Este artículo se publicó hace 2 años.
El 'no' de ERC al decreto anticrisis deja bajo mínimos la relación con el Gobierno pero sin volar todos los puentes
Los republicanos insisten en que hace falta aclarar el 'Caso Pegasus' y asumir responsabilidades. Mantendrán congeladas las relaciones políticas pero dejan alguna puerta abierta para que la ruptura no sea irreconducible. Justifican el voto negativo al pla
Barcelona-
Una vez más el Gobierno español ha sacado adelante una iniciativa parlamentaria clave de forma ajustada y con sudores fríos en las horas previas. Y comienza a ser una costumbre. En este caso ni más ni menos que el Real Decreto de medidas para paliar el impacto económico de la guerra en Ucrania. Aunque esta vez sin tanto sobresalto como en el caso de la reforma laboral.
El Ejecutivo de Pedro Sánchez ha tirado de gran parte de la mayoría de la investidura para conseguir los 176 votos necesarios para convalidar el decreto. Con especial relevancia de los grupos vascos, PNV y EH Bildu. Pero sin uno de los socios más destacados y preferentes de esa mayoría como es Esquerra Republicana, que finalmente ha votado en contra en plena tempestad política por el 'Caso Pegasus'. Esta vez de forma contraria a la de sus aliados vascos de Bildu, ya que según fuentes de los republicanos "ellos tienen su agenda propia y aunque también han sido espiados el grueso de la operación nos atañe a nosotros".
Aunque no se haya concertado, la realidad es que la complicada jornada de este jueves se ha cerrado con un win-win —o sea, con beneficio para las dos partes— en la dura pugna que mantienen los republicanos, y por extensión el resto del independentismo, gracias al 'sí' de Bildu. Esquerra ha podido explicitar su enfado con el voto negativo y unos expresivos reproches por el espionaje político a los independentistas desde la tribuna de oradores del Congreso por parte de la diputada Montse Bassa. Esta ha justificado el voto negativo por el inmovilismo del Ejecutivo de Pedro Sánchez para hacer frente al 'caso Pegasus'.
El plan de ayudas económicas se ha aprobado gracias al 'sí' de Bildu
Y el Gobierno español ha podido sacar adelante un decreto que era fundamental para rebajar las duras consecuencias que sufre el conjunto de la ciudadanía por el encarecimiento de productos básicos a causa de la guerra en Ucrania.
Y es que nadie esconde en ERC que, más allá de la necesidad de plantar cara al Gobierno por el 'Caso Pegasus', no era un plato precisamente exquisito para los republicanos el verse forzados a tumbar tales medidas perjudicando a amplias capas sociales. Aunque también añaden que "igual de importante para defender a la ciudadanía son las medidas económicas como luchar para que el Estado respete los derechos fundamentales de todo el mundo. Porque esto no es solo cosa de los independentistas, si no que afecta al conjunto de la sociedad española y catalana que defienden los valores democráticos".
Relaciones con el PSOE bajo mínimos
Ahora bien, que nadie se lleve a engaño. Las relaciones entre Esquerra y el Gobierno español, especialmente con el PSOE, están "bajo mínimos", aseguran fuentes de la dirección republicana. Para empezar, en el plano parlamentario la dirección de Esquerra recuerda que, a pesar de que la votación de este jueves haya sido satisfactoria para el Gobierno, lo ajustado de la misma "muestra su debilidad".
"Esquerra continúa siendo un pilar fundamental —de la llamada mayoría de la investidura— y no siempre el Gobierno tendrá la aritmética a su favor sin nosotros", afirman. "Vendrán otras leyes y otros decretos al Congreso y es irresponsable preferir tensar la cuerda en cada ocasión poniendo en peligro iniciativas parlamentarias por no querer limpiar las cloacas del Estado y acabar con métodos tan reprobables como el espionaje político", remachan los republicanos.
"Es irresponsable preferir tensar la cuerda por no limpiar las cloacas del Estado y acabar con el espionaje", aseguran desde Esquerra
Fuera del Congreso, por una banda el Govern también mantendrá congeladas las relaciones políticas con el Gobierno español. Eso no quiere decir que no se de curso a aspectos de la actividad corriente. Pero no veremos confraternización entre consellers y ministros. Y tampoco se activará nada relacionado con la bilateralidad entre Generalitat y Estado. Por ejemplo, con la paralización de los trabajos sobre la mesa de diálogo, que de hecho ya padecía una considerable parálisis y retraso. "No podemos sentarnos en una mesa a negociar sin que el Gobierno de Pedro Sánchez muestre voluntad real de solucionar el escándalo del espionaje político", aseguran desde el Palau de la Generalitat.
