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Contaminación Ni tapones ni pajitas: 2021, el año que pondrá fin a los plásticos de un solo uso

En julio, todos los estados deberán haber hecho una trasposición de la directiva europea en sus legislaciones nacionales. ¿Qué utensilios desaparecerán definitivamente? ¿Solucionará el problema de contaminación de los océanos? 

Una botella de plástico flota sobre las olas del mar.
Una botella de plástico flota sobre las olas del mar. Issei Kato / REUTERS

alejandro tena

2021 tiene muchas cuentas pendientes con el medio ambiente. Además de la crucial Cumbre del Clima aplazada por el coronavirus y la aprobación definitiva de la ley de cambio climático española, este año destaca por la prohibición definitiva de los plásticos de un solo uso en todos los países de la Unión Europea. Una medida que fue aprobada en 2019 en Bruselas y que podría suponer un avance para reducir el número de residuos contaminantes que acaban en los océanos.

Sin embargo, no es el fin definitivo del plástico. La entrada en vigor de esta directiva europea llegará el 3 de julio de 2021, fecha límite para que los Gobiernos nacionales adapten sus legislaciones a los marcos mínimos establecidos por Europa, y supondrá el fin de algunos productos determinados, supuestamente los más dañinos para los ecosistemas y los más difíciles de tratar en las plantas de reciclaje. Y es que, según los datos de la Comisión, entre el 80 y el 85 % de la basura marina es plástico. De este porcentaje, el 50% del son los denominados plásticos de un sólo uso que a partir de este año desaparecerán del mercado. 

Por ende, la lista de utensilios prohibidos está compuesta por bastoncillos para los oídos, bolsas, cubiertos, vasos y platos de plástico, pajitas, agitadores de bebidas, palos de globos, recipientes de alimentos que se vendan para consumir en ese mismo envase, así como tapones y tapas. 

Aunque se fija el 3 de julio como fecha límite para adaptar las leyes al nuevo marco legal, ya hay comunidades autónomas que han avanzado. El Gobierno de Illes Balears ya ha aprobado su propia ley, que entrará en vigor en marzo de 2021, al igual que Navarra, que prohibió este tipo de utensilios en 2020, siendo una de las regiones más rápidas en actuar tras la aprobación de la directiva europea. También las empresas están adaptándose a los cambios. Amazon, por ejemplo, informó a los medios este diciembre que ya no distribuirá productos que contengan plásticos de un solo uso.

España, a contrarreloj

En el caso del Gobierno español, no se ha podido actuar con la rapidez que hubiera gustado a los colectivos ecologistas. El pasado mes de junio se presentó el anteproyecto de la ley de residuos, que incluirá los vetos a los plásticos de un sólo uso marcados por Bruselas. Este documento debe ser respaldado por Europa para que después el Ejecutivo de coalición lo apruebe en Consejo de Ministros y lo envíe al Parlamento. Según explican a Público fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica, la previsión es que el documento se apruebe de manera definitiva entre el primer y segundo trimestre de 2021.

Julio Barea, portavoz de Greenpece, desconfía que España pueda aprobar la Ley de Residuos a tiempo y pide "cautela" a la hora de celebrar el impacto de esta nueva normativa. "Sin duda es algo bueno, pero llegamos diez años tarde. Cada semana aparece una nueva investigación científica que revela la magnitud de la presencia de plásticos en los océanos", expone. 

"Se podrían incluir disposiciones adicionales para prohibir más tipos de plásticos"

Carlos Arribas, responsable del área de Residuos de Ecologistas en Acción, apunta en esa misma línea y señala que el Gobierno ya va tarde en tanto que debería haber realizado la transposición de la Directiva Marco de Residuos en julio de 2020. Ahora, España unirá las dos normas europeas en una nueva Ley de Residuos que, además de prohibir los plásticos de un sólo uso, marcará nuevos objetivos para reducir la basura y mejorar la gestión de todos los desechos producidos en el país.

En cualquier caso, Arribas considera que la adopción de la prohibición de los plásticos de un sólo uso que pretende efectuar el Gobierno español únicamente se ajusta a unos "mínimos" y no eleva la ambición. "Se podrían añadir disposiciones adicionales para incluir más tipos de plásticos en la lista", argumenta el portavoz medioambientalista. No en vano, el anteproyecto de ley que maneja el Gobierno incluye algunas disposiciones adicionales a las europeas, como el fin de los productos cosméticos que estén compuestos por microplásticos.

"No podemos ponernos de rodillas ante la industria del plástico"

"No podemos ponernos de rodillas ante una industria del plástico que lleva 20 años haciendo lo que que quiere, estamos en una situación dramática y se debería avanzar más hacia la prohibición total", agrega Barea, quien defiende que se aproveche la nueva Ley de Residuos para – además de acabar con los plásticos de un solo uso– poner el cerco sobre otros elementos que no aparecen en el texto europeo como los envoltorios y envases de comida, avanzar hacia un sistema de retorno o incluir medidas fiscales para los productos que utilicen plástico teniendo otras alternativas.

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