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El PP aparca la amnistía para exprimir el 'caso Koldo'

Los 'populares' han redirigido su ofensiva contra el Gobierno e intentan elevar la trama señalando a Pedro Sánchez.

Alberto Núñez Feijóo y Francina Armengol
La presidenta de Congreso, Francina Armengol y el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, juntos en un acto el pasado 21 de febrero. Alberto Ortega / Europa Press

Este miércoles se celebra sesión de control al Gobierno en el Congreso y hasta diez diputados populares preguntarán tanto al presidente Pedro Sánchez como a varios ministros. Ninguno lo hará por la amnistía. El PP ha encontrado un filón —y, sobre todo, una vía inesperada para refrescar su ofensiva desde la oposición— en la trama de las mascarillas que envuelve a Koldo García, exasesor del exministro socialista José Luis Ábalos.

Alberto Núñez Feijóo le planteará a Sánchez la cuestión de "cuántos escándalos puede soportar su Gobierno", mientras Cuca Gamarra y Miguel Tellado intentarán cercar al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y al de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, respectivamente. La diputada y vicesecretaria de Sanidad y Educación de Génova, Ester Muñoz, también se referirá a este asunto en su referencia al ministro de Transportes, Óscar Puente; y su compañero Pedro Muñoz Abrines se dirigirá al expresidente de Canarias y titular de la cartera de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, por el mismo motivo.

El PP lleva días sumido en este monotema, convencido de que puede hacer "mucho daño" a la izquierda. La reunión del Comité de Dirección de Feijóo del pasado lunes fue, como reconoció su portavoz Borja Sémper, un encuentro monográfico sobre la trama de las mascarillas. Este martes en el Congreso de los Diputados, Tellado pidió durante la Junta de Portavoces que Francina Armengol, presidenta de la Cámara, explicara su "implicación" en el caso. Los populares la señalan porque el gobierno balear que ella presidía compró mascarillas, que resultaron ser defectuosas, a la empresa investigada.

Apuntan hacia ella, hacia Salvador Illa, el ministro Torres y, sobre todo, a Sánchez. Porque, consumada la ruptura del PSOE con Ábalos, el PP quiere elevar la trama — al menos lo intentarán mediáticamente para que cale en la opinión pública— al máximo nivel. Ni Koldo, ni tampoco ya Ábalos, "es el caso Sánchez", aseguró Tellado este martes. Una estrategia a la que también se ha abonado la extrema derecha.

Misma estrategia que Vox

Con un discurso casi idéntico, la portavoz de Vox en el Congreso, Pepa Millán, puso sobre la mesa que "a lo mejor, al que hay que pedirle la dimisión directamente es a Sánchez". En su caso, los de Santiago Abascal no han aclarado qué harán con respecto a la comisión de investigación que ha registrado el PSOE para investigar la compra de material sanitario de todas las administraciones durante la pandemia. El PP la rechazará para impulsar la suya propia en el Senado, una comisión centrada solo en el 'caso Koldo'.

La cuenta oficial de Vox en la red social X (antes Twitter) se ha hecho eco de una publicación de La Gaceta — un medio incrustado dentro de la fundación Disenso, vinculada a la formación ultra — que se titulaba así: 'El PP no apoyará la comisión de investigación del 'caso Koldo' en el Congreso de los Diputados por temor a verse salpicado'.

Es también lo que esgrimen desde la izquierda y lo que, entre líneas, reconocen fuentes del PP, dónde ven en esto una clara maniobra de Sánchez para devolver a la actualidad el acreditado cobro de comisiones en contratos de la Comunidad de Madrid por parte del hermano de Isabel Díaz Ayuso que rompió las costuras del partido hace dos años. 

La fiscalización en el Congreso del caso de los comisionistas Alberto Luceño y Luis Medina, que se enriquecieron vendiendo material sanitario a precios desorbitados con el Ayuntamiento de Madrid, o el de un empresario gallego que vendió mascarillas con sello falso al consistorio de la capital, al propio gobierno autonómico de Ayuso y a  la Xunta de Galicia, también podrían afectar al PP. 

De lo que no hay dudas, cuatro años después, es que al acelerar los procedimientos de contratación durante la pandemia, se limitaron las garantías y multiplicaron los riesgos. No es este el tema central para los populares, que acusan al PSOE de "esparcir las culpas y las sospechas a otros".

Con todo, la detención de Koldo y las consecuencias políticas que ha provocado han dado fuelle a un PP que, antes de la mayoría absoluta en Galicia, venía de semanas convulsas. Así, aun a riesgo de que el tono durísimo contra el Gobierno por este caso se les vuelva en contra, los populares no pueden esconder la comodidad absoluta en la que se sienten desde que saltó a los medios de comunicación la trama de las mascarillas.

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