Este artículo se publicó hace 2 años.
Sánchez logra en la OTAN el apoyo que le falta en España
Moncloa destaca que se han cumplido con creces los objetivos planteados en la cumbre de la Alianza Atlántica. La proyección internacional del presidente del Gobierno contrasta con las críticas recibidas por el discurso mantenido respecto a la valla de Mel
Madrid-Actualizado a
En Moncloa se muestran pletóricos con la organización de la cumbre de la OTAN en Madrid. Todo son palabras de elogio hacia este evento. Tanto a nivel organizativo como a nivel político. El Gobierno de Pedro Sánchez ha logrado introducir todos sus objetivos en el concepto estratégico aprobado este miércoles. "Orgullo", repiten. La proyección internacional del presidente Sánchez es puesta de relieve desde prácticamente el comienzo de la legislatura. Pero esta imagen de éxito y "liderazgo" contrasta con la situación política en España, marcada por las críticas tanto de la izquierda como de la derecha por la tragedia sucedida el pasado viernes en la valla de Melilla.
La coalición entre PSOE y Unidas Podemos no corre peligro, según mantienen de forma constante ambos partidos. Pero eso no impide que la fuerza morada haya mostrado diferencias considerables con temas de relevancia. Sin ir más lejos, la propia celebración de la cumbre de la OTAN en la capital española ha supuesto un punto de divergencia durante los últimos meses.
UP no ha compartido en ningún momento el furor por la alianza atlántica y de hecho no es partidaria de aumentar el gasto militar. La derecha del PP ha querido aprovechar la circunstancia criticando las divisiones que podían afectar al prestigio de nuestro país.
Tampoco es bien visto en UP el acuerdo firmado este martes entre el presidente de EEUU, Joe Biden, y Sánchez. La nueva declaración conjunta incluye un aumento de la presencia militar estadounidense en la base naval de Rota (Cádiz). Jaume Asens, presidente del grupo parlamentario morado en el Congreso de los Diputados, ha verbalizado su incomodidad con este punto. "Significa más militares y destructores norteamericanos y una mayor dependencia y sumisión a Estados Unidos", dijo en declaraciones a los medios.
Por la mañana, Sánchez había pedido "reflexionar" a UP sobre sus posiciones que ya anticipaba contrarias. "Necesitamos aumentar nuestras capacidades de disuasión, no de ataque", dijo en una entrevista realizada en la Cadena SER. Por contra, pese a la oposición total que está haciendo el PP de Alberto Núñez Feijóo, el presidente considera que no van a tener problemas para refrendar este acuerdo con EEUU en el Congreso. La portavoz parlamentaria de los populares, Cuca Gamarra, confirmó que su partido "estará a la altura de las circunstancias" en materia de Defensa y Seguridad.
"Ha habido unanimidad en reconocimiento del papel de España en la organización de la cumbre", destacan fuentes de Moncloa. Al tiempo resaltan un ambiente de "unidad y cohesión" que no se ha visto en otras cumbres. Consideran en el entorno de Sánchez que la cumbre es "histórica" y que supondrá un "punto de inflexión" a nivel geopolítico.
Melilla, comparecencia e investigación
Los populares no se han mostrado tan comprensivos con Sánchez respecto a lo ocurrido en Melilla, donde murieron decenas de migrantes al tratar de cruzar la frontera. El vicesecretario de Política Institucional del PP, Esteban González Pons, exigió el lunes la comparecencia del presidente en el Congreso para precisar el "estado de la política de colaboración con Marruecos en política de seguridad y aclarar las circunstancias que han "rodeado a este suceso que tantas víctimas ha causado".
Los aliados del Gobierno, incluido también UP, también han pedido explicaciones sobre la actuación policial de agentes marroquíes en suelo español tal y como desveló en exclusiva Público. El ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, negó este miércoles en el Congreso, tras una pregunta del diputado de EH Bildu, Jon Iñarritu, la existencia de pruebas al respecto.
La propia ministra de Agenda 2030 y Derechos Sociales, Ione Belarra, envió esta semana una carta a Marlaska y al ministro de Exteriores, José Manuel Albares, reclamando que se inicie una investigación independiente para aclarar lo que pasó.
Precisamente la consagración de "la instrumentalización de la inmigración" fue uno de los puntos destacados en el nuevo concepto estratégico aprobado por la OTAN este miércoles. En ello se llevaba meses trabajando, según Moncloa, y no tiene ninguna relación con lo ocurrido en Melilla. "España ha insistido en que se incluya una referencia a la instrumentalización de la inmigración y la manipulación de los flujos energéticos", afirman fuentes del Ejecutivo.
Lo sucedido el viernes se suma así a un rechazo generalizado del resto de fuerzas parlamentarias por la posición del Gobierno tras el giro realizado respecto al Sáhara Occidental. Una decisión que provocó un enfado mayúsculo, que continúa, en Argelia.
En el horizonte de Sánchez se encuentra la próxima aprobación parlamentaria del nuevo decreto anticrisis, para la que el PSOE aún tiene que apuntalar los apoyos. Y los días 12, 13 y 14 de julio un debate del Estado de la Nación que pondrá de nuevo a prueba el estado de salud política del Gobierno, y del presidente, a nivel local. Una nueva ocasión en la que se podrá vislumbrar, o no, el contraste con la imagen exterior promovida esta semana.
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