Moncloa y Ferraz han decidido no parar en su ofensiva directa contra la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. El caso de presunto delito fiscal que afecta a su pareja, Alberto González, así como las explicaciones vagas y falsedades vertidas por la dirigente madrileña, ha dado pie al contrataque de los socialistas. El propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, encabeza la estrategia, como se ha visto especialmente en las dos últimas sesiones de control en el Congreso. 

El líder del Ejecutivo pidió la semana pasada la dimisión de Ayuso. Y este miércoles puso el foco en las viviendas de la dirigente madrileña. "Gobernar no es vivir en dos pisos valorados en más de dos millones de euros de pagados en buena medida por el fraude fiscal a Hacienda", ha señalado. 

La estrategia de confrontación de los socialistas ha cambiado, según reconocen fuentes de Moncloa. La lectura que hacen en el equipo de máxima confianza de Sánchez es que durante la anterior legislatura no se entró en el cuerpo a cuerpo pese a la "crispación" constante de los populares. Algo que cambió tras los malos resultados electorales de las municipales y autonómicas del mes de mayo. "Vimos durante la campaña que esa estrategia tenía una parte de desgaste", señalan fuentes del Gobierno.

"No provocamos los debates, respondemos", afirman estas mismas fuentes. Sánchez ya se afanó en la contestación durante la campaña electoral del 23 de julio. Acudió a medios de comunicación hostiles a desmontar los bulos y los ataques personales que estaba recibiendo. A defenderse de las acusaciones de "tirano" que le llegaban del PP y Vox. A rechazar el triste famoso lema de "que te vote Txapote". 

En la continuidad de estas respuestas surgió un nombre propio ya tras la cita electoral. El actual ministro de Transportes, Óscar Puente, fue el encargado de intervenir en la investidura fallida de Alberto Núñez Feijóo. Su manera de comunicar, tanto públicamente como desde sus redes sociales, ha sido muy cuestionada por la derecha. Pero en el PSOE defienden la necesidad de "poner a la derecha y a Ayuso frente a su espejo". 

"¿Tenemos que aguantar que el PP nos diga de todo y nosotros callarnos?", se preguntan fuentes socialistas. Feijóo ha acusado sin pruebas a Sánchez de conocer de antemano la corrupción del 'caso Koldo'. Los populares ahora han puesto en la diana a la mujer del presidente, Begoña Gómez. Y Ayuso ha cargado contra la Fiscalía, la Agencia Tributaria y los medios de comunicación a través de su jefe de gabinete, Miguel Ángel Rodríguez. 

Este escenario embarrado, según algunas fuentes socialistas, no beneficia a la política en general. Pero no son equidistantes. Mientras, algunos socios del Gobierno como ERC, Junts, PNV, Podemos o BNG sí acusan a PP y PSOE de arrojarse mutuamente en el Congreso la corrupción. "Una pelea de bar" o un "combate de boxeo" fueron algunas de las palabras que se escucharon en el hemiciclo este miércoles para definir la situación. 

"No puedes dar la sensación a los tuyos y a los que te votan de que te callas como si tuvieses algo que ocultar", afirman a Público fuentes de Ferraz. Según la dirección socialista, la derecha usa a la mujer del presidente para compararlo con la pareja de Ayuso. "No lo es, en el caso que afecta a Ayuso se ha incumplido el Código Penal", afirman en el PSOE. 

Consideran los socialistas, en todo caso, que ellos no han sido quienes han subido el tono. "Los que lo están haciendo son ellos (el PP), nosotros contestamos", afirman en la cúpula del PSOE. Además, reiteran que la manera de hacer oposición de la derecha tiene un hilo conductor desde la época de Felipe González, que se repitió con José Luis Rodríguez Zapatero y que continúa con Sánchez, ahora con la participación de Vox, que tira hacia la extrema derecha al PP. 

La debilidad de Feijóo 

"¿Estaría actuando igual Feijóo si lo que se está sabiendo de Ayuso afectara a otro presidente autonómico del PP?". Es la pregunta que se hacen fuentes de Moncloa. Porque los socialistas consideran que el líder del PP no controla por completo su partido y la que realmente lo hace es la presidenta madrileña. 

Es más, ni siquiera sería Ayuso la verdadera líder sino Miguel Ángel Rodríguez. "Feijóo no le tiene miedo a Ayuso, le tiene miedo a él. Porque Rodríguez es José María Aznar. Ayuso es el proyecto de Aznar.  Feijóo tiene claro que no se puede enfrentar a Aznar. Si da un paso en falso sabe que va a la calle", argumentan en Ferraz. 

En el recuerdo, y esto también lo ha puesto en su boca Sánchez, está el anterior presidente de los populares, Pablo Casado. "Las mismas derechas que doblaron el brazo a Casado, lo están haciendo con Feijóo. Acabará de la misma forma que su antecesor", vaticinaban hace unos meses en las filas socialistas. De momento, en Moncloa y Ferraz confían en que su estrategia de confrontación sea eficaz al menos antes del inminente ciclo electoral en Euskadi y Catalunya y que culminará en junio con las europeas.