Pero si bien es cierto que las relaciones entre Esquerra y el PSOE se han agrietado profundamente por el 'Caso Pegasus', cabe decir que no todos los puentes han sido volados. En Esquerra existe un debate de cómo proceder a partir de ahora. Hay diversas sensibilidades, pero la mayoritaria mantiene firme la estrategia que ha marcado la legislatura, con lo cual quedan puertas entreabiertas.
Comisión de investigación e indignación con Robles
"Estamos convencidos de que la única salida al conflicto es la negociación. Está en nuestro ADN", aseguran desde el partido de Oriol Junqueras y Marta Rovira. Y rechazan posiciones frentistas: "Exigimos que el Gobierno español aporte información y mecanismos para aclarar un ataque a los derechos fundamentales como es el espionaje político masivo a fuerzas democráticas. Y lo exigiremos hasta las últimas consecuencias porque es muy grave lo que ha pasado. Pero nosotros no estamos por la gesticulación estéril, si no por soluciones y por trabajar para mejorar las condiciones de vida de la gente", aseguran los republicanos.
Una declaración de intenciones que se puede interpretar como que los republicanos no se cierran a dar su apoyo a aquellas cosas que consideren de interés general. A pesar de que dejan muy claro que mantienen sus exigencias sobre el 'Caso Pegasus'. Las principales son la constitución de una comisión de investigación parlamentaria sobre el espionaje que sea pública y no secreta como la de gastos reservados, que empezará su andadura la semana que viene con participación de Esquerra, Junts y la CUP.
En Esquerra, la indignación contra Robles es palpable. Especialmente después de la intervención de la ministra en el Congreso justificando el espionaje a los independentistas en una respuesta a la CUP. "Se mostró ofensiva y arrogante. Debe dimitir por ser responsable del espionaje político masivo, pero después de sus palabras debe dimitir doblemente".
Fuentes de Esquerra apuntan que "aceptar la comisión de investigación abierta, con luz y taquígrafos, podría ser un primer paso en la buena dirección". Y por otra parte, la dirección de Esquerra insiste en pedir la dimisión de la ministra de defensa, Margarita Robles, como máxima responsable del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Organismo que efectuó toda o una parte de las interceptaciones de terminales telefónicos a los 65 afectados del entorno independentista. Dimisión que ya pidió el mismísimo president de la Generalitat, Pere Aragonès, en el Parlament.
Unidad del independentismo
Los republicanos insisten en que la pelota está en el tejado del Gobierno español y que es quien debe "generar las condiciones para poder restablecer las confianzas y reanudar la negociación para tratar con urgencia la agencia antirepresiva", de la cual el independentismo considera que el espionaje es solo un capítulo más.
De momento lo que ha conseguido el 'Caso Pegasus' en Madrid es lo que hace mucho tiempo que no se ve en Catalunya. La unidad entre el independentismo. ERC, Junts y la CUP votaron al unísono este jueves contra el decreto anticrisis. Es evidente que numéricamente el grupo parlamentario de 13 diputados de ERC, el mayor de los partidos catalanes, tiene una relevancia sustancial. Y en Esquerra aseguran que mantendrán una "dinámica propia" que no sintoniza con "el no a todo" que practican Junts y la CUP. Pero al menos la fotografía del momento es que el independentismo, una vez más, cuando más dividido estaba, ha recibido un nuevo empujón desde el Estado para aunar fuerzas.
Los próximos días marcarán la evolución de los acontecimientos. La política deberá buscar sus cauces y se prevé mantener contactos entre los dos gobiernos y entre Esquerra y el PSOE para buscar una salida que ahora mismo se ve distante. En Esquerra insisten en la necesidad de un encuentro entre Aragonès y Sánchez para poder analizar el 'Caso Pegasus'.
En Esquerra aseguran que mantendrán una "dinámica propia" que no sintoniza con "el no a todo" que practican el resto de partidos independentistas
Contacto que hasta ahora la agenda de los dos mandatarios y la actividad parlamentaria en el Congreso y el Parlament ha hecho imposible. Una reunión física en Barcelona o en Madrid, precedida por una llamada telefónica que amplíe los mensajes que hasta ahora se han cruzado. Una primera oportunidad será el próximo viernes cuando el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, viaje a Catalunya para clausurar las jornadas económicas del Cercle d’Economia que precisamente inaugurará Aragonès el miércoles. No todos los puentes han sido volados, pero falta por ver si dentro de una semana se dará el primer paso para atravesar uno de ellos e iniciar la distensión.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.