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Casa Real destinó más de cuatro millones a "atenciones protocolarias" en los últimos años de reinado de Juan Carlos I

La partida destinada a recepciones, asistencia a actos oficiales o regalos se situó en sus cifras más altas entre 2011 y 2014. La monarquía no revela en qué actividades concretas se gastó ese dinero.

Juan Carlos I en India
El rey Juan Carlos I durante una visita oficial a India en 2012. CASA REAL

Un día era un almuerzo por todo lo alto. Otro, una cuidada recepción, con regalos incluidos. Tampoco faltaban los actos oficiales con su correspondiente despliegue. En un caso u otro, Juan Carlos I apuró sus últimos años de reinado para efectuar cientos de actividades englobadas bajo el término de "atenciones protocolarias y representativas", un saco en el que entran actos muy variados.  

En los tres últimos años del ahora rey emérito al frente de la Jefatura de Estado, la Casa Real destinó más de cuatro millones de euros para esos fines. Así se desprende del análisis comparativo del denominado "subconcepto 226.01" de los Presupuestos de La Zarzuela a partir de 2011, primer año en el que la monarquía difundió, a cuentagotas, sus gastos en distintas materias.

El apartado de "atenciones protocolarias y representativas" forma parte del Capítulo 2 de los Presupuestos de la realeza, oficialmente denominado "Gastos corrientes en bienes y servicios". Dichas "atenciones" no son otra cosa que "los diferentes gastos generados con ocasión de los actos que desarrollan los miembros de la Familia Real, como pueden ser almuerzos, recepciones a su cargo, atenciones o regalos que protocolariamente deben realizar, incluido fotografías".

Del mismo modo, Casa Real explica que esa partida "también contempla los gastos generados por la asistencia a actos oficiales y de Estado" así como "otros" –no se detalla nada más– que "no son soportados por el organismo correspondiente".

En 2011 y 2012, La Zarzuela publicó únicamente los datos generales de los Presupuestos, sin detallar la cantidad ejecutada. De acuerdo a estos datos oficiales, las partidas destinadas a "atenciones protocolarias y representativas" ambos años fue de 1.200.000 y 1.128.000 euros respectivamente.

En 2013, la monarquía española gastó 775.593 euros en ese concepto, lo que implicaba el 75,1% de lo presupuestado para tal fin (1.032.000 euros). Ese año, la Casa Real subrayó en el informe sobre sus cuentas que se había realizado "un esfuerzo importante en la reducción del gasto en atenciones protocolarias, representativas y en gastos de viaje, que ha permitido compensar con creces el incremento que ha sido necesario abordar en material, suministros y otros servicios".

Al año siguiente llegaría la abdicación de Juan Carlos I, que se comunicó el 2 de junio de 2014 y se hizo efectiva el día 19 de ese mes. La ejecución presupuestaria de ese año que publicó la Unidad de Administración, Infraestructura y Servicios de la Casa Real ofrece los datos de todo 2014 y no de forma trimestral, como se haría a partir de 2016. De tal manera, no permite determinar con exactitud cuánto gastó el ahora rey emérito en atenciones protocolarias durante sus últimos seis meses de reinado.

Según los datos correspondientes a 2014, la partida de ese año fue gastada en su totalidad: el presupuesto de 730.227 euros para dichos gastos protocolarios y representativos se consumió al completo. De acuerdo a estos datos, entre 2011 y 2014 se destinaron en total 4.090.227 euros a dichas atenciones protocolarias.

"Transparencia"

A pesar de haber publicitado la publicación de sus cuentas como un ejercicio de "transparencia", lo cierto es que La Zarzuela no publica los gastos concretos que hubo en almuerzos, recepciones o actos oficiales, por lo que resulta imposible conocer de forma detallada cómo se empleó ese dinero y cuáles fueron las actividades que se cubrieron con el mismo.

En 2015, ya con Felipe VI instalado al frente de la Corona, hubo un gasto de 633.322 euros en "atenciones protocolarias y representativas", casi la mitad de lo que había destinado Juan Carlos I para tales fines en 2011. La partida ejecutada bajó a 535.085 euros en 2016, al tiempo que en 2017 volvía a subir a 623.182 euros.

En 2018, este concepto de los Presupuestos se llevó 557.241 euros, mientras que en 2019 subió hasta los 596.369, lo que entonces implicó el 89,1% de lo inicialmente presupuestado para tales "atenciones". Asimismo, en los tres primeros meses de 2020 se habían gastado 49.895 en esos fines, lo que supone un 11,3% de los 440.000 euros presupuestados para ese concepto.

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