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Hasta los votantes del
PP en Madrid prevén un batacazo de su partido en las autonómicas

Un 42,5% de los que votaron al Partido Popular en 2011 se arrepienten de haberlo hecho y sólo la mitad confía en su proyecto político. Las nuevas formaciones roban a los dos grandes los electores de clases medias y de alta formación educativa, además de jóvenes, parados y profesionales.

Hemiciclo CAM sondeo IND

CARLOS ENRIQUE BAYO

La pérdida de confianza que sufre el Partido Popular en la Comunidad de Madrid es inapelable: hasta sus votantes prevén que el PP sufra un batacazo electoral en las autonómicas del 24-M.

Es decir, seis de cada diez (58,7%) madrileños predicen que el PP será el partido que "va a perder más apoyos" en estos comicios, pero es normal que así lo crean el 71% de los votantes del PSOE o un 67% de los de IU. Lo que no es tan habitual es que también lo crea el 43,2% de los que depositaron la papeleta del PP en 2011. Y eso que los que reconocen haberlo hecho no llegan ni al tercio (29,7) del total de electores, cuando la realidad es que hace cuatro años los conservadores obtuvieron 22 puntos más: más de la mitad (51,74%) de los sufragios emitidos.

Por tanto, los que hoy se arrepienten (o, por lo menos, no lo confiesan) de haber votado al PP en las últimas autonómicas son más de cuatro de cada diez (42,5%) de los que lo hicieron. Un dato que avala todas las proyecciones y encuestas sobre el inminente descalabro en las urnas del partido que preside Esperanza Aguirre.

Así lo vaticina también el amplio sondeo elaborado por Idea Nomina Data para Público: 2.065 entrevistas telefónicas asistidas por ordenador (CATI), con un error muestral de +/- 2,15%, realizadas entre el 15 y el 25 de abril tras efectuarse un muestreo proporcional según tamaño de hábitat, sexo y edad.

UPyD prácticamente desaparecerá por la fuga masiva de sus votantes hacia Ciudadanos (35%), PSOE y Podemos: sólo le es fiel un 8%

Otro de los fenómenos que revelan los datos recopilados por IND y cruzados por variables socioeconómicas, demográficas, ideológicas y de educación, es el ineludible ocaso de UPyD, partido que ostenta actualmente ocho escaños en la Asamblea de Madrid y que prácticamente desaparecerá.

No es sólo que UPyD no vaya a alcanzar el corte del 5% para entrar en el hemiciclo (como parece que le va a ocurrir a IUCM por décimas), sino que ni siquiera alcanzará la mitad de ese porcentaje indispensable porque sufre una hemorragia terminal entre sus filas: cuenta con un exiguo 8% de intención de voto directa entre sus propios votantes de 2011, que se fugan en masa hacia Ciudadanos (35%), Podemos (9,7%) y el PSOE (9,2%).

Aunque tampoco el PSOE puede alardear de la fidelidad de sus seguidores: menos de la mitad (47,6%) de los que admiten que le votaron en 2011 están dispuestos a repetir, mientras que casi uno de cada cinco (18,3%) de esos votantes socialistas ya ha decidido pasarse a Podemos.

Los tres pies del 'gato madrileño' con el que Iglesias quiere elevarse hasta La Moncloa están formados por votantes procedentes de la izquierda o de la abstención

La flamante formación de Pablo Iglesias va a levantar su nueva base electoral madrileña sobre dos pilares de izquierda: casi dos tercios de los que voten a José Manuel López procederán del PSOE (33,8%) o de IUCM (27,2%). Además, la mayor parte del tercer pie del gato madrileño con el que Podemos piensa elevarse hasta La Moncloa en otoño está formada por nuevos votantes o que se abstuvieron (19,9%) y son muy pocos los que llegarán al partido de los círculos desde las filas de la derecha: 5,5% desde el PP y 4% desde UPyD.

En cambio, Ciudadanos es nítidamente la marca blanca de la derecha, ya que la formación de Albert Rivera formará sus huestes electorales con paracaidistas madrileños que saltarán fundamentalmente desde el PP (34,2%) y UPyD (14,5% del total de votantes de C's, pese al escaso número de sufragios que obtuvo ese partido en 2011: el 6,3% de votos válidos). Mientras que sólo el 14,1% de los que voten a Ciudadanos se tirarán desde el PSOE, formación cuya base electoral cuadruplica en Madrid a la de Rosa Díez.

Es notable que también hacia C's llegarán batallones de votantes nuevos o procedentes de la abstención (24,2%), incluso más de los que irán hasta Podemos desde el limbo de la no participación. Y no sólo en esto coinciden los prodigiosos ascensos electorales de las dos nuevas formaciones políticas que han sacudido el tablero político español.

Entre la juventud, el fin de duopolio PP-PSOE es ya un hecho: sólo el 12,8% votará conservador y los socialistas se quedan en un exiguo 7,8%

Como era de esperar, los dos partidos emergentes robarán a los dos grandes bastiones del bipartidismo los electores de clases medias y de alta formación educativa, además de jóvenes, parados y profesionales.

Entre la juventud, el fin de duopolio PP-PSOE es ya un hecho: de los jóvenes (18 a 34 años de edad) que están seguros de que acudirán a las urnas este 24-M, sólo el 12,8% van a depositar la papeleta pepera y son todavía menos los que votarán socialista: el 7,8%. El que se llevará el voto joven de calle es Podemos, que atraerá el 21,5% de esos sufragios, pero tampoco lo hace mal C's en ese terreno, pues atraerá el 17,6% de las papeletas juveniles.

También están muy igualados los dos nuevos aspirantes al podio en el campo de la educación avanzada, pues ambas formaciones cuentan entre sus votantes con un 40% o más de madrileños con estudios superiores. Igual que rozan el 80% (77,4 Podemos y 79,2 Ciudadanos) de votantes procedentes de las clases medias (media o media-baja), cuando el porcentaje de la población total que se autodefine así es del 73,3%.

Finalmente, es de cajón que votarán a los recién llegados a la arena política más parados que los que lo harán al PP (al que apoyará menos de la mitad de desempleados que a Podemos) o al PSOE. Pero quizá no es tan evidente que esas dos formaciones cuenten con más porcentaje de votos de trabajadores asalariados y profesionales que los dos grandes partidos, a los que superan (en porcentaje de los que ya han decidido votarles) en unos diez puntos en ese ámbito laboral.

De lo que no cabe duda es que Podemos y Ciudadanos atraen a los sectores de la población madrileña que están llamados a forjar el futuro.

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