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Pero ¿quién y cómo grabó al ministro del Interior en su despacho oficial?

Jorge Fernández Díaz anunció hace una semana que había ordenado una investigación para averiguar quién le grabó durante sus conversaciones con el hoy destituido jefe de la Oficina Antifrau de Catalunya, Daniel de Alfonso, los días 2 y 16 de octubre de 2014, en las que tramaron obtener datos comprometedores contra políticos soberanistas catalanes y difundirlos antes de la consulta del 9-N. Sin embargo, 'Público' aún no ha recibido una orden judicial para entregar dichas grabaciones, que ha ofrecido en exclusiva. ¿Por qué no está interesado Interior en conocer las grabaciones íntegras? ¿O es que ya las tiene?

Daniel de Alfonso espera el control de entrada del Parlament de Catalunya, junto a su maletín. GUILLEM SANS

Son tres horas y media de conversaciones –divididas en dos reuniones de una hora y media y otra de 2 horas, 32 minutos y 3 segundos– las que mantienen el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y el director de la Oficina Antifraude de Catalunya, Daniel de Alfonso, a cuyas grabaciones ha tenido acceso Público en exclusiva.

Las hemos escuchado íntegras varias veces y todos los indicios nos llevan a concluir que fue Daniel de Alfonso quien grabó al ministro del Interior en su despacho. Los archivos que un denunciante anónimo hizo llegar a Público tienen una extensión *.ogg (las que emplean los móviles y otras grabadoras digitales) que convertimos al estándar *.mp3 para que fueran audibles en todos los sistemas, y que tienen la fecha y la hora de grabación, puesto que “son audios generados cada media hora automáticamente”, como observaron enseguida los expertos consultados. Algo que suelen hacer los móviles, pero no necesariamente las grabadoras o los bolígrafos que esconden micrófono y memoria sólida.

Los pequeños detalles son cruciales. Por ejemplo, los del inicio de la primera conversación –el 2 de octubre de 2014, a las 10 de la mañana– en el despacho de Fernández Díaz. El ministro comienza a hablar con el director de la Oficina Antifrau de Catalunya, quien le ha pedido una reunión a través de la mano derecha del anterior número dos de la Policía, el inspector jefe José Ángel Fuentes Gago.

"Este es mi teléfono por si alguna cosa… alguna llamada urgente o algo…" dice el ministro de pronto, sin que venga a cuento

JFD: Tú estabas en la Audiencia...

DA: Sí, yo estaba en la Audiencia [Provincial de Barcelona, donde ejerció como magistrado de la Sección Séptima (penal)].

JFD: Bueno, pues ¿qué tal?, ¿qué me cuentas?

DA: Sabes que tengo buena relación con José Ángel [Fuentes Gago, jefe de gabinete del comisario Eugenio Pino] desde hace bastante tiempo. Nos presentó hace ya años José María Fuster-Fabra [abogado catalán que estuvo relacionado con Fuerza Nueva en la juventud y ahora apoya a Ciudadanos]. Hemos mantenido una relación no muy estrecha, pero la hemos mantenido, ahora un poco más. Y hablando yo le dije: “Que sepáis, José Ángel, que cualquier cosa que tengamos, que os parezca bien, que queráis descargar... no de trabajo pero sí de la presión del foco, yo estoy encantado de asumirla".

Es una conversación confidencial, como queda claro de las palabras del ministro, que de pronto advierte de ello a su interlocutor indicándole, sin que venga a cuento, que acaba de poner su móvil sobre la mesa pero no lo hace porque vaya a grabar:

JFD: Este es mi teléfono por si alguna cosa… alguna llamada urgente o algo…

La grabación no se ve alterada, ni se escucha ruido ninguno. No es el móvil del ministro el que está grabando. De Alfonso continúa:

DA: Empezamos a hablar, comentamos cosas y después comentamos el tema de Catalunya, España y demás y me dijo “deberías hablar con el ministro”. Yo soy, supongo que tienes mi historial, pero yo soy madrileño, afincado en Catalunya, Barcelona, desde el año 92, me casé con una compañera fiscal también madrileña. En fin, mi vida está allí, hecha, hecha allí, pero no dejo de ser español, no dejo de ser también catalanista en el sentido de que me encanta Catalunya; soy catalanista igual que soy españolista, pero siempre he pensado que esto se puede, se debe de resolver. Por mi cuenta he ido moviendo hilos, siempre he ido proponiendo ideas.

