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Sumar o Elkarrekin Podemos, la carambola que podría hacer a la izquierda alternativa clave para la gobernabilidad en Euskadi

Ambas formaciones se erigen como determinantes para lograr un gobierno progresista tras las elecciones vascas pero sus posibilidades son reducidas, según las encuestas.

La candidata  a Lehendakari por Sumar, Alba García, a la izquierda, y la candidata por Elkarrekin Podemos, Miren Gorrotxategi, a la derecha
La candidata a Lehendakari por Sumar, Alba García, a la izquierda, y la candidata por Elkarrekin Podemos, Miren Gorrotxategi, a la derecha. H.Bilbao / Unanue / Europa Press

Los escenarios posibles antes de la celebración de una jornada electoral son prácticamente ilimitados, y sólo las encuestas pueden hacer el ejercicio de acotar las posibilidades, siempre en base a expectativas y teniendo en cuenta, además, que sólo las urnas dan un resultado. Entre los múltiples escenarios que se darán tras los comicios del próximo domingo en Euskadi hay dos en los que Sumar o Elkarrekin Podemos se podrían erigir como llave de la gobernabilidad vasca.

Es esa expectativa a la que ambas formaciones se aferran para disputarse el electorado progresista en una última semana de campaña que será decisiva. El primer paso para evaluar de qué premisa parten estas organizaciones es el reconocimiento del (actualmente) hipotético escenario.

Para que Sumar o Elkarrekin Podemos puedan ser clave para decantar un Gobierno en Euskadi se tienen que cumplir una serie de requisitos. El primero es que alguno de los dos partidos logre representación en el Parlamento vasco, algo que, a día de hoy, no está asegurado.

La mayoría de los estudios demoscópicos sitúan a Sumar por delante de la formación morada y le dan a los de Alba García un escaño casi garantizado (aunque en sus horquillas más bajas se sitúan justo en la frontera del 3% necesario para obtener representación).

Sin embargo, este lunes una encuesta de 40 dB para El País y la Ser proyectaba un escenario en el que los dos partidos se quedaban fuera del Parlamento y en el que los de Miren Gorrotxategi aventajaban por una décima a Sumar. Es decir, ninguna de las dos organizaciones tienen garantizada su presencia institucional en la próxima legislatura (según lo que apunta la demoscopia).

Una opción posible sólo si PNV y PSE no alcanzan la absoluta

Lo que parece prácticamente imposible es que ambas puedan entrar al Parlamento en un contexto de disputa del electorado progresista en el que EH Bildu y el PSE se llevarán una gran parte de los votos. La segunda condición que se debería cumplir para ir hacia un escenario en el que alguna de estas dos formaciones fuera relevante para la gobernabilidad es que el PNV y el PSE no sumen mayoría absoluta.

Si los jertzales y los socialistas alcanzan los 38 escaños, ningún otro actor político será determinante para la gobernabilidad de Euskadi. Las encuestas en este sentido son dispares (algunos estudios recogen una mayoría absoluta muy probable, mientras que otros reflejan escenarios en los que el PNV y el PSE, en sus horquillas bajas, se quedarían a las puertas de esta mayoría por apenas un escaño).

En Sumar trasladan que su entrada en el Parlamento vasco es determinante para que estos dos partidos no sumen 38 asientos en la cámara. Si se cumplen estas dos premisas (que Sumar o Elkarrekin entran, y que el PNV y el PSE no suman una mayoría absoluta), sólo entonces se podría dar un escenario en el que alguna de estas dos fuerzas fuera clave para conformar un ejecutivo (siempre y cuando Bildu rechace de facto formar parte de cualquier acuerdo de gobierno con el PNV, o con el PNV y el PSE).

Sobre el manejo de las expectativas, hay algunas coincidencias y algunas diferencias entre Sumar y Elkarrekin Podemos. Gorrotxategi ha descartado de manera pública y en varias ocasiones que sus eventuales votos en el Parlamento puedan servir para permitir un gobierno del PNV, como hizo en esta entrevista en Público.

Por lo tanto, la única vía posible para que la formación morada pueda ser clave para la gobernabilidad sería un acuerdo para investir al candidato de Bildu en una suma en la que también harían falta los votos del PSE (que ha rechazado un acuerdo con la formación soberanista).

Las fórmulas para ser clave en un gobierno

En el caso de Sumar, García ha descartado de facto entrar en un gobierno con el PNV, y durante la campaña sus mensajes se han centrado en pedir un cambio después de 40 años de gobierno de los nacionalistas. En una entrevista en Público, preguntada sobre la posibilidad de investir a un lehendakari del PNV, afirmó que se le hacía "difícil ver ese escenario", y declaró que los proyectos de Sumar y el de los jertzales eran "antagónicos", pero no descartó esa posibilidad.

En este hipotético contexto, si sus votos fueran necesarios, la coalición de Mugimendua Sumar, Esker Anitza y Berdeak Equo podrían tratar de condicionar la gobernabilidad vasca a través de un acuerdo programático con medidas progresistas (en materia de vivienda, servicios públicos, derechos sociales, etc) comprometidas con un eventual gobierno de PNV y de PSE, al que presionarían desde fuera.

La otra opción de Sumar es la misma que la de Elkarrekin, alcanzar un acuerdo a tres con Bildu y el PSE para investir a Otxandiano, después de que los socialistas hayan rechazado públicamente compartir gobierno con Bildu durante la campaña.

Esta semana será decisiva en la pugna entre los de Gorrotxategi y los de García por disputarse el voto en un mismo espacio. La premisa del relato, compartida por ambas formaciones, es la de una competición por ser la llave de un gobierno en clave progresista (mediante un programa de izquierdas, un candidato de izquierdas, o ambos elementos). La disputa real, según las encuestas, se dará por obtener representación en el Parlamento vasco.

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