan a Madrid y les animó a elegir a la capital tanto para sus futuras inversiones como para enviar a sus hijos a estudiar a una ciudad que es "un entorno seguro".

"Tiene que haber un Estado y tiene que haber una administración, y para eso, evidentemente hay que pagar unos impuestos, pero que nunca pueden ser confiscatorios", subrayó antes de presumir de la escasez de impuestos en su comunidad –una "rebaja" que, en realidad, solo ha elevado la presión a los más pobres–.

El objetivo, dijo, "es atraer activos para el sector inmobiliario, para el mercado de la vivienda, pero especialmente para aquellos negocios y nuevas familias".

"Esto garantiza que cualquier empresa que esté instalada en Madrid o en otro lugar del país del territorio nacional, puede operar en nuestra comunidad sin licencias añadidas, porque no podemos convertir a nuestra nación, aunque algunas lo pretenden, en 17 países. Somos una única nación y cuando alguien invierte, cuando alguien crea puestos de trabajo, necesita que haya menos trabas burocráticas", afirmó. 

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