No cabe duda de que De Alfonso está esforzándose por ganarse la confianza del ministro y por lo menos logra captar su atención. A partir de este momento sus voces se pueden escuchar casi por igual, con la misma intensidad, en la grabación.

Se cae algo. "Ay perdón", dice De Alfonso. Suenan dos cierres metálicos y la voz se oye más lejana, como si se hubiera movido el micrófono

A lo largo de la conversación se producirán pequeños incidentes sin importancia que van revelando poco a poco la ubicación del dispositivo que está grabando, como se puede escuchar al final de este fragmento posterior de la primera reunión:

DA: Aquí podría haber un tráfico de influencias. Pero, claro, no tenemos la llamada o la conversación entre Felip Puig y Francesc Homs para que hubieran traficado para que la cogieran. Sí tenemos el decreto, que es nulo absolutamente, nombrándola.

JFD: Eso, eso políticamente le hace mucho daño eh…

DA: Claro que le hace mucho daño, pero yo eso…

JFD: ¿Él tiene conciencia de tener ese punto débil o no?

DA: No lo sabe nadie más que José Ángel Fuentes Gago, mi director de investigaciones, tú y yo.

JFD: Eso, ¿me puedes dar a mí una copia?

DA: Te la voy a dar. Te la he traído para eso. No he resuelto, está acabado, el expediente lo tenemos ya cerrado y lo tengo conmigo. Esta es una copia, lo tengo conmigo precisamente porque no quiero tomar una decisión hasta que no supiera…

En ese instante se cae algo. “Ay, perdón”, dice Daniel de Alfonso mientras se oye el sonido de apertura de unos cierres metálicos. A continuación se vuelve a oír la voz un poco más lejana, como si se hubiera movido el aparato donde está el micrófono. Y prosigue De Alfonso:

DA: ...cuál es la posición de Fiscalía… Igual que el otro día, no sé si te lo ha dicho José Ángel, que os dimos una copia para que te la diera con el tema de Telefónica, de…

JFD: Sí, eso me lo ha comentado, lo de…

Y a partir de ese momento se oye el pasar de folios encima de la mesa del ministro durante una hora más, en la que siguen analizando y compartiendo información y estrategia sobre sus rivales políticos en Catalunya.

Tras la reunión, las voces empiezan a sonar distorsionadas, al parecer porque el portador de la grabadora la ha guardado en su chaqueta

En la despedida de la primera reunión, De Alfonso sigue mostrándose extremadamente servicial:

DA: Muy bien, ministro, gracias por escucharme y gracias por tu tiempo...

JFD: No, no, no.

DA: ..que sé que es... 

JFD: Yo tengo tú móvil, tengo tu móvil y demás…

Entonces se oye cómo el ministro se levanta y echa a andar, alejándose, mientras que la voz que se oye perfectamente es la de Daniel de Alfonso. Segundos después, el hilo de voz se distorsiona en ambos interlocutores. Según los expertos consultados, “podría ocurrir que Daniel de Alfonso haya guardado el dispositivo en el maletín, la chaqueta o similar, y por eso su voz comienza a escucharse mal”.

DA: También me veo con tu hermano...

JFD: Con Alberto.

DA: Sí, sí, entones también puede ser una persona…

En el final de la grabación se oyen crujidos del parqué del despacho del ministro, mientras Fernánez Díaz acompaña a su interlocutor hasta la puerta. Después, las voces del ministro y de sus asistentes quedan a lo lejos, mientras el presunto portador del micrófono se marcha, y la grabación acaba.

