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Casado y Arrimadas coinciden en la precampaña catalana después del 'no' a una alianza conjunta

PP y Ciudadanos no formarán una alianza de cara a las elecciones catalanas, pese a la insistencia de los 'naranjas'. La estrategia de ambos partidos se centrará en atraer a los "socialistas desencantados", aunque con el ojo puesto en Vox.

El líder del PP, Pablo Casado, conversa con la portavoz de Ciudadanos, Inés Arrimadas y el secretario del grupo 'naranja', José María Espejo.
El líder del PP, Pablo Casado y su homóloga en Cs, Inés Arrimadas, en el Congreso. Fuente: PP (David Mudarra).

marta monforte

Pablo Casado e Inés Arrimadas irán a Catalunya este viernes como parte de su precampaña. Lo harán por separado; mientras el líder del PP tiene previsto desplazarse hasta Girona para reunirse con los presidentes de cofradías de pescadores, la presidenta de Ciudadanos acudirá a Nou Barris (Barcelona) para "conocer de primera mano" las dificultades por las que han pasado los comerciantes de la zona tras la llegada de la pandemia de covid-19.

Casado lleva varios viernes acudiendo a la región como parte de la precampaña del PP, con el objetivo de impulsar también a su candidato a la Generalitat, Alejandro Fernández, cuyo perfil es bastante desconocido. Por su parte, Arrimadas estará acompaña de la senadora Lorena Roldán, y la presidenta del grupo de Cs en el ayuntamiento de Barcelona, Luz Guilarte. Roldán fue elegida candidata mediante primarias para concurrir como cabeza de lista a la Generalitat, pero la actual dirección -menos afín a la senadora- decidió remplazarla por Carlos Carrizosa sin que lo refrendara la militancia.

Los naranjas tomaron esta decisión pese a que las normas de la formación establecen que los candidatos a presidentes de comunidades autónomas deben ser elegidos en primarias. Lo hicieron con el objetivo de conseguir el apoyo del PP en una candidatura unitaria, puesto que el nombre de Roldán despertaba más recelos que el de Carrizosa en las filas populares. Sin embargo, y pese a la insistencia de Ciudadanos, esta alianza no se producirá: lo confirmó Arrimadas tras un desplante público de Casado hace pocos días.

"He intentado en el último año hacer una alianza de constitucionalistas del centro y la derecha, con esa España Suma que rechazaron tanto Ciudadanos como Vox, y creo que estamos en otra etapa", decía el líder del PP, enterrando así su 'proyecto estrella', España Suma. El conservador admitió que a partir ahora iba a tratar de "unir a los votantes de esos partidos", y no las siglas, en torno a "un proyecto que es la única alternativa a Pedro Sánchez".

Las palabras de Casado tuvieron una reacción inmediata: apenas unas horas después Inés Arrimadas anunció que Cs concurriría en solitario a las elecciones en Catalunya, programadas para el próximo 14 de febrero. Arrimadas censuró la actitud de Casado, al que acusó de no ser "coherente" y criticó que los populares solo quieran pasar "de cuatro escaños a seis o siete". "Estamos acostumbrados a que el PP y el PSC nos dejen tirados", fue la respuesta de la líder naranja.

El PP traslada toda la responsabilidad a Cs

Pero el  líder popular no quiere ser el responsable de esa ruptura, al menos no públicamente, y el pasado viernes negó que el PP hubiera descartado definitivamente la alianza, aunque aseguró que "respetaba" la decisión de Arrimadas. "Nosotros aún no hemos reunido los órganos de decisión para tomar una posición que ya les digo que va a capitanear Alejandro Fernández como presidente del PP en Catalunya, y tal y como me comprometí en el Congreso autonómico celebrado hace un año", dijo.

Estas declaraciones no sentaron bien a la dirección naranja. "Ciudadanos ha peleado hasta el último minuto por llevar una única lista de constitucionalistas en Cataluña", pero "no ha querido el PP", aseguró el portavoz adjunto de la formación, Edmundo Ba, en un rueda de prensa celebrada esta misma semana. "Ha habido mucha cortedad de miras, no ha habido sentido de Estado".

Según las fuentes consultadas por Público.es, Casado ya no lo veía claro desde hace meses. Concretamente, empezó a desdeñar la idea después del verano. Desde el entorno de Arrimadas hablan de un claro "desplante" de los parlamentarios del PP en Catalunya, que no han hecho un "mínimo gesto" por la coalición. Los naranjas ni si quiera sopesan ya la posibilidad de aliarse con los populares solo en algunas provincias, como Girona y Lleida.

Convencer a los "socialistas desencantados"

Ambos partidos dirigen su discurso hacia los "socialistas desencantados", con la intención de convencer a aquellos votantes decepcionados con Pedro Sánchez. "Hago mención a los socialistas moderados huérfanos de representación política, a los que no dan crédito con cómo el PSOE ha llegado a acuerdos con Bildu y con ERC", planteó Bal en esa misma rueda de prensa.

Según el último análisis de Key Data para Público, PP catalán recuperaría algo de terreno y ganaría tres diputados —de 4 a 7—, más de 60.000 votos y 2,2 puntos de apoyo, mientras que la ultraderecha de Vox se estrenaría en el Parlament después de obtener más de 160.000 papeletas (el 4,2%), que le reportarían cuatro representantes, todos en Barcelona. Unos números que coinciden con los que arroja el barómetro del Centre d'Estudis d'Opinió (CEO), el denominado CIS catalán, que da entre 8 y 9 diputados al PP.

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