Un día después de que el presidente suplente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) rechazara la petición de un pleno extraordinario para abordar la renovación del Tribunal Constitucional (TC) de manera urgente antes de que se apruebe la reforma que elimina la mayoría de tres quintos en el Consejo para elegir a dos magistrados del TC, el sector conservador ha actuado rápido y este miércoles ha propuesto a dos candidatos: los magistrados Pablo Lucas y César Tolosa. 

El presidente suplente del CGPJ, Rafael Mozo, había rechazado la convocatoria de un pleno, como habían solicitado nueve vocales conservadores, alegando que no habían facilitado por escrito los nombres de sus candidatos ni sus currículos. 

Ahora han dado a conocer a sus dos candidatos, forzando a Mozo a pronunciarse sobre un pleno que tiene como objetivo elegir a los dos magistrados que el CGPJ debe designar para el Constitucional antes de que se apruebe en las Cámaras la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial para que sea una mayoría simple y no una de tres quintos la necesaria para que los dos candidatos salgan elegidos. 

La reforma pretende desbloquear la renovación del TC, que lleva tres meses encallada por el sector conservador, en sintonía con el bloqueo del PP respecto a la renovación del CGPJ. 

Han sido tres meses, desde que arrancaron las negociaciones en el Consejo para la designación de los dos magistrados, de obstáculos, dilaciones y enfados. Tres meses en los que ha quedado patente una rebeldía inédita por parte de la mayoría de los vocales del órgano del gobierno de los jueces, que ha ido en consonancia al bloqueo del PP para renovar el propio CGPJ.  Los conservadores suman diez vocales y los progresistas, ocho. La mayoría de tres quintos requiere de once votos para que los candidatos resulten elegidos.

PSOE y Unidas Podemos plantean la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ) para cambiar la mayoría de tres quintos que debe sumar el CGPJ en la elección de los dos magistrados al Constitucional que le corresponden, de modo que ahora bastará con mayoría simple. Es una manera de facilitar la elección de los dos nuevos magistrados, enquistada por el veto de los conservadores respecto al magistrado José Manuel Bandrés, elegido como el candidato de los progresistas.  

Los candidatos del sector conservador

César Tolosa es magistrado del Tribunal Supremo desde 2014. Actualmente, preside la Sala de lo Contencioso-Administrativo. Ingresó en la Carrera Judicial en 1982 y tuvo su primer destino en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Molina de Aragón (Guadalajara). En 2004 fue elegido presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria, cargo en el que permaneció hasta su nombramiento para el Supremo. 

Pablo Lucas es magistrado de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Supremo desde noviembre de 2001, fecha en la que ingresó en la carrera judicial por el turno reservado a juristas de reconocida competencia con al menos 15 años de ejercicio. Es el encargado de controlar la actividad del CNI y estaba en el primer listado de nueve candidatos dado a conocer por los vocales progresistas el pasado octubre. 

Fuentes del CGPJ consultadas por Público manifiestan que estando a las puertas de una reforma que afecta a la forma de elección de los magistrados del TC no sería "prudente" proceder a la votación con el sistema actual. 

Así es la reforma para la renovación del TC

La reforma que plantean los partidos del Gobierno podría quedar aprobada para el 22 de diciembre, una vez que pase los trámites del Congreso (el pleno es este jueves) y del Senado. Dicha reforma de la LOPJ incluye un nuevo redactado del artículo 599 para que en un plazo de cinco días hábiles, "los vocales del Consejo puedan proponer a la presidencia candidatos a magistrado del Tribunal Constitucional", con un máximo de un candidato por cada vocal. Así, cerrado el plazo de candidaturas, la persona al frente de la presidencia, "tendrá la obligación de convocar un pleno extraordinario para proceder a la elección de los dos magistrados", que tendrá que celebrarse "en el plazo máximo de tres días hábiles desde su convocatoria". Cada vocal podrá votar solo a uno de los candidatos. Con esta novedad que instaura la mayoría simple se espera que resulten elegidos dos magistrados correspondientes a cada uno de los dos bloques ideológicos presentes en el Consejo. 

La reforma, que incluye la posibilidad de exigir a los vocales responsabilidades  penales si no cumplen su mandato constitucional, tendrá un efecto balsámico en el sector progresista, harto de los continuos bloqueos por parte de los conservadores, pero, sobre todo, tendrá otra consecuencia: evitar el veto sobre José Manuel Bandrés, el candidato progresista para ir al Constitucional. 

Este martes varios vocales progresistas han sido informados por el sector conservador de que se inclina por no "embarrar" la convivencia en el seno del Consejo y para ello ha descartado emprender la vía judicial contra el presidente suplente, Rafael Mozo, tal y como uno de sus vocales había planteado como una hipótesis, según ha podido saber Público, al no tener noticias sobre el pleno extraordinario que el pasado viernes solicitó formalmente el bloque conservador. 

El pasado 2 de diciembre quedaron rotas las negociaciones entre ambos sectores del CGPJ ante la pretensión de los conservadores de que el magistrado Bandrés fuera eliminado como candidato. Querían cambiar las reglas del juego que impiden imponer vetos sobre el candidato del otro bloque, pero los progresistas se opusieron. El pleno del próximo 22 de diciembre en el que se iban a votar por primera vez a los dos candidatos, cada uno a propuesta de ambos sectores, quedará ahora a la expectativa de que la reforma haya sido ya aprobada.