"...porque tener un móvil encendido en una reunión... y eso es delicado, es muy delicado... y peligroso" – "...no, y peligroso, seguro"

Todo ha salido perfecto. Es lo que debió pensar el que grabó el primer encuentro, porque parece descuidarse en la segunda reunión, mantenida en el despacho del ministro el 16 de octubre de 2014 (de 19 a 21 horas), tres semanas antes de la consulta soberanista del 9-N. Esta vez son cinco clips, también generados automáticamente cada media hora y con la misma extensión de nombre de archivo. Desde el principio de la grabación hasta el minuto 04.49 no se aprecia ningún ruido, en el 04.54 se oyen unas pisadas que parecen acercar a dos interlocutores.

Las voces están alejadas del micrófono. Dos segundos al inicio del minuto cinco recogen el sonido de lo que parece una máquina. En el 07.05 suena un timbre. De Alfonso espera paciente y sin hacer apenas ruido la llegada de Fernández Díaz, que ese día estuvo en el Congreso debatiendo la Ley de Seguridad Ciudadana, más conocida como Ley Mordaza.

En el minuto 8.03 comienzan a oírse las primeras voces de gente conversando a lo lejos. Seis segundos después, el micrófono recoge unos pasos que se acercan y se abre una puerta. Aunque lejanas, se distinguen las voces de dos hombres que se ceden el paso amablemente. Apenas unos instantes después se inicia la charla con un tal Javier, quien –según ha podido confirmar Público con fuentes del Ministerio del Interior– se trata de un asesor del ministro: 

J: Yo creía que no ibas a venir.

DA: No, je, je [ríe muy suavemente], es evidente que no.

J: Oye ponte donde quieras, como el otro día... El ministro es que ha llegado ahora del Tribunal Supremo, porque estaba convocada a las 17.00 la reunión de la Comisión Nacional de la Policía Judicial... estoy... y ya.

DA: Bueno, el presidente de la Sala Segunda es muy amigo. Tenía que haberle llamado, porque me dijo: “en cuanto vengas a Madrid tienes una cerveza pagada”.

J: Pero ya le puedes decir que has venido, ¿o qué?

DA: ¡No! No y porque me voy, porque mañana veo a Antonio Salinas [el fiscal Anticorrupción] por la mañana a primera hora y me voy después. Y esta tarde-noche voy a aprovechar a ver a mi padre, que no le veo desde hace... ¡buf! desde el verano.

J: [se oye cómo Javier asiente]

DA: Oye... [resopla]

J: Te ha costado [se ríe]. 

DA: Sí, sí...

J: [no se oye bien] …que ponerte en forma.

DA: Y eso que los tengo. El otro día me hicieron una revisión y tengo...: "El tabaco ha pasado de largo por tus pulmones".

J: Ah sí, ¿te los han visto?

DA: Sí, sí.

J: Oye, pues es una ventaja.

DA: Pero la capacidad pulmonar si se resiente, eso sí. Y ver a mi padre, es por eso…

Marca el reloj de la grabación 09.32 cuando se escucha nítidamente un pitido de mensaje de móvil. Se escucha mucho mejor que las voces de ambos hombres y entonces Daniel de Alfonso se acerca a la grabadora y el micro recoge a la perfección cómo se abren unas cremalleras y cómo el director de la Oficina Antifraude dice unas palabras en voz baja y Javier se acerca a preguntar.

DA: … [De Alfonso refunfuña y el interlocutor le pregunta algo sobre un micro] No, no, no son mensajes de estos de… ¿cómo se apaga esto?

J: …y no sería el primero que… Oye, que no te preocupes por mí [dándole entender que atienda al móvil si es urgente] ...yo soy el primero que en cualquier momento...

DA: Que no, que no... Huy, esto... esto es muy delicado.

