Nadie atiende a Iván Espinosa de los Monteros. El pasado jueves, el ex dirigente de la extrema derecha inauguraba su think tank, Fundación Atenea, y pedía "el cese de hostilidades" entre el Partido Popular y Vox, pero sus deseos no se han visto cumplidos. Con la migración como excusa, ambas formaciones han visibilizado más que nunca sus supuestas diferencias, a caballo entre una dramatización electoralista y auténticos puntos de vista distintos. Este domingo, los principales líderes autonómicos del PP presentaban junto a Alberto Núñez Feijóo la denominada Declaración de la Región de Murcia con medidas migratorias que contemplaban, entre otras, un visado por puntos para extranjeros, así como restricciones para los migrantes en las ayudas sociales. Abascal tardaba apenas unas horas en responder: "Miente y estafa igual que Sánchez", aseguraba sobre Feijóo desde sus redes sociales. 

La batería de ideas y reflexiones presentadas por el PP tenían, fundamentalmente, una intención: desmarcarse de Vox e intentar emprender un camino propio tras muchos meses con la extrema derecha liderando el debate migratorio. En la formación se desviven por encontrar una voz propia que no parezca una copia de los discursos de la formación de Santiago Abascal y creen haberla encontrado, no sin mucho debate interno. "El tema es espinoso, muchos dicen que hay que entrar, otros que no", reconocen voces del Comité de Dirección del Partido Popular.

Una frase del documento resume la perspectiva desde la que Feijóo quiere tratar la migración: "El inmigrante no es ni víctima pasiva ni culpable por defecto: es una persona con derechos y deberes", una afirmación que en el PP quieren que signifique moderación ante Vox, pero contundencia respecto al PSOE. Sin embargo, por convicción, presión o electoralismo para no ceder ante los de Abascal, los populares han terminado adoptando en Murcia terminología, comparaciones e incluso propuestas que son postulados propios de la extrema derecha.

Vincular la migración a vivir de ayudas

Uno de los grandes mantras de la extrema derecha desde el primer minuto de su irrupción en España es que los migrantes viven de las ayudas sociales. Vox ha hecho de ese discurso su bandera e incluso se ha llevado a la retirada de carteles que la formación pegó durante una campaña en 2021 en el que difundían el bulo de que un menor migrante recibía más subvenciones que un jubilado español. 

Un mensaje que hace años parecía monopolio de la extrema derecha y que ahora ya se puede percibir en el ideario del Partido Popular. En el documento, se dice que "la mera percepción de ayudas públicas no puede ser el propósito ni convertirse en un medio de vida" y que "los que abusan no pueden oscurecer la labor de tantas personas llegadas de otros países". El PP adopta el discurso de Vox y sostiene que hay extranjeros que viven de las ayudas, y por eso los de Feijóo proponen, si gobiernan, que "las prestaciones económicas como el Ingreso Mínimo Vital se liguen a la búsqueda activa de empleo.

Devolver a sus países a los menores migrantes

Otro de los nudos gordianos para el Partido Popular es la gestión de los menores migrantes no acompañados, algo que incluso llevó a la ruptura de los gobiernos autonómicos con Vox en 2024. En este documento, la formación introduce una medida que nunca antes había sido firmada por escrito, ni en la Ponencia Política que se aprobó en el último Congreso Nacional ni en el Acuerdo para afrontar la crisis migratoria que firmaron en 2022 Feijóo y Fernando Clavijo, presidente del Gobierno de Canarias. Por primera vez, los populares sostienen que hay que "promover el retorno y la reunificación familiar en los países de origen" de los menores migrantes no acompañados que lleguen a España. 

Hasta ahora, las deportaciones y devoluciones de los migrantes era una propuesta casi exclusiva de Vox. "Todos fuera (...) Y no es un castigo, es un premio, porque los menores, donde tienen que estar es con sus padres", defendía Santiago Abascal en su reciente discurso pronunciado en el Palacio de Vistalegre durante un acto de Patriots, su grupo en el Parlamento Europeo. De nuevo, similitudes entre ambas formaciones, aunque con tonos diferentes. 

Migrantes que delinquen

La falsa relación entre migración irregular y delincuencia se difunde históricamente desde la derecha, pero en los últimos tiempos era Vox el que se había adueñado de ese discurso. Los intentos del Partido Popular por opacar a su competidor les llevaron a adoptar esa tesis en su Congreso Nacional del pasado mes de julio. "Tolerancia cero con aquellos que cometen delitos, especialmente los reincidentes", aseguraba aquel documento oficializado el 7 de julio. Dos días después, Vox subía la apuesta y ponía sobre la mesa la deportación de ocho millones de personas y Abascal era radical: "El que llega ilegalmente, se va. El que estando legalmente roba, se va", aseguraba en rueda de prensa desde la sede de Vox el 14 de julio.

El Partido Popular no ha llegado tan lejos y mantiene un discurso más neutral, aunque ya se vio en crisis como la de Torre-Pacheco que no le tiembla el pulso al relacionar delincuencia y violencia con las personas migrantes. En esta declaración del pasado domingo, incidían de nuevo: "La pérdida de residencia debe ser automática cuando un inmigrante incurra en delitos graves y la reincidencia no puede ser compatible con la permanencia en España", aseveraban.

Relacionado con este tema

¿Una legislatura plurinacional? Estos son los 15 traspasos del Estado a las comunidades autónomas desde 2023

Samuel Martínez

Visado para migrantes

Una de las grandes medidas anunciadas por Feijóo este fin de semana fue el visado para migrantes, una propuesta que no está reflejada en el documento oficial de la declaración de los líderes del PP y que este lunes el propio partido no fue capaz de desarrollar ni explicar con más claridad, a pesar de las preguntas. "Las cosas no están perfectamente definidas", apuntaba Alma Ezcurra, vicesecretaria de Organización del Partido Popular y encargada de las medidas sobre migración. En este sentido, Vox no quiso ni entrar a debatir y su portavoz nacional, José Antonio Fuster, cerraba la puerta a entendimientos con el PP en ese asunto: "El visado por puntos no hace ninguna falta", aclaraba.

Migrantes buenos y malos

Una distinción que lleva a cabo el PP en sus postulados respecto a Vox es que hace una excepción al hablar de migrantes y excluye en gran medida a América Latina. "Reconocemos el vínculo especial que nos une con las naciones hermanas de Hispanoamérica, con quienes compartimos lengua, historia y valores, y cuya integración en España constituye una oportunidad natural de enriquecimiento mutuo", asegura la declaración firmada el pasado domingo. Vox no llega tan lejos, aunque su islamofobia sí pone el foco con más interés en el migrante africano. Sin embargo, la formación de Santiago Abascal nunca ha hecho oficialmente distinciones como la que aquí lleva a cabo el Partido Popular, aunque dentro de la formación hay distintas sensibilidades al respecto.