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Moncloa resalta que Rajoy puso firme a Cameron al hablar de Gribraltar y éste le contradice

Rajoy le dice que las acciones unilaterales de Gibraltar son inaceptables, según Moncloa. El británico afirma que su posición sobre la soberanía no cambiará y que Rajoy se ha comprometido a 'rebajar las medidas en

AGENCIAS

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha abordado este miércoles con el primer ministro británico, David Cameron, las tensiones en Gibraltar, en una conversación telefónica en la que le ha trasladado que España tiene la 'obligación' de realizar controles en la verja de Gibraltar para 'evitar tráficos ilícitos' y ha recalcado que considera 'inaceptable' la instalación de bloques de cemento en la bahía de Algeciras. O al menos, eso es lo que asegura Moncloa en un comunicado, que difiere en ciertos aspectos del que ha publicado 'Downing Street'.

Según el Gobierno británico, Mariano Rajoy, se ha comprometido ante el primer ministro británico, David Cameron, a 'rebajar las medidas en la frontera' con Gibraltar. Además, el primer ministro Cameron ha dejado claro que 'no cambiará' la postura de Reino Unido acerca de su soberanía sobre Gibraltar 'y sus aguas adyacentes'. 

Para Londres,  'habría un riesgo real' de dañar las relaciones bilaterales 'a menos que la situación en la frontera no mejorase', asegura la nota,  que apunta a que el siguiente paso es que los ministros de Exteriores de los dos países, José Manuel García-Margallo y William Hague, aborden conjuntamente esta cuestión.

Tal y como señala Moncloa en un comunicado, la llamada telefónica se ha producido a las 10.15 horas de este miércoles y se ha prolongado durante 'diez minutos'. Fue solicitada por el primer ministro británico hace 24 horas y 'aceptada por la parte española para realizarse este miércoles a la hora fijada por el presidente del Gobierno'.

Esta llamada se ha producido después de que el pasado viernes Reino Unido convocara al embajador español en Londres, Federico Trillo, para protestar por los controles exhaustivos que están haciendo las fuerzas de seguridad españolas en la frontera con Gibraltar. En la reunión, a la que acudió el número dos de la legación diplomática, España insistió en que estos registros son una 'obligación' ya que Gibraltar no forma parte del espacio Schengen.

Según ha informado el Gobierno, Rajoy ha recalcado este argumento en su conversación con Cameron, a quien ha asegurado que las medidas adoptadas 'se adecúan perfectamente en el Código de Fronteras Schengen' y se guían 'exclusivamente por los principios de aleatoriedad, proporcionalidad y no discriminación'. Además, Rajoy ha atribuido a Gibraltar la tensión que ha surgido, debido al lanzamiento de bloques de hormigón al fondo del mar. Esta situación 'generada por las autoridades de Gibraltar' ha producido en España, le ha explicado, 'una profundo malestar y una gran preocupación al perjudicar al medio ambiente y la actividad pesquera'.

El presidente del Gobierno ha recalcado al primer ministro Cameron que 'el acto unilateral de la instalación de los bloques de cemento en la Bahía de Algeciras' es 'inaceptable'. Pese a esto, Rajoy le ha transmitido la 'voluntad' del Gobierno de 'buscar una solución cuanto antes' a esta situación. Según el comunicado, ambos primeros ministros han acordado que sus ministros de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo por parte española, y William Hague, por la británica, entablarán 'inmediatamente' convseraciones para abordar 'el diferendo'.

En la conversación, el jefe del Ejecutivo ha subrayado que las relaciones bilaterales entre ambos países son las de 'socios, amigos y aliados', lo que 'implica que los conflictos que surjan entre ambos se tendrían que gestionar con honestidad y transparencia, en un diálogo bilateral enmarcado dentro del respeto a la legalidad internacional, europea y nacional'.

España ha denunciado ante la Fiscalía el lanzamiento de hasta 70 bloques de hormigón por parte de empresas contratadas por Gibraltar. Las autoridades del Peñón alegan que pretenden construir un arrecife artificial, pero los marineros españoles y el Gobierno argumentan que pretenden perjudicar la pesca y los intereses de España.

Unos días después, Gibraltar denunció que las autoridades españolas estaban intensificando los controles en la verja, provocando 'deliberadamente' retrasos de más de seis horas para cruzarla, una queja que han llevado a la Comisión Europea.

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