Cuatro focos clave del 23J en Catalunya
Es la segunda comunidad que más diputados reparte, con 48, y puede ser decisiva para determinar quién puede llegar a la presidencia del Gobierno. Se da por hecha la victoria del PSC, pero necesita arrasar para impulsar a Sánchez.
Barcelona-Actualizado a
Después de una campaña de perfil más bien bajo y sin actos masivos -lo más concurridos han sido el mitin que el PSC celebró el pasado domingo, día 16, en el Palau de Congressos de Barcelona, con Pedro Sánchez de cabeza de cartel y que reunió a 3.000 personas, y el acto central del jueves de Sumar En Comú Podem, en L'Hospitalet y con Yolanda Díaz-, los catalanes están llamados a las urnas este domingo en unas decisivas elecciones generales.
A medida que se ha acercado la votación han perdido fuerza los llamamientos a la abstención por parte de los sectores más hiperventilados del independentismo -muy ruidosos en las redes, pero con una influencia social residual- y la participación se prevé razonablemente elevada, aunque los comicios llegan en unos días especialmente calurosos. En las generales de 10 de noviembre de 2019 se situó en el 69,4%.
En total, Catalunya elige a 48 diputados en el Congreso -32 en Barcelona, seis en Tarragona, seis en Girona y cuatro en Lleida-, una cifra que la sitúa sólo por detrás de Andalucía, que es la comunidad autónoma más poblada del Estado. Por tanto, lo que ocurra puede tener un peso decisivo en la configuración de mayorías y en la elección del presidente español.
Aunque se da por segura la victoria del PSC -que no es la fuerza más votada en unas generales desde el 2008-, no está claro que lo haga con un resultado suficiente que permita al PSOE impedir una mayoría en el Estado de PP y Vox, que es la opción que más pronostican las encuestas. Resumimos en cuatro apuntes las claves del 23J en Catalunya.
Victoria segura del PSC, pero ¿será suficiente?
No hay ninguna encuesta que no contemple una victoria del PSC este domingo. Sin embargo, los socialistas catalanes necesitan arrasar si quieren contribuir a mantener vivas las posibilidades de Pedro Sánchez de seguir al frente de la Moncloa.
Tradicionalmente, el PSC ha sido la fuerza hegemónica en las generales en Catalunya, hasta el punto de que se impuso consecutivamente en las 10 primeras citas desde la recuperación de la democracia -todos los comicios en las Cortes estatales entre 1977 y 2008-.
Sin embargo, desde entonces no ha vuelto a ganar -en el 2011 CiU fue la primera fuerza, en el 2015 y el 2016 lo fue En Comú Podem y en los dos comicios del 2019, ERC-. Tras moverse entre un mínimo de 15 diputados -en 1977- y un máximo de 25 -1982 y 2008- y el 28,6% y el 45,8% de los votos, los socialistas catalanes llegaron a caer a sólo ocho y siete diputados en diciembre de 2015 y junio de 2016, respectivamente, con poco más del 15% de los sufragios.
El CEO da al PSC entre 16 y 18 diputados, mientras que el CIS lo eleva a una horquilla de 18 a 22
Hace cuatro años ya se recuperaron un poco con 12 escaños en ambas citas con las urnas -y más del 20% de las papeletas- y ahora todo apunta a que obtendrán un apoyo claramente más amplio, tras imponerse tanto en las elecciones al Parlamento de febrero del 2021 como en las municipales del pasado 28 de mayo.
En cuanto a las encuestas, el Centre d'Estudis d'Opinió (CEO) -que depende del Govern- da a la candidatura liderada por Meritxell Batet entre 16 y 18 diputados, mientras que el CIS eleva la previsión a una horquilla que va de los 18 a los 22.
En todo caso, una de las claves es la ventaja que obtenga sobre el PP, que debe permitir a Sánchez compensar las pérdidas en otros territorios. En este sentido, el CEO da al PSC 10 diputados más en Catalunya que en el PP, mientras que el CIS eleva la diferencia a entre 12 y 14.
Paralelamente, los socialistas necesitan que no haya un hundimiento de Sumar En Comú Podem y que la lista que ahora encabeza Aina Vidal mejore o, como mínimo, iguale los siete escaños obtenidos en el 2019. En resumen, sin estas combinaciones y una enorme movilización progresista el domingo, difícilmente Sánchez podrá seguir al frente del Gobierno.
¿Quién quedará en segunda posición?
La enorme caída experimentada por ERC en las recientes elecciones municipales -el partido de Oriol Junqueras y Pere Aragonès perdió más de 300.000 votos y seis puntos de apoyo, pasando de primera a tercera fuerza- ha trastocado el escenario político catalán, que parecía abocado a una pugna entre republicanos y PSC por la hegemonía.
En cambio, ahora mismo hay hasta cuatro partidos que podrían aspirar a ser segunda fuerza este domingo si nos ceñimos a las encuestas. En principio, la pugna por la segunda plaza está mucho más ajustada que la lucha por la victoria, ya que el PSC parte de una clara ventaja.
La mayoría de sondeos dan a ERC entre ocho y 10 diputados -es el caso del CEO-, pero el CIS le hace bajar a un horquilla de cinco a siete escaños. Con Gabriel Rufián nuevamente como cabeza de lista, los republicanos tienen asumido que no reeditarán las victorias de abril y noviembre de 2019 -primero con 15 diputados y después con 13-.
