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Entrevista Antoni Noguera: "Lo importante de las municipales es que la izquierda gane. Y tenemos que aprender a crecer juntos"

Entrevistamos al dirigente de MÉS y alcalde de Palma, que el 26 de mayo repetirá como cabeza de lista de la formación soberanista y aspira a reeditar una alianza amplia de izquierdas. 

Antoni Noguera, alcalde de Palma. PÚBLIC

Alcalde de Palma durante la segunda mitad del actual mandato, fruto del acuerdo entre el PSIB, MÉS per Mallorca —su partido— y Som Palma, Antoni Noguera (1979) es un símbolo en las Islas Baleares de los llamados ayuntamientos del cambio. A pesar de las limitaciones con las que se han encontrado en la acción institucional, defiende las políticas hechas en vivienda, como la prohibición de Airbnb y la creación de la Oficina Anti-Desahucios. Ahora bien, reconoce que los desahucios, básicamente por alquiler, no han desaparecido y que todavía es posible alquilar pisos a través Airbnb. En las elecciones del 26 de mayo repetirá como candidato de la formación soberanista MÉS y se muestra un firme partidario de reeditar una alianza amplia de izquierdas. En este sentido, no cree que una posible candidatura cercana a la Esquerra Independentista tenga opciones de conseguir representación en la capital de las Balears.

A pesar de tener mayoría absoluta y, por tanto, poder sacar adelante los proyectos que han querido, ¿qué límites se ha encontrado a la institución?

Por ejemplo, el acceso a la vivienda: tenemos problemas, fronteras legislativas. Estamos trabajando de forma importante con el tema de la vivienda, pero nos falta más valentía. La ciudad debe gestionar un problema donde nosotros nos encontramos impotentes porque no podemos regular lo que quisiéramos.

¿Por qué colisiona con legislación estatal o autonómica?

En este caso, con las dos. Existe la Ley de Arrendamientos Urbanos, que pertenece al Estado y de la que ya hemos pedido dos cambios importantes. Y hemos hecho reuniones con Rafel Ribó [Síndic de Greuges de Catalunya] y Ada Colau, para conseguir cosas como aumentar los contratos de alquiler de tres a cinco años. Pero sufrimos algo más importante: la turistificación. Nosotros hemos sido la primera ciudad del mundo que prohíbe el alquiler turístico en vivienda plurifamiliar (bloque de pisos), para evitar la burbuja de los alquileres. También hemos restringido la construcción de nuevos hoteles en la ciudad. Pero con el tema del alquiler turístico, las inspecciones no las hacemos nosotros, sino la Conselleria [de Turismo].

Si ahora mismo buscara una habitación de Airbnb para este fin de semana, ¿la encontraría?

Posiblemente. Pero ahora menos. Ahora está más restringido. Hay multas. La Conselleria ha puesto una multa importante de 300.000 euros a Airbnb, así como a otras inmobiliarias. Así que no es la misma situación que antes. Antes era una situación de alegalidad o indefinición, mientras que ahora está regulado. Ahora lo que falta es que la Inspección vaya mejorando.

Esta necesidad de que el Gobierno balear mejore las inspecciones o la "falta de valentía" a la que se ha referido, ¿revela diferencias con los socios de Gobierno sobre el grado de control que debe haber sobre el turismo?

"No es falta de voluntad, sino que cuesta que las administraciones se adapten a nuevas dinámicas como Uber y Cabify"

En el tema del alquiler turístico creo que hay consenso político. Y también ciudadano. Lo que pasa es que a las nuevas dinámicas de la economía, como está pasando con Uber y Cabify, cuesta que las Administraciones se puedan adaptar. No creo que sea tanto un problema de socios, como de la adaptación institucional a las nuevas dinámicas. Hace cuatro o cinco años el alquiler turístico empezaba a levantar la cabeza, pero se escondía detrás del falso concepto de la economía colaborativa. La Conselleria [de Turismo] ha tenido que crear un Cuerpo de Inspectores y todo ello lleva su trabajo.

