Este artículo se publicó hace 2 años.
Sánchez y Aragonès vuelven al diálogo para cerrar la etapa de desconfianza tras 'Pegasus'
Los dos presidentes inician la distensión con la reunión prevista en la Moncloa. Hablaran de cómo avanzar en la mesa de negociación y no fijarán fecha, pero en la Generalitat no se descarta una primera sesión antes de las vacaciones aunque
solo si hay
Madrid / Barceolona-Actualizado a
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, recibirá este viernes al president de la Generalitat, Pere Aragonès, en la Moncloa en una visita con alto significado político. Y en la Generalitat esperan que también con el mismo nivel de contenido. La previsible encajada de manos a la puerta de la Moncloa entre los dos mandatarios supondrá una fotografía que certifica el inicio del deshielo de las relaciones congeladas después de diversos episodios de alta tensión política, como el provocado por el espionaje político al independentismo del caso Pegasus o la discusión sobre la inversión en infraestructuras del Gobierno estatal en Catalunya.
Sánchez y Aragonès certificarán con la reunión de este viernes, no solo la restauración de las relaciones entre gobiernos, sino el retorno a la mesa de diálogo sobre el conflicto entre Catalunya y el Estado. Eso sí, de forma incipiente, paso a paso, según afirman en el Govern de la Generalitat. Pero con un objetivo compartido por las dos partes: "cerrar acuerdos tangibles que se puedan presentar a la sociedad". Así lo aseguran fuentes de la presidencia de la Generalitat y así lo manifestó también Pedro Sánchez durante el debate del estado de la nación.
Fuentes de los dos gobiernos recuerdan que estos encuentros entre presidentes no tienen orden del día y que son abiertos a diferentes temáticas. Pero según ha podido saber Público, los temas centrales previstos versarán sobre la desjudialización de la política catalana, la nueva puesta en marcha de la mesa de diálogo y negociación que Aragonès plantea en la línea de concretar una hoja de ruta para la "solución democrática del conflicto", y las inversiones del
Gobierno estatal en Catalunya.
Una reunión "muy importante"
Desde Moncloa califican la reunión de este viernes como "muy importante" y un paso más en la normalización de las relaciones bilaterales. "Es un episodio más en la apuesta por el diálogo y por buscar puntos de encuentro que ya se han venido dando durante la legislatura", apuntan fuentes gubernamentales estatales a Público.
Vilalta: "El crédito se ha acabado, ahora necesitamos hechos"
Por su parte, en el Palau de la Generalitat se respira un aire de satisfacción contenida por la reunión y se transmite la idea de que "no va a ser una simple foto, va a haber contenido y del importante". Pero también se mantiene la suspicacia, y las mismas fuentes próximas a Aragonès advierten de que "recuperar la confianza mutua y avanzar en la resolución del conflicto dependerá de la voluntad que ponga el Gobierno español en llegar a acuerdos
concretos". La secretaria general adjunta de Esquerra, Marta Vilalta, lo deja claro: "El crédito se ha acabado, ahora necesitamos hechos".
En el Gobierno de Sánchez reconocen "el bache" producido en los últimos meses tras la crisis originada por el caso Pegasus. Pero la sensación es que aquello ya se ha superado con la "voluntad de diálogo" mostrada "por las dos partes". El punto de inflexión real, según destacan en el Ejecutivo estatal, llegó la pasada semana tras la reunión entre Félix Bolaños y Laura Vilagrà. "Ese documento pactado puso unas bases importantes", afirman desde Moncloa, en
referencia al acuerdo que sienta las bases para el funcionamiento de la mesa de diálogo a partir de ahora.
El punto de inflexión Bolaños-Vilagrà
Un punto de inflexión que en el Govern de la Generalitat reconocen. Fuentes conocedoras de las reuniones entre Vilagrà y Bolaños destacan el buen clima de trabajo que se ha generado en las dos últimas reuniones entre el ministro de la Presidencia y la consellera de Presidència. Muy diferente a la tensa reunión que mantuvieron los dos interlocutores en Barcelona justo después de conocerse el caso Pegasus. "Ha habido un cambio", reconocen en la Generalitat.
Las mismas fuentes de la presidencia de la Generalitat indican que "se ha trabajado mucho y bien en las dos reuniones y también en los días anteriores a ellas" y aseguran que "la reunión entre presidentes ha sido posible por ese trabajo y llega con contenido". Eso sí, todas las fuentes consultadas se muestran muy prudentes en desvelar detalles concretos de los trabajos entre Bolaños y Vilagrà. En la Generalitat también ponen en valor el documento acordado hace una semana.
Por su parte, en Moncloa destacan que "ahora se trata de ir hablando, seguir apostando y trabajar en un horizonte de medio y largo plazo". En este sentido, reiteran que los objetivos compartidos no se logran en un día. "Hay que ponerse a trabajar y hablar hasta que se llegue a un punto medio entre las posturas de ambos", añaden. El objetivo es consolidar la convivencia en Catalunya y garantizar que no vuelva a suceder lo que pasó en 2017, con el PP en el Gobierno y en parte "como consecuencia de sus políticas y su actitud".
Tres reuniones en julio y ya van dos
No está previsto que Pedro Sánchez y Pere Aragonès fijen una fecha para el reinicio de la mesa de diálogo. Y las fuentes consultadas lo descartan. Pero desde la Generalitat no se cierran a que pueda haber una primera reunión antes de las vacaciones. Según ha podido saber Público de fuentes de la presidencia catalana, Bolaños y Vilagrà plantearon hace unas semanas un esquema de trabajo para el mes de julio con tres reuniones: la que realizaron el ministro y la consellera hace una semana, la de este viernes entre los dos presidentes, y una tercera para la mesa de diálogo. De momento se está cumpliendo el timing fijado y por tanto no sería descartable una reunión de la mesa a finales de mes e incluso a principios de agosto.
