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El desprecio de Almeida por lo verde: tala de árboles, asfaltado de alcorques y más plazas duras

En los últimos días han aparecido en Madrid algunos árboles sepultados en el aslfato y alcorques cubiertos de hormigón, además de talas sin justificar, como las de la Plaza del Carmen. 

Simulación de las obras de la Puerta del Sol de Madrid, sin ningún árbol ni zona verde.
Simulación de las obras de la Puerta del Sol de Madrid, sin ningún árbol ni zona verde. Ayuntamiento de Madrid

En Madrid ya no hay espacio para lo verde. Durante los últimos meses la capital ha avanzado hacia la transformación de sus calles y ha remodelado los espacios urbanos de una forma que no termina de contentar a los colectivos sociales y partidos de la oposición. En poco tiempo, el Consistorio dirigido por Martínez-Almeida ha apostado fuerte por un tipo de ciudad donde las talas de árboles se han convertido en habituales y las nuevas plazas nacen sin zonas verdes, únicamente dominadas por el hormigón.

En la Plaza del Carmen, en pleno centro de Madrid, las obras de remodelación de la plaza se han saldado con la tala de, al menos, 28 árboles, tal y como denuncian desde Ecologistas en Acción. "Es cierto que es una zona complicada, porque el aparcamiento que hay debajo hace que no tengan mucha tierra para poder funcionar bien, pero los árboles estaban perfectamente y no se entiende que los quiten", explica Luciano Labajos, portavoz de la organización conservacionista. "Estamos yendo a un modelo de plazas duras y empedradas como el de la Plaza Mayor", advierte. 

Estos hechos, lejos de ser aislados, coinciden con la tala de otros ejemplares. En el mes de septiembre las asociaciones vecinales denunciaron que las obras del Parque de la Cornisa, en el distrito Centro, terminaron también con la tala de algunos especímenes. También se han documentado algunas talas en las obras de la Plaza Luca de Tena y los grupos ecologistas denuncian que la construcción del carril bici del Paseo de la Castellana obliga a realizar podas que podrían dejar los ejemplares "raquíticos".

Público se ha puesto en contacto con el área de Medio Ambiente del Ayuntamiento para conocer qué razones explican la tala de los ejemplares de la Plaza del Carmen, documentados en la anterior semana, pero en el momento en el que se cierra esta información no ha obtenido respuesta. 

Alcorques y troncos sepultados por asfalto

Las malas prácticas contra la vegetación urbana no se quedan en las podas y la tala de ejemplares. La semana anterior se documentó el caso de varias decenas de árboles afectados por el asfaltado de la calle Bergantín, en el barrio de Alameda Osuna, de tal forma que el pavimento cubría sus alcorques y sus troncos.

"No se puede entender que se estén rodeando y cubriendo árboles con alquitrán", denuncia Fernando Gómez, portavoz de la Mesa del Árbol. "El árbol necesita tener el alcorque libre para poder respirar. No es que vayan a morirse inmediatamente o a corto plazo, pero se van a debilitar y eso, además, es peligroso para caídas", agrega el activista. 

Este diario también ha preguntado al Ayuntamiento por el número de árboles que han quedado afectados por el asfaltado y qué criterios han llevado a realizar esas reformas, pero no ha obtenido ninguna respuesta al respecto. 

Alcorque sellado por cemento junto a las obras de la Calle Comercio, en Menéndez Pelayo, Madrid.
Alcorque sellado por cemento junto a las obras de la Calle Comercio, en Menéndez Pelayo, Madrid. Ecologistas en Acción

Junto al asfaltado de Alameda de Osuna, el Consistorio también ha dejado algunas actuaciones que han terminado con el sellado de algunos alcorques que habían quedado vacíos por talas, caídas o replantaciones en otros lugares de la ciudad. Es el caso de la Calle Comercio, donde al menos se han registrado tres huecos cubiertos de hormigón, o de las obras de remodelación de algunas calles emblemáticas como Doctor Esquerdo, donde el pavimento levantado se amontonan sobre la base de los árboles. 

"El asunto de los alcorques lo denunciamos ya en verano de 2021", advierte Ignacio Benito, concejal y portavoz de Medio Ambiente del PSOE en Madrid. Por entonces, la agrupación socialista llegó a documentar 14.000 alcorques sin árbol, lo que equivale al 5% de los 300.000 espacios disponibles sin plantar.

Benito denuncia, además, que muchos de los árboles que se están replantando en la periferia, como respuesta al plan del arbolado aprobado tras la borrasca Filomena de 2021, están quedando secos. "Es una auténtica tropelía. Filomena fue una catástrofe natural, pero Almeida es un desastre político que dura mucho más en el tiempo y que está siendo mucho más dañino", denuncia el concejal socialista. Desde la Mesa del Árbol, por su parte, citan la siembra de más de 60.000 arboles junto a la M-40, a la altura del PAU de Carabanchel, donde la mayoría han quedado secos por la falta de riego y de seguimiento. 

Plazas nuevas sin árboles

La otra pata del urbanismo del Ayuntamiento madrileño es el de las reformas de las plazas.

La renovación de la Puerta del Sol es, quizá, la más sonada y criticada por parte de la ciudadanía, oposición y colectivos sociales. Este enclave, que de por sí no dispone de árboles, se está reacondicionando sin previsión de incluir zonas verdes y sin bancos para que los ciudadanos puedan descansar. 

La última polémica ha sido la apertura de la nueva Plaza de la Cebada, que da paso al polideportivo municipal ubicado junto al metro Latina. El proyecto de las obras, incluía la plantación de varios árboles para dar sombra y frescor a la zona, pero la inauguración dejó una nueva plaza dura para la capital, sin sombras ni zonas verdes que rebajen las cada vez más hostiles temperaturas de Madrid por causa de la crisis climática. 

Para Labajos, este tipo de reformas tiene una implicación ideológica que tiene que ver con la "privatización" de los espacios públicos. "Lo hemos visto en la nueva Plaza de España, se dejan espacios diáfanos y sin árboles, para poder poner negocios o terrazas puntuales; se gentrifica y se expulsa al ciudadano normal del centro de la ciudad", sostiene.

"Es un Ayuntamiento cortoplacista, no está pensando en que estamos ya caminando hacia un futuro en el que los veranos van a ser cada vez más duros y prolongados. Se están diseñando plazas inhóspitas, que no están preparadas ni diseñadas para el uso y disfrute de los vecinos", denuncia Benito. 

A la izquierda, la temperatura de superficie del adoquín al sol de Plaza de España. A la derecha, la temperatura en superficie del espacio arbolado de Plaza de España, en Madrid.
A la izquierda, la temperatura de superficie del adoquín al sol de Plaza de España. A la derecha, la temperatura en superficie del espacio arbolado de Plaza de España, en Madrid. A. T. / Público

La diferencia de temperaturas de superficie durante el verano, entre una zona dura –de hormigón, adoquín o asfalto– y un terreno, en el mismo lugar de la ciudad, a la sombra y con césped, puede llegar hasta los 34ºC, tal y como detalló Público este verano en un reportaje en varias zonas de Madrid


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