También ha sido celebrada la Oficina Anti-desahucios de Palma. Sin embargo, ¿podría haber un desahucio en la ciudad hoy?

Esta oficina se abrió el primer mes de gobernar. Fue como una creación compartida con la PAH, con lo yo ya colaboraba de antes. Creo que es una oficina pionera y muy resolutiva. Hasta ahora ha ayudado a unas 1.400 familias que no perdieran su casa. Actualmente, en Palma casi hemos llegado a una cuota cero de desahucios hipotecarios, se está haciendo mucho trabajo de mediación con las entidades bancarias. Hemos hecho hasta 300 alquileres sociales, por mediación de la Oficina.

La escalada de precios del alquiler, sin embargo, también está sacudiendo gente de casa. Es difícil no conocer algún amigo y familiar que no lo haya sufrido.

"El alquiler turístico ha hecho que el precio del alquiler se haya incrementado un 40%"

Ciertamente, tenemos un problema con los desahucios por alquiler. Estamos haciendo un trabajo importante con ayudas al agua, gas y luz, también de mensualidades. Pero no podemos llegar a más. Y el alquiler turístico ha hecho que el precio del alquiler se haya incrementado un 40%. Y hay que añadir que en la historia de las Islas y de Palma, ha habido unas muy malas políticas de vivienda, casi sin alquiler social. Palma tiene un banco de vivienda social de 700 viviendas, lo que es un 0,7% del total. Mientras en las ciudades de Europa es del 10 o 15%. Por esto, nos ha costado mucho aguantar el golpe.

Antoni Noguera durant l'entrevista amb 'Públic'. PÚBLIC

Antoni Noguera durant l'entrevista amb 'Públic'. PÚBLIC

Constructoras, hoteleros, patrones de cruceros ... Son sectores con los que la izquierda, tradicionalmente, no se siente cómodo. ¿Como gestiona usted las relaciones con estos sectores empresariales?

Hay actores económicos en nuestra ciudad, representados en las patronales, que yo los trato como a un agente más. Y hemos intentado compartir el Modelo de Ciudad con ellos. Creo que ha habido un trato cordial y hasta hemos llegado a acuerdos, como la restricción y prohibición parcial de nuevos hoteles.

¿Pero y los poderes fácticos, más bien en la sombra?

También están. Más vinculados a proyectos urbanísticos. Y aquí sí que se ha generado más tensiones. Sin embargo, hemos tenido políticas valientes. Como con el Molinar Port petit, deteniendo el proyecto faraónico que desfiguraba el barrio con más personalidad de Palma. También hicimos caducar los dos proyectos de las Fontanelles [un centro comercial en una zona de humedales]. También hemos tenido otras tensiones, como con el tema de la reapertura del Casino, que impedimos.

¿Se ha sentido amenazado?

"Los poderes fácticos económicos o te amenazan o te ponen una querella"

Está claro que estas maniobras quieren generar miedo, conseguir estar por encima del interés público. Y para hacerlo, o te amenazan o te ponen una querella. Es un funcionamiento similar al que hace la extrema derecha con la libertad de expresión: la amenaza judicial, la presión de los abogados. Y aquí sí que ha habido un enfrentamiento.

¿Y los poderes fácticos periodísticos? En Palma hay hasta cuatro redacciones de periódicos impresos y siempre se ha dicho que las portadas son muy influyentes, cada mañana...

Nosotros acabamos de pasar por una crisis de la Sociedad de la Información, con la reciente incautación de teléfonos móviles a diferentes periodistas de la ciudad, por orden judicial. Un hecho que es preocupante. En todo caso, nuestra relación hemos querido que fuera de igualdad y no hemos gobernado a golpe de editorial de periódico. Los diarios saben cuál es nuestro modelo de Ciudad y nosotros qué línea editorial tiene cada periódico.

