Del hermano de Ayuso a Koldo: PSOE y PP vuelven al fuego cruzado de los casos de corrupción
Las formaciones del bipartidismo recuperan su particular pugna por la corrupción a raíz de los escándalos relacionados con la compra de material sanitario durante la pandemia.
Madrid-
"Poner el ventilador" es una expresión muy recurrente en política. La metáfora hace referencia a que lanzar algo (a menudo turbio, desagradable) contra las aspas de un ventilador encendido acaba provocando un esparcimiento del que es prácticamente imposible librarse.
El denominado caso Koldo ha encendido el ventilador que Partido Popular y PSOE comparten desde hace años cuando estalla algún caso de corrupción, un fuego cruzado que ha tenido numerosos episodios y que lastra al denominado bipartidismo.
Cuando estalló el caso de los ERE en Andalucía, el PSOE encendió el ventilador que salpicó al PP con los numerosos casos de corrupción sobre financiación ilegal que protagonizó el partido (Gürtel, Bárcenas, Púnica, Lezo, Kitchen...), una treintena de causas que han marcado décadas de la historia política de los conservadores.
Cuando era el PSOE el que apuntaba a que el PP es el único partido político de Gobierno condenado por corrupción hasta el momento en democracia, los conservadores ponían en marcha sus aspas y señalaban los ERE andaluces, incluso haciendo cálculos comparativos sobre el coste para las arcas públicas de ambos casos.
El último hito, el del caso Koldo, tiene algo diferencial respecto a otras situaciones en las que se ha decidido poner en marcha el ventilador. Los hechos eventualmente punibles o, al menos, contrarios a la ética y a la moral que se relacionan con ambos partidos, se han producido en el mismo contexto: la compra de material sanitario durante los peores momentos de la pandemia.
Los casos de la pandemia
En un momento en el que la situación de emergencia sanitaria y vital (con miles de fallecidos) bajó el nivel de vigilancia y control de las administraciones públicas, hubo personas que eventualmente se pudieron lucrar en operaciones de compra de mascarillas y de otros materiales que alcanzaron el mismo valor que el agua en el desierto.
Hay ya una larga lista de causas que tiende a engrosarse cada vez más, y la última es la relacionada con la Operación Delorme llevada a cabo por la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil. Esta investigación tiene ya una veintena de imputados y gira en torno a Koldo, exasesor de José Luis Ábalos cuando estaba al frente del Ministerio de Transportes, acusado de lucrarse a través de comisiones supuestamente ilegales por intermediar en la compra de mascarillas durante los peores momentos de la covid-19.
Este miércoles, durante la sesión de control al Gobierno, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, acusó a Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, de conocer "desde hace tres años" lo que estaba pasando con Koldo. La respuesta del presidente fue concisa: "Mientras el PSOE corta por lo sano (la corrupción, en referencia a la expulsión de Ábalos del Grupo Socialista en la Cámara Baja) ustedes cortan la cabeza de aquellos que renuncian los casos de corrupción".
"¿Por qué cayó Casado?", le espetó Sánchez al dirigente del PP; "Casado cayó por denunciar una trama de corrupción de la señora Ayuso en la Comunidad de Madrid", se respondió a sí mismo el presidente.
El dirigente socialista se refería a la comisión de 55.000 euros que Tomás Díaz Ayuso, hermano de la presidenta de la Comunidad de Madrid, cobró por intermediar en un operación de compra de mascarillas adjudicado a dedo por la comunidad. El caso estuvo bajo la lupa de la justicia por una eventual malversación de fondos europeos, pero fue archivado por la Fiscalía europea.
Dos comisiones de investigación en Congreso y Senado
"Este Gobierno no va a utilizar a elementos corruptos de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado para armar una mal llamada policía patriótica, perseguir a adversarios políticos y obstaculizar la acción de la justicia. Este Gobierno y este partido no va a destruir a martillazos las pruebas requeridas por los jueces", prosiguió Sánchez, rememorando en apenas unos segundos de intervención casos como el de Bárcenas (la destrucción de los discos duros de los ordenadores), o la 'Operación Cataluña' (la creación de la mal llamada policía patriótica para perseguir a adversarios políticos del PP).
El fuego cruzado ya va más allá de la retórica y recupera del pasado reciente otras estrategias del denominado ventilador. Ante las acusaciones del Partido Popular, los socialistas han decidido crear en el Congreso una comisión de investigación para profundizar en todos los casos relacionados con la compra de material sanitario (entre los que están el de Koldo, pero también el de Tomás Díaz Ayuso o el de los comisionistas Luceño y Medina en el Ayuntamiento de Madrid de José Luis Martínez-Almeida).
Como respuesta, el PP ha creado una comisión en el Senado (la Cámara donde tienen mayoría) para ampliar la investigación del caso Koldo a dirigentes socialistas como Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE; Francina Armengol, presidenta del Congreso; Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior; o el propio presidente del Gobierno, entre otros.
El ventilador de casos de corrupción del bipartidismo está en marcha y ha vuelto a provocar un fuego cruzado entre las dos principales formaciones políticas del país.
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