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Cambios en el Ejecutivo Sánchez afronta su primera crisis de Gobierno con la salida de Illa y la continuidad de Escrivá comprometida

De no haber cambios de última hora, se espera que Carolina Darias asuma Sanidad, y Miquel Iceta, Política Territorial. El ministro de Inclusión y Seguridad Social, que está muy enfadado y se siente desautorizado en la reforma de las pensiones, también ha entrado en las quinielas de un posible relevo en el Ejecutivo.

Illa Escrivá
Los ministros de Sanidad e Inclusión, Illa y Escrivá, en una imagen de archivo. - Ballesteros/EFE

manuel sánchez / alexis romero

Esta próxima semana, previsiblemente, Pedro Sánchez tendrá que afrontar su primera crisis de Gobierno en esta legislatura, si se cumple lo dicho por Miquel Iceta al anunciar que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, presentará la dimisión para ser candidato a la Presidencia de la Generalitat de Catalunya por el PSC, cuya campaña electoral comienza el próximo 29 de enero.

En principio, todo apunta a una minicrisis o reajuste puntual por este cambio en la cartera de Sanidad. La hipótesis que más se baraja es que Carolina Darias, la actual ministra de Política Territorial, ocupe el puesto de Illa en el Ministerio de Sanidad; y sea el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, quien la sustituya en dicha cartera.

Sin embargo, en las últimas horas ha entrado en las quinielas la posibilidad de que esta crisis de Gobierno también suponga el relevo de José Luis Escrivá, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Escrivá, según distintas fuentes consultadas, está enfadado, se siente desautorizado y no cuenta con excesivos apoyos en el seno del Gobierno, más allá de sufrir la oposición frontal de Unidas Podemos contra su gestión.

La rocambolesca historia de ampliar el periodo de cotización para el cálculo de las pensiones de 25 a 35 años ha colmado el vaso de su paciencia, y no ha encontrado apoyos a sus posiciones, ni respaldo público alguno.

Unas fuentes apuntan que se ha planteado presentar su dimisión, aunque otras fuentes aseguran que Escrivá es "muy duro" y, aunque reconocen su indignación, creen que no va a tirar la toalla ni Pedro Sánchez va a prescindir de él en este ministerio.

Lo cierto es que el ministro Escrivá sólo acapara polémicas dentro del Ejecutivo. Primero fue la implantación del ingreso mínimo vital y sus enfrentamientos con el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias. Y, ahora, sus posicionamientos en torno a la reforma de las pensiones han provocado todo un caos dentro del Ejecutivo y en el entorno del diálogo social.

Polémica tras polémica

El Congreso alcanzó a finales del pasado año un acuerdo en el Pacto de Toledo, la comisión parlamentaria que sienta las bases de las reformas en el sistema de pensiones y de Seguridad Social. Este se presuponía el paso más complicado, ya que el consenso necesario para abordar una reforma de este calado requiere de una gran mayoría en la Cámara, una mayoría a la que se terminó sumando incluso el PP.

Sin embargo, cuando el camino de la reforma de las pensiones parecía despejado, llegó a la Comisión Delegada de Asuntos Económicos del Gobierno una propuesta que, en contra de lo establecido en el Pacto de Toledo, pretendía incrementar el periodo de cotización del cálculo de la pensión de los 25 años hasta los 35.

La propuesta estaba recogida en un informe del Ministerio de Inclusión y Seguridad Social en materia de pensiones y en el marco del plan de recuperación, transformación y resiliencia, con el que el Gobierno quiere pilotar la salida de la crisis provocada por la pandemia del coronavirus.

En pocos días se pudo constatar el rechazo del socio de gobierno, Unidas Podemos (que afirmó que votaría en contra si la propuesta llegaba al Congreso); la ausencia de una mayoría parlamentaria para aprobar la reforma; y la postura radicalmente contraria de los sindicatos, que amenazaron incluso con movilizaciones si se incluía en la mesa de diálogo que aborda las modificaciones en el sistema de pensiones. Tal fue la presión sindical, que en ninguna de las reuniones celebradas se llegó a mencionar este asunto.

Se espera que la minicrisis que se abra a raíz de las elecciones catalanas sea coyuntural y no pase factura al Gobierno de coalición

Finalmente la propuesta de incrementar a 35 años el periodo de cotización para el cálculo de la pensión no fue enviada a Bruselas, aunque en el informe remitido a la Comisión Europea se recoge la intención de incrementar la "contributividad", una reforma que normalmente apunta a la ampliación de los periodos de cotización (de manera indeterminada, eso sí, por lo que ese debate se abordará en el diálogo social). Esta estrategia con la reforma de las pensiones y el hecho de que la propuesta terminara por retirarse parece haber irritado al ministro de Seguridad Social.

La mejor prueba de ello fue el enfrentamiento que provocó en Onda Cero, cuando la emisora se hizo eco de la existencia del borrador que ampliaba a 35 años el cálculo para las pensiones, una información que ya había sido publicada por numerosos medios de comunicación días antes. Escrivá se mostró visiblemente indignado y aseguró que esa propuesta "ni ha existido, ni existirá".

En todo caso, fuentes del Gobierno no quieren valorar esta posibilidad en torno al ministro de Inclusión, pero siguen asegurando que la crisis del Gobierno será un mero reajuste, motivado por la marcha de Illa. Por ello, en principio y con todas las cautelas por el secretismo que guarda Sánchez, será un minicrisis coyuntural, que no afectará en nada al funcionamiento del actual Gobierno de coalición. 

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