Este artículo se publicó hace 4 años.
Agresión policial en el CIE de BarcelonaUn interno denuncia una brutal agresión entre cinco policías en el CIE de Barcelona
La víctima asegura que le propinaron bofetones, puñetazos y porrazos mientras varios agentes lo sujetaban en su celda tras acusarle de haberles llamado "maricones" el pasado domingo. La organización Iridia ha presentando la demanda ante el juzgado de guar
Madrid-Actualizado a
Una persona recluida en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Barcelona ha presentado una denuncia ante el juzgado de guardia por una brutal paliza que, según asegura, le propinaron varios de los policías que custodiaban el centro el pasado domingo.
Según la denuncia, formalizada el pasado miércoles y a la que ha tenido acceso Público, la agresión se produjo después del recuento en la propia celda del denunciante. Explica que, tras un enfrentamiento entre los agentes y otro interno de otra celda, alguien les llamó "grupo de maricones", a lo que los agentes reaccionaron con violencia para encontrar al responsable.
"El grupo de agentes se dirigió a mi celda y se quedaron justo delante de la misma, dando a entender que era de donde provenía el insulto", sostiene la víctima en el escrito. Tras colocarse las manos en la cara "vista la agresividad" de uno de ellos, el policía le preguntó si había sido él quien les había insultado. Acto seguido, prosigue el texto, "me propinó una bofetada", relata. El interno volvió a protegerse la cara mientras el agente le exigía que bajara los brazos. Le propinó una segunda bofetada cuando los bajó, asegura, por lo que respondió de forma instintiva "intentando apartar el brazo al agente dándole un golpe".
Puñetazos mientras estaba esposado
Fue entonces cuando intervinieron los otros cuatro policías que acompañaban al primero y observaban fuera de la celda. "Accedieron y me acorralaron. Mientras el agente 1 me golpeaba con los puños de forma indiscriminada, los agentes 2, 4 y 5 me inmovilizaban y el agente 3 me agredía con la porra en la espalda y las piernas", mientras le profería insultos como "hijo de puta", "maricón" o "por qué no nos llamas maricones en la cara".
"Yo intentaba protegerme la cabeza con los brazos y repetía que yo no les había dicho nada", afirma la víctima, que continúa su relato denunciando que los agentes le agarraron del cuello para inmovilizarlo y ponerle las esposas. Pero no terminó ahí la agresión, ya que el primer agente aprovechó está circunstancia para golpearle en el ojo derecho, lo que le provocó una herida sangrante.
Vejaciones camino a la enfermería y sin parte de lesiones
El denunciante también incide en que, tras la paliza, los agentes le trasladaron a la enfermería mientras seguían golpeándole, vejándole y tratando de que cayera al suelo al ponerle zancadillas mientras caminaban.
Una vez en la enfermería, los agentes estuvieron presentes y aseguraron que las heridas se las había causado el propio interno al golpearse con una puerta. Denuncia que intentó explicarle a la doctora lo ocurrido, pero que esta le respondió: "así no vas a conseguir nada". Aunque se realizó un informe, destaca que no se le entregó ninguna copia.
Además de las heridas y contusiones en cara, piernas y abdomen, el denunciante asegura que se sintió "muy humillado y maltratado", con "miedo, angustia e impotencia" ante la "impunidad" que disfrutan los policías, algo que se agrava con el miedo y la incertidumbre generada por la crisis del coronavirus y el aislamiento derivado de la restricción de visitas de ONG y familiares.
Pide grabaciones y declaraciones de testigos
El agredido, representado por el colectivo defensor de derechos humanos Iridia, pide que se incoen diligencias para investigar los hechos, que se revisen las grabaciones de las cámaras de seguridad y se tome declaración a sus tres compañeros de celda que presenciaron la paliza.
Denuncia que no pudo identificar a los agentes porque ocultaban su número de identificación, aunque sostiene que son identificables en las grabaciones y por la descripción de ellos que aporta en el escrito al juzgado.
El abogado de la víctima considera que los hechos podrían ser constitutivos de un delito de lesiones y de otro delito contra la integridad moral y / o tortura, con las agravantes responsabilidad penal al haberse valido los denunciados de la prevalencia de ser funcionarios y la situación de superioridad numérica.
El Ministerio del Interior ha rechazado hacer comentarios a Público sobre estos hechos.
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