J: No sería el primero que incurre o incumple… en un delito…

DA: Es muy delicado, no, no, no. Lo estaba precisamente hablando con José Antonio [se oye cómo guarda el móvil y cierra la cremallera] ...porque tener un móvil encendido en una reunión... y eso es delicado, es muy delicado.

J: Sí, aparte de peligroso, es pesado.

D: No, y peligroso, por eso digo…

J: No, y peligroso, seguro.

Tres minutos después llega el ministro.

Fernández Díaz: "Oye, Javier, hablas con Pérez de los Cobos, ¿eh? Y si tiene alguna duda explícale todo, que he estado con el consejero, etc."

Casi ha pasado cuarto de hora desde que se puso en marcha la grabadora cuando la puerta del despacho se abre. Es el ministro, Jorge Fernández Díaz que llega cansado.

DA: Ministro, buenas tardes. [Continúa hablando con Javier] Con esta oposición es inevitable.

JFD: ¿Qué tal?

DA: Muy buenas tardes.
 
JFD: Encantado de verte.

DA: Yo también.
 
J: ¿Queréis tomar algo?

DA: Yo tomé… [no se oye]

J: ¿Tú quieres algo, ministro?

JFD: Siéntate aquí… Yo, yo, yo él… por favor… yo, yo, yo tomo un… ¿Tú qué acabas de tomar has dicho?

DA: Yo me acababa de tomar un cafetito y ahora…

J: ¿Agua?

DA: Pues sí…

JDF: Si quieres te puedes tomar otra cosa, ¿eh?

DA: No, no, no, no… jajajajaja.

JDF: Oye, yo, como estoy con todo eso de… un té de ese que hace Mari Ángeles, por favor, de flores silvestres del campo. Es que estoy con la… menudo día llevo. Javier gracias, oye, hablas con Pérez de los Cobos [nombrado un año antes presidente del Tribunal Constitucional, quien militó en el PP y pagó cuota al partido mientras era magistrado], ¿eh?

J: Sí, no te preocupes.

JFD: ¿Me oyes, eh?

J: Hasta luego.
 
DA: Hasta luego.

JFD: Y oye, perdón, perdón Javier. Si tiene alguna duda explícale todo, que he estado con el consejero etc... y todo como ha venido, la Comisión Nacional de la Policía Judicial, etc., etc... y tal y etc… Y llama a la presidenta Yolanda Barcina [entonces jefa del Gobierno de Navarra] y tal y como hemos quedado que lo arreglábamos... Me ha dado esto y si tiene alguna duda que me lo diga a mí, ¿eh? Gracias.

En el 14.50 cierran la puerta y empiezan a hablar el ministro y Daniel de Alfonso.

Dos horas y cuarto después se despiden. Está todo cerrado, el uso de la Fiscalía para atacar a Xavier Trias, las acciones contra Francesc Homs, Felip Puig, Oriol Junqueras y Josep Maria d'Abadal... tal como se ha ido revelando a lo largo de esta exclusiva.

Se oye cómo roza el micro y suenan los cierres metálicos del maletín, un golpe. Y las voces suenan más bajas. Sobre todo la del ministro.

Comienzan a recoger. La voz de Daniel de Alfonso suena más baja: 

DA: “Ahora, lo puedes enlazar, lo puedes enlazar con eso ministro, si hay suerte y nos echa una mano. Así que no te preocupes”.

Se oye cómo roza el micro y suenan los cierres metálicos del maletín de la primera reunión. Suena un golpe, como del maletín y como en la otra ocasión su voz se escucha más baja cuando anda, pero mejor que al ministro. Las pisadas llegan nuevamente a la puerta, donde Fernández Díaz le despide y el audio se corta.

Cuando se escuchan detenidamente todos estos fragmentos, quedan pocas dudas sobre quién y cómo estaba grabando a Fernández Díaz en su despacho. En cualquier caso, un ministro del Interior al que se le graban conversaciones confidenciales en su sede oficial debería dimitir por incompetente, independientemente de la gravedad de los temas tratados. ¿O no?

¿CONTINUARÁ?

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