Eso sí, las fuentes de Esquerra consultadas —que admiten esta planificación— son muy tajantes: "Siempre que haya un acuerdo sobre la mesa en algún punto relevante". Las dos partes han puesto ya temas sobre la mesa en los que se puede llegar a acuerdos y se continúa trabajando intensamente. Uno de ellos podría ser el relativo a la defensa del catalán, tal como avanzó Público en exclusiva, información que confirmaron posteriormente los dos gobiernos.
Montero: "Creo y espero que durante reunión salga un compromiso firme de retomar reuniones de la mesa de diálogo"
En caso de no poder cerrar ningún acuerdo ahora, la reanudación de la mesa se pospondría para septiembre, un año después de la única reunión celebrada hasta ahora durante la presidencia de Aragonès, en el Palau de la Generalitat. El objetivo marcado por Bolaños y Vilagrà es celebrar entre dos y tres reuniones de la mesa antes de final de año, según esas mismas fuentes.
En cualquier caso, desde Moncloa sí se prevé que al menos surja un compromiso firme de que la mesa de diálogo se vuelva a retomar próximamente. "Creo y espero que durante reunión salga un compromiso firme de retomar reuniones de la mesa de diálogo", dijo la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en una entrevista de TV3 realizada este jueves.
El delito de sedición y la desjudialización
La desjudicialización del conflicto, es decir de la política catalana, es uno de los objetivos relevantes que plantea la Generalitat y también uno de los mantras que repiten en el Gobierno de Sánchez al hablar de Catalunya. En Moncloa inciden en que durante esta legislatura se han resuelto conflictos competenciales mediante el diálogo y sin tener que recurrir a tribunales.
Mientras, en el Palau de la Generalitat advierten de la necesidad de actuar al respecto frente al duro calendario judicial que aún queda por ejecutar en referencia a la organización del referéndum del 1 de octubre de 2017. Casos que afectan a centenares de personas, entre ellas, numerosos dirigentes independentistas, incluidos un conseller y una consellera, Roger Torrent y Natàlia Garriga, del Govern de Aragonès, ambos de Esquerra. Algo que en ERC
consideran "un campo de minas que hay que desactivar o dinamitará los avances que podamos hacer". Por no hablar de la situación de los dirigentes independentistas que están en el extranjero perseguidos por la justicia española, con el expresident Carles Puigdemont y la secretaria general de ERC, Marta Rovira, a la cabeza.
En este punto, es muy probable que en la reunión entre Sánchez y Aragonès, se hable de la posible modificación de los delitos de rebelión y de sedición en el Código Penal. En Esquerra aseguran que su apuesta para la desjudialización es clara: "Se llama amnistía". Pero se abren a hablar sobre la modificación del Código Penal como medida paliativa. De momento no parece que este melón este maduro por las discrepancias entre ERC —que querría suprimir los dos
delitos— y el PSOE que plantea una rebaja de pena equiparable a otros países europeos, pero manteniéndolos.
Discrepancias sobre las inversiones
El último tema destacado a tratar entre Sánchez y Aragonès es el de las
infraestructuras. Con dos perspectivas diametralmente opuestas. Entre los
incumplimientos flagrantes que denuncia la Generalitat en la ejecución presupuestaria del Estado y el esfuerzo inversor que asegura el Gobierno estatal que está realizando en Catalunya.
Desde Moncloa las inversiones realizadas en Catalunya son puestas en valor. De hecho, Sánchez usó bastantes minutos de su intervención esta semana en el debate del estado de la nación para hablar sobre esto en el Congreso de los Diputados. Algunos ejemplos que destacó el presidente fueron que en los últimos cuatro años, Catalunya ha recibido un 37,6% más de inversiones que con el Gobierno del PP. O que en los presupuestos de 2022, Catalunya
dispondrá de las entregas a cuenta más altas de toda la serie histórica: 21.056 millones de euros, un 6,8% más que en 2021.
Catalunya ha recibido un 37,6% más de inversiones que con el Gobierno del PP
Por su parte el Govern se muestra indignado por el bajo nivel de ejecución de los presupuestos generales en todo aquello referente a Catalunya que en 2021 se situó en el 36% mientras en la Comunidad de Madrid superaba el 180%. El Govern reclama que se acabe con el "histórico déficit en infraestructuras" que el Gobierno español mantiene en Catalunya y pone como ejemplo el desastroso funcionamiento de la red ferroviaria de Cercanías.
De todas estas cifras contrapuestas también hablaran los dos presidentes. Pueden llegar a acuerdos en algunos aspectos inversores concretos, pero Aragonès pedirá mecanismos de control de la ejecución de lo pactado y garantías de cumplimiento. Un síntoma más que la desconfianza entre las partes es alta y que hará falta algo más que una reunión entre los presidentes y promesas en el aire, o en los papeles, para retomar el pulso de una relación
entre Moncloa y el Palau de la Generalitat que está en punto muerto.
Y que tiene su derivada en el Congreso de los Diputados con un socio de la mayoría de la investidura como ERC muy tensionado. Como reflejó el agrio tono de su líder, Gabriel Rufián, en el debate del estado de la nación. Mostrando el profundo malestar aún existente con el Gobierno de Sánchez por parte de los republicanos a solo tres días de la cumbre entre presidentes.
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