Sin embargo, todo lo que suponga quedar por debajo de la segunda posición y con menos de ocho representantes dificultaría el futuro del Govern de Pere Aragonès, ya debilitado porque solo tiene el apoyo de 33 de los 135 diputados del Parlament -los de ERC-.
Junts no tiene ninguna garantía de mantener los ocho escaños de 2019 -concurrió conjuntamente con el PDeCAT- y, por ejemplo, el CIS le sitúa con entre tres y seis representantes, mientras que el CEO eleva el pronóstico a entre siete y nueve. Si se moviera en estas últimas cifras, la candidatura de Míriam Nogueras podría también aspirar a la segunda plaza, un objetivo de máximos que contempla también el PP.
ERC, Junts, PP e, incluso, Sumar En Comú Podem pueden aspirar a la segunda plaza
Convencidos de que el efecto Feijóo y la desaparición de Cs le impulsará en las urnas, la formación de derechas superará seguro los dos diputados de 2019 y sueña con llegar a 10 escaños, aunque los pronósticos más realistas le sitúan en una franja que va de los seis a los ocho. Lejos de los 12 obtenidos por el PP de Aznar en el 2000 o los 11 de Rajoy en el 2011. Épocas, sin embargo, en las que la derecha y extrema derecha españolista se presentaba unificada bajo las siglas del PP, sin las opciones de Cs o Vox.
Finalmente, Sumar En Comú Podem también entraría en la pugna por la segunda posición si se cumpliera el sondeo del CIS y subiera hasta la franja de siete a nueve diputados -por encima de los siete actuales-, un escenario sólo posible si hubiera un gran hundimiento de ERC y, por tanto, una clara desmovilización independentista.
La pugna independentista
En un contexto de desmovilización independentista, ERC y Junts protagonizarán su enésima batalla por la hegemonía de este espacio. Teóricamente los republicanos parten con ventaja -13 escaños aocho-, pero hay encuestas, como la del CEO, que da posibilidades a Junts de dar el sorpasso.
De hecho, en las últimas municipales el partido de Laura Borràs y Jordi Turull superó en 30.000 votos al de Oriol Junqueras. La CUP, a su vez, no tiene garantizado conservar su presencia en el Congreso, donde actualmente suma dos escaños.
Los mejores resultados del independentismo en el Congreso son los 23 diputados y el 42,6% de los votos de noviembre de 2019
Ahora bien, a nivel global lo más probable es que el independentismo retroceda, ya que difícilmente podrá repetir los 23 diputados -de un total de 48- obtenidos en los comicios generales del 10 de noviembre de 2019, repartidos entre los 13 de ERC, los ocho de Junts y los dos de la CUP. En esa cita, el independentismo obtuvo su mejor resultado conjunto en unas generales, con el 42,62% de los votos -un total de 1.652.055 sufragios-, frente al 39,43% (y 1.635.526 votos) de siete meses antes, que se habían traducido en 22 escaños.
En términos relativos, las formaciones que quieren un Estado propio para Catalunya alcanzaron su máximo en las elecciones al Parlament del 2021, con el 50,8% del apoyo, gracias a 1.443.273 votos, que se tradujeron en 74 diputados, una clara mayoría absoluta sobre un total de 135.
En cifras absolutas, pero el récord de votos lo alcanzó en los comicios en el Parlament de diciembre de 2017 -convocados a través del 155-, con casi 2.080.000 sufragios, el 47,5% del total. En las municipales del 28 de mayo, el apoyo se quedó en el 41,96% y 1.261.962 votos, 300.000 menos que en el 2019 y muy lejos de las cifras de sufragios de los momentos álgidos del procés.
¿Hasta dónde avanzará la derecha y la extrema derecha?
Entre PP, Vox y Cs sumaron sólo seis de los 48 diputados catalanes en las anteriores elecciones al Congreso, con dos para cada formación y apenas el 19,3% de los votos. Unas cifras que, seguro, el bloque de derecha y extrema derecha españolista superará el domingo.
De entrada, el PP se muestra convencido de llegar a un mínimo de seis diputados -tanto el CIS como el CEO le dan entre seis y ocho escaños- y sueña con subir hasta los 10. Los mejores resultados obtenidos por el partido en Catalunya son los 12 diputados -y 22,8% de los votos- del 2000, en la mayoría absoluta de Aznar; y los 11 -y 20,7% de sufragios- de 2011, en la mayoría absoluta de Rajoy.
Ahora bien, sumando PP y Cs, la derecha españolista superó el 24% de los votos en Catalunya tanto en 2015 como en 2016, si bien se quedó, respectivamente, en 10 y 11 diputados en su conjunto.
Con unas encuestas globales a la baja, Vox podría mantener la representación en Catalunya, ya que tanto el CIS como el CEO le dan entre dos y tres diputados, que pasarían por mantener los dos que tiene en Barcelona y sumar un tercero en Tarragona.
Dicho con otras palabras, parece claro que entre PP y Vox superarán el 20% de los sufragios, pero no está tan claro que este espacio rompa el récord de votos de la derecha españolista en Catalunya, ni llegue conjuntamente a los 12 diputados obtenidos por el PP en solitario en el 2000.
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