Ustedes han sido el mayor Ayuntamiento que compartía la alcaldía durante la legislatura: dos años para el PSIB, dos para MES. Sin embargo, el socialista José Hila (alcalde predecesor en el cargo, entre 2015-2017) aseguró que no quiere volver a pactar la alcaldía.

"El bipartidismo está muerto. Hay nuevos formatos"

Lo importante de estas elecciones es que la izquierda gane. Y tenemos que aprender a crecer juntos. Y a trabajar desde la generosidad. El tema de la alcaldía compartida ya lo volveremos a charlar, cuando ganemos las elecciones. El bipartidismo está muerto. Hay nuevos formatos. No hacemos política ficción, sino hacer pactos de izquierdas.

¿Cómo veis la situación en Podemos? ¿Se ha cerrado la ventana de oportunidad?

Deben dejar las guerras internas entre unos y otros. Han dado una imagen similar a la de los partidos que critican. Pero Podemos es necesario.

La CUP aterriza en las elecciones, con su militancia apoyando la plataforma Crida per Palma. ¿Ve posible que capitalice el voto ecologista descontento?

Es del todo legítimo que cualquiera se presente a unas elecciones. Pero especialmente en Palma, el Govern de la Gent ha sido muy valiente. Lo demuestran todas aquellas luchas ecologistas, que venían de la legislatura pasada, como el Molinar Port Petit. O el modelo turístico: a mí me han entrevistado diarios de medio mundo por la regulación del alquiler turístico, incluido el New York Times.

Por lo tanto, ¿considera que no lo hay motivos ecologistas o turísticos para esta decepción?

"No veo nada factible que Crida per Palma tenga representación"

Creo que no está fundamentado. Estamos en un momento en que la suma de izquierdas compite con la suma de las derechas. Y en Palma hay dos grandes bloques. Es legítimo y será bienvenida, si se presenta una candidatura, pero malgastar votos no creo que sea la mejor opción.

¿Si finalmente entraran, los invitaría a sumar en la actual mayoría de izquierdas?

La izquierda debe colaborar, pero yo no veo nada factible que tengan representación.

Los alcaldes siempre dicen que gobiernan para todos. ¿En qué podría decir Toni Noguera que ha gobernado para todos, incluidos los votantes del PP?

No lo sé. Lo de gobernar para todos... Yo creo que lo que tenemos que hacer es gobernar para el interés general. Y de las políticas que hemos hecho, toda la ciudadanía sale beneficiada. Como la gratuidad del transporte público hasta los 16 años. Y aquí todo el mundo gana, independientemente de ideologías.

Es muy específico de los plenos del Ayuntamiento de Palma que siempre haya ruidosas, vistosas y coloridas protestas vecinales dentro del salón. Usted a pasado de apoyarlo, a padecerlas. ¿Cómo ha vivido este cambio?

"Si algún político no quiere que lo critiquen, que no se presente"

De forma bastante natural. La tensión ciudadana es necesaria, con relación a los gobiernos. Con la Federación de vecinos hemos trabajado mucho, a pesar de que en algunos momentos han manifestado su descontento con nuestro gobierno. Pero en todo caso hemos implicado el vecindario en la toma de decisiones (como son los presupuestos participativos). Y hago una audiencia pública al mes. Si algún político no quiere que lo critiquen, que no se presente.

Y la sobreexposición mediática y que le detengan por la calle. ¿Cómo lo ha cambiado?

Todo es más intenso, más contacto con la gente. Y al final quieres tiempo de soledad, para poder desconectar un poco. Y eso sí que lo necesito. Más que físico, es de cabeza.

Y entonces, ¿en algún momento ha pensado en no optar a la reelección?

Nosotros consideramos que la continuidad de este gobierno es importante y por eso me presento por cuatro años más, que en todo caso serán los últimos. Tanto por Código Ético como por voluntad.

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