El Gobierno y los sindicatos han firmado este miércoles el acuerdo para la última parte de la reforma de las pensiones. El texto había sido acordado previamente en el seno del Ejecutivo y con Bruselas.

La reforma, que ha recibido la estampa del ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, y los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, en la sede del Ministerio, está centrada en aumentar los ingresos del sistema para garantizar su sostenibilidad.

Los máximos órganos decisorios de las centrales, el Consejo Confederal de CCOO y el Comité Confederal de UGT, habían aprobado en la mañana de este miércoles la propuesta de reforma por unanimidad.

En la rueda de prensa posterior a la firma, Escrivá ha valorado que la reforma supone "un cambio radical estructural para modernizar el sistema de pensiones" y ha rechazado que ponga en peligro el "tejido productivo y la competitividad de las empresas". 

"Damos a los jóvenes referencia a medio y largo plazo", ha subrayado. Pepe Álvarez, por su parte, ha mostrado su "satisfacción" por un acuerdo de "importancia histórica". "No hay argumentos que justifiquen que no esté en la firma", ha criticado Álvarez ante la ausencia de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). 

Por su parte, el líder de CCOO ha declarado que este miércoles ha sido "uno de los días más importantes de la legislatura" y ha definido el acuerdo de "revolucionario" en tanto en cuanto introduce elementos "estructurales" que "garantizan la viabilidad futura de un sistema de pensiones suficientes". 

La ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, ha remarcado la importancia de este acuerdo para conseguir el desembolso de los fondos europeos, ya que forma parte de la "hoja de ruta" acordada con la Comisión Europea y que implicaba reformas estructurales.

Sobre esta cuestión, Escrivá también se ha mostrado "100% convencido" de que la Comisión Europea se pronunciará a favor de esta reforma cuando le toque revisarla después de que España solicite el cuarto desembolso de estos fondos. 

Al respecto de la marcha de la patronal de empresarios de las negociaciones, Escrivá ha dicho que "los números son evidentes" y que el coste laboral por hora trabajada para los empresarios españoles va a pasar con la reforma de los 25,4 euros actuales a 25,8 euros en 2050, por debajo de la media europea de 32 euros. "Se está haciendo una gran demagogia sin números encima de la mesa", ha afeado.

La reforma incluye varias medidas para mejorar los ingresos, como una cuota de solidaridad en las cotizaciones de los sueldos más altos o el destope progresivo de lo que contribuyen las bases máximas, refuerza las pensiones mínimas y mejora el tratamiento de las lagunas de cotización, entre otros puntos. 

En cuanto al periodo de cómputo, la reforma plantea poder elegir entre los 25 años actuales para calcular la pensión o ampliar a 29 pudiendo descartar los dos años peores. Todas las medidas se implantarán de forma progresiva en aras de garantizar la "sostenibilidad, la equidad y suficiencia de las pensiones".

El decreto ley que recogerá el acuerdo cerrado por el Gobierno con los sindicatos será previsiblemente aprobado en un Consejo de Ministros extraordinario esta misma semana.