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Sánchez buscará convencer ahora a Iglesias y le avisará de que no repetirá en septiembre

El candidato socialista espera abrir el camino para un acuerdo programático y, posteriormente, tratar con el líder de Unidas Podemos la incorporación de sus dirigentes a la estructura de Gobierno. Mantiene que en el Consejo de Ministros  incorporará a independientes que proponga la formación morada. Seguirá presionando a Casado para forzar su abstención. 

Pablo iglesias y Pedro Sánchez durante una reunión en Moncloa. - REUTERS

No es una estrategia, ni una medida de presión, ni lo que toca decir ahora, tal y como aconsejaría cualquier manual de cualquier negociación. El camino se da por cerrado: no habrá investidura de Pedro Sánchez en septiembre. Así lo aseguran desde La Moncloa y desde Ferraz , que insisten en que está asumido que su candidato resulta elegido ahora en julio, o no volverá a presentarse en una segunda ocasión.

Este mensaje será el que trasladará este martes con claridad Pedro Sánchez a Pablo Iglesias y a Pablo Casado, para intentar convencerles de que su decisión de julio no podrá ser revisada dos meses después, porque no se presentará a una segunda sesión de investidura.

Desde Ferraz se asegura que Unidas Podemos pierda toda esperanza de que si Pedro Sánchez sale derrotado de la investidura en julio va a reconsiderar la propuesta de que entren dirigentes de esta formación en el Gobierno para ser investido presidente. Y lo explican diciendo que si este paso se quisiera dar -que no se quiere y nadie lo defiende dentro del partido- se daría ahora. Nunca se haría como fruto de que se consumara la amenaza de Pablo Iglesias y votara en contra en la primera investidura.

“Parece que no conocen a Sánchez. No le van a doblar el pulso con esta forma de actuar en la que, además, si cediera finalmente daría una imagen de claudicación y de ambición por el poder que es de la que quiere huir el presidente”, afirma una persona que conoce muy bien al líder socialista.

Otro factor que hay que tener en cuenta es esa extraña cualidad de la que presume Sánchez en sus actos políticos: la testarudez. “Yo tengo muchos defectos y alguna virtud. Y creo que el ser testarudo en la vida y en la política es una virtud”, ha dicho en los mítines en más de una ocasión.

Por tanto, parece poco probable que si Sánchez no admite miembros del Unidas Podemos en el Ejecutivo ahora en julio, lo haga dos meses después por llegar al poder, algo que dicen que sería muy difícil de explicar a la ciudadanía.

La única posibilidad que habría de una segunda investidura en septiembre sería, por el contrario, que el partido de Pablo Iglesias renunciara a esta exigencia, y decidiera apoyar a Sánchez en los términos que ahora le ofrece el candidato, lo que también resulta altamente improbable, según mantienen todos los dirigentes de esta formación.

"Si no hay investidura este mes, es probable que empiece la precampaña el mismo 26 de julio"

Así las cosas, en el PSOE se es consciente de que hay solo una posibilidad que empieza a negociarse este martes de forma seria. O se alcanza el acuerdo ahora o el PSOE está dispuesto a empezar a prepararse de forma inmediata para unas nuevas elecciones, aunque en público digan que no las quieren, cuya precampaña empezará el mismo 26 de julio. "No habrá repetición en septiembre", aseguran.

Convencer a Iglesias

Por ello, Sánchez se va a esforzar en convencer a iglesias para que cambie de posición y salga con un mensaje distinto al de ahora de cara a la votación del 25 de julio. El candidato es consciente, además, que necesita que el líder de Unidas Podemos tome una posición inequívocamente a favor de apoyar la investidura, que no pueda ser revocada por las exigentes bases de Podemos en la consulta que hará a los inscritos antes de cualquier decisión definitiva.

Según explicó el lunes Cristina Narbona, en el encuentro de hoy Sanchez quiere centrarse en negociar el documento programático aprobado por unanimidad en la Ejecutiva Federal del PSOE y no está previsto hablar de la participación de Unidas Podemos en la estructura de Gobierno.

Sánchez quiere primero cerrar un acuerdo político programático antes de mover la segunda ficha del Gobierno de cooperación que plantea, ya que el PSOE quiere hacer bandera de que lo importante del acuerdo es lo que se quiere hacer. Aquí, el PSOE espera el entendimiento e, incluso, podría dar algún paso más allá en aceptar algunas propuestas de Unidas Podemos que no están en el programa socialista.

No obstante, el PSOE mantiene que ofrecerá en su momento que dirigentes de Podemos se incorporen a altos cargos institucionales, así como el compromiso del presidente en funciones de tener muy en cuenta los nombres de independientes que pueda proponer esta formación para estar en el Consejo de Ministros.

Insistirle a Casado

En cuanto a Casado, el líder socialista volverá a pedirle por enésima vez su abstención en la investidura para no depender de los independentistas. Desde el PSOE no se da esta vía por cerrada y albergan una mínima esperanza de que el líder del PP actúe "con responsabilidad y sentido de Estado", dicen.

En principio, Sánchez no ofrecerá nada a cambio a Casado, aunque si quiere profundizar con el líder del PP en las propuestas de pacto de Estado que quiere plantear durante esta legislatura, si finalmente es elegido presidente. La relación entre ambos dirigentes está ahora más normalizada que cuando Sánchez decidió cortar todo contacto con Casado por las descalificaciones que le hizo en un pleno del Congreso.

No obstante, en Ferraz se sabe que es altamente improbable que el PP se abstenga en la investidura y, sobre todo, tras el acuerdo alcanzado en el Gobierno navarro para que sea presidenta la socialista, María Chivite.

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