Este artículo se publicó hace 2 años.
Las maniobras de Antonio Caño al frente de El País
Sara Serrano
Madrid-
El 18 de febrero de 2014, Juan Luis Cebrián, presidente del Grupo Prisa, anunció ante la redacción de El País que Antonio Caño sería su nuevo director. Esta decisión no contó con el visto bueno de la redacción del periódico. De hecho, Caño es el único director de la historia de El País que no superó el 50% de los apoyos de la redacción.
Por contextualizar, el nombramiento de Antonio Caño se produjo apenas un mes después de la presentación oficial de Podemos y el manifiesto ‘Mover ficha’ en el Teatro del Barrio. Se trataba de un momento en el que, gracias al viento de cola del 15M, los discursos de la izquierda transformadora habían avanzado posiciones y tenían presencia en las principales tertulias televisivas.
Bajo su dirección, El País se convirtió en una palanca fundamental para tratar de boicotear la posibilidad de un gobierno de izquierdas en nuestro país. Tal y como ha reconocido el propio Caño en Twitter, su periódico maniobró para tratar de evitar que Sánchez llegara a un acuerdo de gobierno con Podemos y los partidos independentistas.
Un ejemplo de esto fue el editorial que El País llevó a portada el 22 de enero de 2016, en el marco de las negociaciones de investidura de Pedro Sánchez con otros grupos parlamentarios, y que tituló 'Rajoy no puede, Sánchez no debe'.
Vamos a rescatar algunos fragmentos de este artículo. En él se alertaba del peligro que supondría una alianza de Sánchez con Podemos y las fuerzas de la izquierda independentista vasca y catalana: "Es posible que esa estrambótica amalgama permita una investidura, pero estamos convencidos de que no permitiría gobernar", decía. Además, instaba a Sánchez a recordar "el peligro" (de una alianza con Podemos), "no solo para España, decía el editorial, sino también para el PSOE". Finalmente, concluía que era necesario un Ejecutivo de Coalición.
Pero el diario El País fue incluso más allá en su editorial del 29 de septiembre de 2016, que tituló "Salvar al PSOE" y subtituló como "El cese inevitable y legítimo de Pedro Sánchez es la única salida para el partido".
El texto se publicaba en plena crisis del PSOE con la intención clara de forzar el cese de Pedro Sánchez como Secretario General. En él llegaba a decir textualmente, "Pedro Sánchez ha resultado no ser un dirigente cabal, sino un insensato sin escrúpulos que no duda en destruir el partido que con tanto desacierto ha dirigido antes que reconocer su enorme fracaso".
Más allá del "fuego amigo" contra el PSOE, El País también disparó directamente contra Podemos en una serie innumerable de artículos y editoriales. Os dejamos sólo un ejemplo, el editorial publicado el 10 de marzo de 2016, bajo el título de "Así, no Podemos". En él, se señala a Podemos como responsable de que no se lograse un acuerdo de investidura tras las elecciones de 2015 que llevara a Pedro Sánchez a La Moncloa. "Tras disfrazarse de socialdemócrata en la campaña previa a las elecciones generales del 20 de diciembre, Pablo Iglesias bloqueó la posibilidad de un Gobierno presidido por el socialista Pedro Sánchez, tras haber pretendido imponerle su persona como vicepresidente plenipotenciario", decía literalmente.
Caño, se rodeó de una serie de periodistas conservadores como José Ignacio Torreblanca, al que nombró director de la sección de opinión o David Alandete, al que nombró subdirector del diario. Hay un episodio que puede servir para entender la agenda de esta "cúpula conservadora" que desembarcó en la dirección de El País. Seguramente muchos de nuestros seguidores de América Latina recuerdan cómo hace 5 años, El País dio alas al tema de la presunta injerencia rusa en el proceso independentista catalán. Día tras día, semana tras semana, salían artículos que acusaban a Rusia, a medios rusos, y a bots de 'jalear el procés'.
Un ejemplo de esta cruzada de El País que trataba de unir independentismo, chavismo y Rusia fue la publicación del artículo, "La trama rusa empleó redes chavistas para agravar la crisis catalana". Firmado por el entonces director adjunto de El País, David Alandete.
'Los tentáculos' de Caño no solo alcanzaron Venezuela, alcanzaron toda la costa del Caribe, incluido México. Para empezar Antonio Caño fue corresponsal en México durante muchos años.
Hace solamente un mes le dedicó un artículo al presidente Andrés Manuel López Obrador, en el diario argentino La Nación, otro megáfono conservador latinoamericano. "López Obrador, el peor ejemplo de América Latina", escribe. Sigue: "Con AMLO, México se ha convertido en la peor aberración de América Latina". Sigo citando: "López Obrador hizo varios gestos de conciliación con los peores narcotraficantes".
Pero ahí no acaban las conexiones de Caño con América Latina. A día de hoy, Antonio Caño es una de las firmas habituales del tabloide digital madrileño, propiedad de ultraderechistas venezolanos afincados en el Barrio de Salamanca, The Objective.
Bajo la dirección de Caño y Alandete, El País llegó a un acuerdo para publicar el suplemento Russia Beyond The Headlines. Según estimaciones de Eldiario.es, El País de Caño podría haber cobrado hasta 3,6 millones de euros por hacerse eco de la propaganda rusa.
El titular del periódico de Nacho Escolar fue: "El Kremlin pagó a El País y a otros medios por difundir propaganda rusa hasta 2016". Durante años, El País publicó y distribuyó contenidos sobre la guerra de Siria, o sobre las relaciones de Rusia con la OTAN, EE.UU y la Unión Europea. Algunos titulares que se utilizaron fueron: 'El regreso del líder que nunca se fue', acompañado por una foto de Putin, o '¿Por qué se siente Moscú amenazado por la OTAN?'
De hecho, en septiembre de 2017, sólo unos meses después de que El País dejara de publicar el suplemento ruso, David Alandete firmó un reportaje en el que denominaba a Russia Today como un "órgano de propaganda a favor del Kremlin" que emplea su portal en español para "difundir noticias sobre la crisis catalana con un sesgo contrario a la legalidad constitucional".
Según publicaba El siglo de Europa de García Abad, Pedro Sánchez ha intervenido en PRISA para limitar el dominio extranjero en su capital y virar su línea editorial a posiciones más cercanas a Moncloa. Según se cuenta en este digital, la francesa Vivendi se disponía a ganar espacio en el grupo PRISA ante la previsible salida de Telefónica. Sin embargo, Moncloa no veía con buenos ojos que la editora de El País quedara en manos de capital extranjero y de perfil tan ultraconservador.
La maniobra consistió en la entrada en PRISA de Global Alconaba, una sociedad capitaneada por Andrés Varela Entrecanales, productor, por cierto, de una docuserie sobre Pedro Sánchez. Con figuras cercanas al PSOE dentro de la compañía y con su nuevo vicepresidente, Rosauro Varo, que es de familia socialista, el objetivo es que PRISA esté en manos españolas y con accionistas algo más cercanos al PSOE.
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