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25N Violencia de género Decenas de mujeres protestan en Madrid por la falta de condena institucional de la violencia machista

Una concentración convocada en redes por la artista plástica Yolanda Dominguez crea en las puertas del consistorio un "muro" con los nombres de las 1.027 asesinadas desde 2003. Mientras esto sucedía, Vox en el interior reventaba un acto con motivo del Día Internacional contra la violencia machista, y llamaba a "romper el silencio negacionista".

Mujeres portando los nombres de las 1.028 asesinadas por violencia de género desde 2003 frente al Ayuntamiento de Madrid / Marisa Kohan - Público

MK

Varias decenas de personas, principalmente mujeres, han gritado en la mañana de este lunes los nombres de cada una de las 1.027 mujeres asesinadas por la violencia machista desde el 2003, cuando se comenzaron a contabilizar oficialmente estos asesinatos. Una más si se contabiliza la mujer asesinada este lunes en Tenerife.

Lo hicieron a las puertas del Ayuntamiento de Madrid, una institución que por primera vez en los últimos 15 años no ha realizado una condena institucional contra la violencia de género este 25 de noviembre, fecha en la que se conmemora el Día Internacional contra la Violencia de género. La negativa de Vox a firmar una declaración conjunta, impidió que esta se llevara a cabo.

Esta ruptura de del consenso político en torno a la violencia de genero no ha ocurrido sólo en Madrid, sino que fue la tónica en otras localidades en las que Vox ha entrado en las instituciones.

La concentración de este lunes frente al Ayuntamiento de Madrid había sido convocada e iniciada por la artista Yolanda Domínguez, que a finales de la semana pasada comenzó a circular la idea en su cuenta de Twitter. Un acto de repulsa ante este silencio municipal. La idea consistía en juntar a más de 1.000 personas para que cada una portara una pancarta con el nombre, la edad y el lugar de asesinato de cada una de las víctimas.

 ​"La idea de esta concentración es precisamente nombrar lo que Vox no quiere que se nombre, porque lo que no se nombra no existe y desde luego, silenciando e invisibilizando esta violencia no la vamos a solucionar. El concepto es nombrarlas, porque no se las puede olvidar [a la asesinadas] y hay que estudiar las causas e identificarlas para poder erradicar esta violencia", afirma Domínguez durante el acto.

"Estamos pidiendo que no haya más muertes, que se reconozca el momento que estamos viviendo y que es de una absoluta indefensión", afirma Concha a Público, una mujer entrada en años que portaba entre sus manos un cartel con el nombre de una de las víctimas. 

Mujeres muestran los nombres de las asesinadas / Marisa Kohan - Público

Mujeres muestran los nombres de las asesinadas / Marisa Kohan - Público

"Estamos aquí para reivindicar que cesen los asesinatos de las mujeres, que cese el patriarcado y pedir justicia por todas las asesinadas. Precisamente porque tenemos dirigentes que se niegan a ver y condenar la violencia machista, por eso estamos aquí. Por todas ellas", explicaba Loly, entre cántico y cántico.

La concentración estuvo trufada de múltiples cánticos: "si nos tocan a una nos tocan a todas"; "no es un caso aislado, se llama patriarcado"; "No nos morimos, nos están asesinando" o "vosotros, machistas, sois los terroristas". Varios además, estuvieron dedicados al alcalde de Madrid y contra los pactos con la ultraderecha que lo mantiene en el gobierno.

En un momento de la concentración, que tuvo lugar en la Calle Montalbán, una lateral del Ayuntamiento, las manifestantes comenzaron a gritar: "a Cibeles", porqué tenemos que estar aquí escondidas". Y a pesar del intento de la Policía Nacional por retener a las manifestantes, un río de mujeres circuló en dirección a la calle Alcalá y se situó frente a la puesta principal del Ayuntamiento.

Mientras los concentrados realizaban una "muralla" de nombres en el exterior, en el interior del ayuntamiento, Vox boicoteaba un acto en conmemoración del Día Internacional contra la Violencia de Género. El portavoz de Vox en el consistorio. Ortega Smith, llamó públicamente a "romper el silencio negacionista" y buscó la polémica sacando a colación lo que la formación ultrederechista llama "chiringuitos", criticando un supuesto despilfarro de fondos.

La tensión dentro del salón de actos fue máximo. Muchas mujeres abandonaron la sala durante la intervención de Smith y muchos abuchearon sus palabras y lanzaron gritos de "verguenza", llegando muchos a patalear en el suelo para intentar acallar la intervención del portavoz de la ultraderecha.

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