El etarra Lerín Sánchez sale de la cárcel para casarse

El etarra José Angel Lerín Sánchez abandonó esta mañana la cárcel de Jaén donde cumple actualmente condena por diversos delitos terroristas para casarse en los Juzgados de la misma localidad andaluza con su novia, la cual se encuentra en libertad, informaron fuentes penitenciarias.

José Angel Lerín, nacido en Navarra, fue detenido el pasado 28 de marzo de 2007 tras formar parte del 'comando Urederra' y antes del 'comando Zapa' de ETA, actuando siempre bajo las órdenes del entonces jefe militar de la banda Garikoitz Azpiazu 'Txeroki', quien se encontraba en Francia.

El terrorista acudió a los juzgados de Jaén donde se casó con su pareja por civil. Lerín Sánchez acudió esposado, con unos pantalones tejanos y una camiseta de manga corta. Los desplazamientos de ida y vuelta a la prisión estuvieron marcados por el fuerte despliegue policial y las férreas medidas de seguridad que acompañaron al terrorista en todo momento.

El pasado 17 de julio la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional condenó a este terrorista y a otros seis miembros del 'comando Urederra de ETA', desarticulado en abril de 2007 en pleno alto el fuego permanente, a penas de entre 5 y 26 años de prisión -la más alta para el propio Lerín Sánchez que actuaba como dirigente- y absolvió a otras cinco personas, acusadas de colaboración con banda armada.

Además, el 3 de noviembre de 2008 la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional le condenó a otros 17 años de prisión por la colocación en enero de 2005 de una mochila-bomba en el hotel Port Denia (Alicante) cuya explosión provocó cinco heridos.

Lerín Sánchez es el segundo miembro de ETA que compagina la celda con el altar. Ya el pasado 23 de septiembre el etarra Iñaki Cañas Cartón, condenado por la Audiencia Nacional a 258 años de cárcel, contrajo matrimonio civil en la prisión de Botafuegos de Algeciras (Cádiz) con una independentista gallega.

En este caso, según fuentes judiciales consultadas por Europa Press, la decisión de celebrar el enlace en la cárcel fue planteada por los propios funcionarios "para evitar un despliegue de seguridad en el juzgado que implicaría a muchos agentes", por lo que "es más fácil que una secretaria y un juez acudan a la prisión".