El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, no ha dimitido en una de las jornadas más difíciles de su vida política. Tras más de ocho horas de reunión con su Comité Directivo (su círculo de confianza en el partido) ha convocado para los próximos días la Junta Directiva Nacional, máximo órgano entre congresos del partido, donde se podría decidir la convocatoria de un congreso extraordinario.

Es la única conclusión que han comunicado oficialmente desde la dirección del PP. La jornada ha sido muy complicada para Casado y para su equipo. La guerra, que llevaba varios meses abierta entre Génova e Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, se recrudecía la semana pasada. La dirección nacional acusaba a Ayuso de haber favorecido a su hermano con un contrato público de mascarillas en el inicio de la pandemia. Desde la Puerta del Sol, aseguran que Génova había contratado a detectives privados para espiarla.

La Junta Directiva Nacional es el órgano soberano entre congresos del partido y podría convocar un congreso extraordinario. Para ello, tendrían que estar a favor de tal convocatoria dos tercios de los integrantes del órgano. El PP ha de convocar un congreso ordinario este verano, cuando se cumplen cuatro años desde que Casado llegara a la presidencia tras la dimisión de Mariano Rajoy en 2018. En principio se habló de celebrar la Junta el lunes; pero es el Día de Andalucía, lo que provocó la queja de los dirigentes andaluces, especialmente del presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno Bonilla.

Durante este lunes, los barones se han ido desmarcando del presidente del PP. Primero fueron Ayuso y Alberto Núñez Feijóo. El gallego suena como posible recambio en el despacho presidencial del PP, si finalmente cae Casado. Después se sumaba Alfonso Fernández Mañueco a las palabras de la madrileña y el presidente de la Xunta. También lo hizo Alejandro Fernández, líder del PP en Catalunya; Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía...

El secretario general del PP Teodoro García Egea habría contactado con los diputados y senadores, que forman parte de la Junta Directiva Nacional, para tantear si estaban con Casado o con los barones territoriales. El cargo del número dos de Casado lleva en la cuerda floja desde que explotara el escándalo el pasado jueves. De momento, tanto Casado como García Egea aguantan en la zona noble de la sede de la calle Génova. Al menos, hasta la reunión de la Junta parece que será así.