Sumar y Vox pelearán el tercer puesto del 23J en las provincias grandes y medianas
El objetivo de los de Yolanda Díaz es disputar escaños con Vox en las provincias de cinco o seis escaños (un total de 14) sin descuidar el objetivo de crecer en las que reparten más diputados, como Madrid, Barcelona o València.
Madrid-Actualizado a
Todas las formaciones políticas que concurrirán a las próximas elecciones generales compiten, a grandes rasgos, en dos áreas. La primera es la individual, el todos contra todos en el que cada organización busca el mejor resultado posible bajo la rúbrica del "salimos a ganar las elecciones".
La segunda es, desde el 2019, la de los bloques políticos e ideológicos. En estos comicios se dibuja un horizonte de dos opciones: un Gobierno de PSOE y de Sumar, una repetición de un Ejecutivo de coalición progresista basado en la correlación de las fuerzas de cada uno; y un gobierno del Partido Popular y de Vox, una alianza institucional y política que ya se está ensayando en comunidades autónomas y ayuntamientos.
En este segundo plano, el de los bloques, las encuestas apuntan a que el PSOE y el PP pugnarán por ser la fuerza más votada, mientras que Vox y Sumar batallarán por el tercer puesto. Las dos batallas son importantes, y quedar a mucha distancia del rival directo tras los comicios del 23J podría dar al traste con las opciones de todo el bloque de formar gobierno.
Sumar y Vox se disputarán ese tercer puesto virtual en las provincias grandes y en las medianas o menos pequeñas. Los de Yolanda Díaz tienen claro que deben recortar distancias con la ultraderecha y las últimas encuestas publicadas sitúan a este espacio muy cerca de los de Santiago Abascal (en algunos estudios incluso ya los aventajan).
Sin embargo, pese a rondar estimaciones de voto muy similares, la demoscopia refleja que Vox todavía estaría siete u ocho escaños por delante de Sumar; lo que quiere decir que los de Díaz no están logrando convertir su eventual crecimiento en opciones reales de disputarle el tercer puesto a la ultraderecha.
La batalla cara a cara en 14 provincias
Es aquí donde radica una de las claves del 23J: Díaz necesita recortarle escaños a la ultraderecha y sus opciones pasan por aquellos territorios donde se disputan los diputados cara a cara, es decir, donde una ganancia de Sumar implica una pérdida de Vox.
Atendiendo a este factor, la batalla directa entre Sumar y los de Santiago Abascal se librará en dos frentes: tanto en las provincias medianas como en las grandes.
En la clasificación de provincias medianas están aquellas que reparten entre cinco y seis escaños. Existen otras provincias que se pueden considerar también medianas que reparten siete, ocho o nueve escaños; pero la clasificación que se hace de las de cinco o seis como medianas se construye en contraposición con aquellas pequeñas provincias que reparten cuatro diputados.
En las pequeñas, Sumar tendría pocas opciones reales de disputar escaños. Son territorios que históricamente han actuado como granero del bipartidismo, donde se suele destacar el voto más conservador, y donde ni siquiera Unidos Podemos en sus años de mayor fortaleza (2015 y 2016) logró irrumpir con fuerza.
En las provincias que reparten cuatro diputados es prácticamente imposible que una fuerza sea competitiva si no tiene un porcentaje de voto bastante alto (en cifras muy superiores al 13%, 14% o incluso 15% en los que se mueven Sumar y Vox en la actualidad en las encuestas).
Un PP fuerte puede sacar a Vox de las provincias pequeñas
En 2019, en estas provincias de cuatro escaños Vox logró tener bastante representación por dos motivos: el primero es la transferencia de voto de un PP muy débil (de apenas 89 escaños) en el bloque conservador; la segunda es que, según apunta la directora técnica de Key Data, Paz Álvarez, "ciertos discursos de los de Abascal entroncan bien con las zonas rurales y con aquellos lugares donde la principal actividad está relacionada con el sector primario, la ganadería y la agricultura".
A menos de un mes de las elecciones, las encuestas apuntan a que el PP recuperará buena parte de lo perdido en 2019 y podría superar con creces los 130 escaños, un escenario en el que Vox podría ser el gran damnificado en las provincias de cuatro escaños.
La ultraderecha, por lo tanto, se jugará su ventaja competitiva con Sumar en aquellas provincias de cinco escaños (Valladolid, Cantabria, Navarra, Castelló, Jaén, Huelva y Ciudad Real) y de seis escaños (Gipuzkoa, Girona, Tarragona, Almería, Córdoba, Toledo y Badajoz).
Los de Yolanda Díaz tienen pensado dar la batalla en dos frentes y aspiran a obtener diputados en estas provincias sin descuidar las grandes urbes y las provincias que reparten más escaños, como Madrid, Barcelona o València. Es decir, por un lado aspiran a crecer en las grandes a la vez que irrumpen en las medianas.
En este segundo caso, además, la previsión es que Vox y Sumar se disputen alguno de los últimos escaños (el cuarto, el quinto o el sexto), tras quedarse PSOE y PP con la mayoría de diputados. Esto quiere decir que es muy probable que el escaño que sume Díaz se lo reste a Vox, por lo que cualquier victoria vale doble.
Si los de Yolanda Díaz logran reforzarse en las grandes provincias a la vez que irrumpen en las que reparten entre cinco o seis escaños, podrían decantar a su favor la batalla con Vox por el tercer puesto, una pugna que podría decidir el próximo Gobierno del Estado.
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