Este artículo se publicó hace 3 años.
Yolanda Díaz cierra el acuerdo más importante de la legislatura y confirma la nueva era del diálogo social
Es el decimotercer acuerdo firmado dentro del diálogo social en los dos años de legislatura por la vicepresidenta segunda. Da garantías al Gobierno de mantener la paz social. Sánchez y Calviño se suman a celebrarlo y lo califican de "histórico".
Madrid-
Tras años de discusiones y enfrentamientos para derogar la reforma laboral del Partido Popular de 2012, este jueves se alcanzó un acuerdo, tildado de histórico por sindicatos y Gobierno, para poner en marcha en España un nuevo marco de relaciones laborales. Entre otros objetivos, pretende acabar con la temporalidad endémica del mercado de trabajo en España y recuperar derechos perdidos como la llamada ultraactividad (la pérdida de derechos adquiridos cuando vencía un convenio) o la primacía del convenio sectorial frente al de empresa.
El acuerdo logrado, para muchos, es considerado como el más importante de la legislatura, supone el decimotercer pacto aprobado en el marco del diálogo social en los dos años de legislatura, da garantías al Gobierno de mantener la paz social y viene a confirmar un nueva era donde el protagonismo del diálogo social se configura como un elemento fundamental a la hora de legislar. De hecho, nada en este ámbito laboral se ha aprobado unilateralmente por el Gobierno.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; y la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, celebraron el acuerdo alcanzado. Pero quien confesaba que estaba más "emocionada" era la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, que ha sido la artífice directa de esos doce acuerdos… más uno, logrados en tan breve periodo de tiempo.
La vicepresidenta y su equipo sabían que este era el gran reto y su determinación era que saliera adelante con el acuerdo de patronal y sindicatos. Los sindicatos casi daban por hecho que la CEOE se descolgaría al final. Y, en las últimas horas, quienes más cerca estuvieron de descolgarse del pacto fueron los sindicatos.
Finalmente, el documento milimétricamente redactado por Trabajo no hacía felices a ninguno, pero superaba las líneas rojas marcadas por ambas partes y hacía posible el consenso. Y ese era el objetivo.
Lo que sí admiten tanto sindicatos como empresarios es que ha habido cesiones por ambas partes, y que se ha optado por el acuerdo antes de ir a planteamientos de máximos en cada tema.
Para quienes deslizan que es una reforma light, el secretario general de CCOO, Unai Sordo, lo dejó claro: "Por primera vez en diez años una reforma laboral de calado no se hace para recortar, precarizar el empleo, abaratar el despido y debilitar el poder organizado de los trabajadores, sino que rema en dirección contraria". Eso sí, advirtió de que no quiere cambios en la tramitación parlamentaria que supongan retroceso a lo pactado.
Díaz lo interpreta en la misma dirección: "Es la primera reforma que recupera y gana derechos para los trabajadores", dijo la vicepresidenta segunda del Gobierno, visiblemente satisfecha.
Pero se interprete como se interprete, lo que es seguro es que el próximo martes, día 28, el Gobierno aprobará en Consejo de Ministros, por fin, la nueva reforma laboral, lo que además le garantiza, además, cumplir con la Unión Europea, que sobre todo pedía un acuerdo entre todos los agentes sociales para garantizar la llegada de los fondos europeos.
Trabajo completa de esta forma gran parte de los principales objetivos que se había marcado para esta legislatura y que estaban contemplados en el acuerdo de investidura entre PSOE y Unidas Podemos.
El próximo objetivo le espera a principios de años. Una nueva tarea para Díaz y su equipo aguarda a la vuelta de la esquina, como es fijar la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y cumplir el compromiso de que llegue al 60% del salario medio antes de que acabe 2023.
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